LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA - CLIX

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adams

LUNA EN LEO  

LEO TIENE UN EFECTO ADMIRABLE SOBRE LA LUNA, EL SIGNO DEL SOL LA VINCULA CON LA FUENTE DE SU VIDA. SU INFLUENCIA TIENDE A DISMINUIR TANTO SU FRIALDAD COMO SU INESTABILIDAD, Y TAMBIÉN LA REDIME DE ESA OSCURIDAD QUE ES UNO DE SUS INCONVENIENTES. SI BIEN ES MÁS FUERTE EN CÁNCER, DONDE CASI NO HA SIDO MODIFICADA, LA LUNA ES REALMENTE MEJOR EN LEO PORQUE SU PROPIA NATURALEZA ES TAN IMPERFECTA QUE ES NECESARIO ALGÚN TIPO DE MODIFICACIÓN ANTES DE QUE PODAMOS CONSIDERARLA COMPLETAMENTE EXCELENTE.

En cuanto a los sentidos de las personas con la Luna en Leo, en general, la vista es la que mejor se desarrolla, pero todos los demás sentidos deben estar perfectamente equilibrados y sanos. Sin embargo, debe existir un cierto grado de interés e incluso de afecto por cualquier tema antes de que los sentidos puedan dar una comunicación verdadera y completa. A menos que el corazón esté implicado de algún modo, las impresiones no llegan fácilmente a la mente del nativo. Como regla, por ejemplo, tienen poca curiosidad, incluso curiosidad científica, pero cuando el nativo está ansioso por aprender, aprende rápidamente y con precisión, aunque su conocimiento siempre está teñido hasta cierto punto por sus creencias y emociones. Es sumamente difícil convencer a una persona con esta posición de la Luna, en contra de su voluntad; pero cuando está listo para recibir impresiones, nadie las capta más rápidamente.

Donde la Luna también indica la Personalidad, como en el caso de las mujeres, o cuando Cáncer está en la cúspide del Ascendente, la indicación es particularmente fuerte. El nativo es entonces de carácter muy solar, positivo, asertivo, indulgente consigo mismo, noble, generoso y abnegado, físicamente vital y robusto, y mentalmente fuerte y decisivo.

También habrá una gran confianza nacida de la convicción de que uno es, por así decirlo, un medio de las fuerzas del más allá. Esto traerá naturalmente iniciativa, capacidad de liderazgo y una actitud esperanzada y decidida ante la vida. El nativo es independiente y casi fanáticamente aficionado a la libertad en el mejor sentido de la palabra. Se negará a reconocer la limitación; en algunos casos esto resultará una desventaja, ya que puede estar inclinado a golpearse la cabeza contra una pared de ladrillos. Un buen ejemplo de este temperamento es Anna Kingsford. La posición no parece tan favorable para un hombre, en quien tiende a producir cierta presunción. Las impresiones que le lleguen estarán más bien infladas con un sentido de su propia vitalidad. No son debidamente criticados y se expanden en su mente indebidamente, a veces incluso hasta un grado de megalomanía. Todos reconocemos una cierta floritura con una sobrevaloración de las pequeñas cosas en los personajes de Oscar Wilde, James II, Louis Xlv,l Disraeli y 'Abbas Effendi que se pueden atribuir a esta posición. Estos comentarios se aplican, hasta cierto punto, incluso a los hombres que tienen ascendente en Cáncer, pero no se refieren en absoluto a las mujeres, que suelen ser tan modestas como excelentes en todos los demás aspectos.

LAS MUJERES EN LA VIDA DEL NATIVO TENDRÁN PROBABLEMENTE SEA LA MEJOR DE TODAS LAS INFLUENCIAS PARA ÉL, YA QUE SERÁN SOLARES Y DEL CARÁCTER DESCRITO AL HABLAR DE MUJERES QUE TIENEN LA LUNA EN LEO.

Las madres que tienen hijos con la Luna en este signo encontrarán muy difícil evitar ser demasiado dictatoriales en su actitud hacia ellos; por regla general, sin embargo, su influencia sobre ellos será excelente en el sentido mental y espiritual, aunque no acentúen sus necesidades físicas y materiales, prefiriendo que estas últimas sean atendidas por otra persona

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Aleister Crowley y Evangeline Adams

LUNA EN CÁNCER

La Luna en Cáncer está en su propia casa, y es más fuerte en este signo que en cualquier otro del zodiaco. Su receptividad, placidez y sensualidad están en completa armonía con su naturaleza, y la Luna al estar dignificada en el signo también tiende a hacer su disposición menos cambiante, mientras que la influencia de Júpiter, que está exaltado en el signo, le quita algo de su frialdad.

Los sentidos del nativo reflejan con extrema precisión las impresiones que se le presentan. Se hunden en la mente y se disuelven completamente en ella; la mente toma su molde con exquisita delicadeza, pero hay un inconveniente en que, por regla general, HAY POCA TENDENCIA A ACTUAR SOBRE LA INFORMACIÓN QUE RECIBEN. LA MENTE NO ESTÁ OCIOSA, SINO MEDITATIVA. LA REACCIÓN ES LENTA E INCIERTA. Por regla general, el nativo carece de la energía intensa que asociamos con un gran genio creativo, a menos que haya otras indicaciones en el horóscopo, y estas tienen que ser bastante fuertes para superar lo que podría llamarse el contentamiento de la mente de permanecer pasivo. En el caso de Sir Isaac Newton, tenemos un sextil de Marte para suministrar energía, y es decididamente la persona más creativa de nuestra lista. Pero incluso en su caso observamos la extrema minuciosidad de la reflexión necesaria para él antes de que comenzara a dar a conocer de nuevo, en una nueva forma, sus deducciones de los hechos que había absorbido. Baudelaire es otro gran genio creativo, pero su Luna está en trígono con Mercurio y, sin embargo, esta cualidad reflexiva de la mente es evidente en el extraordinario reposo de escritos como los Pequeños poemas en prosa.

Se sigue, más o menos, que el nativo no se desviará de su camino para obtener pábulo mental. Este estado de satisfacción con las impresiones que le vienen naturalmente puede revelarse como amor por el hogar y los padres. Suele haber mucho afecto natural del orden plácido; incluso la pasión del amor es probable que sea suave, pacífica y quizás romántica cuando la Luna está en este signo. Si bien la mente no está inquieta, es muy sensible a las impresiones, aunque no del modo que observamos en el caso de Géminis. No hay deseo de adquirir, simplemente una disposición para hacerlo. Uno debe tener cuidado de no buscar perturbar las mentes de las personas con esta posición, incluso por su propio bien. Simplemente no les gustarás por hacerlo. Ocasionalmente sucede que la mente es psíquica o mediúmnica, pero en todo caso la memoria puede considerarse buena. Blake es un ejemplo de primer nivel de la Luna en este signo en su mejor momento. LA POSICIÓN NO ES REALMENTE TAN BUENA PARA LAS MUJERES COMO PARA LOS HOMBRES. Los vuelve demasiado pasivos, demasiado fácilmente influenciables por aquellos con quienes entran en contacto. Nell Gwyn es un ejemplo notable de esta Disposición.

Las mujeres con las que el nativo entrará en estrecho contacto serán extremadamente cálidas y afectuosas, a veces maternales y a veces románticas. Su afecto será duradero, e incluso puede llegar a ser algo empalagoso. Con malos aspectos, el nativo puede resultar gravemente herido por el carácter de las mujeres en su vida. Byron, por ejemplo, con un Urano retrógrado en estrecha conjunción con su Luna, fue casi destruido por las mujeres. Es probable, en todo caso, que sean un tanto convencionales y exigentes, exigiendo al nativo más de lo que éste les dará.

Las madres que tengan hijos con la Luna en Cáncer deben evitar ser tan devotas y convencionales en su actitud hacia ellos como para hacerlos demasiado egoístas o demasiado dependientes de las influencias del hogar. Muchos niños con la Luna así colocada sufren del "complejo de Edipo" y luego permanecen solteros o no se casan hasta después de la muerte de la madre.

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LUNA EN GEMINIS

GÉMINIS TIENDE A ACENTUAR LA INQUIETUD DE LA LUNA, PERO TAMBIÉN DESARROLLA LAS CUALIDADES MENTALES, Y DONDE EL NATIVO SE DEDICA A UNA ACTIVIDAD INTELECTUAL LA SITUACIÓN NO ES DESFAVORABLE. Vemos una gran actividad mental en Durero y Pasteur, quienes ocuparon esta posición. Ciertamente hay una fuerte tendencia a disminuir el disfrute de los sentidos, que se valoran principalmente por la información que dan y, comparativamente hablando, están desconectados de los placeres del nativo. Es evidente en los dos casos anteriores que esto es así, pero el efecto es aún más fácil de notar en Alfred Tennyson, en cuya poesía una cierta falta de robustez indica que los sentidos se comunicaban más con la razón o el intelecto que con la Personalidad. Esta posición es ciertamente una ventaja en ese tipo de investigación donde la presencia de la pasión puede actuar como una interferencia, pero está lejos de ser buena donde se requiere conocimiento y simpatía por la humanidad. Tal tipo de inhumanidad es evidente en el caso de Luis II de Baviera.

El nativo es extraordinariamente rápido para recibir impresiones y juzgarlas con gran precisión, pero no hay mucha profundidad en tal juicio, y encontramos constantemente que personas con la Luna en este signo cambia de opinión más fácilmente que cuando está en cualquier otro. El nativo es rápido y está deseoso de aprender, pero la parte del cerebro que se ocupa de estos asuntos parece bastante desconectada de las funciones más profundas del alma. Hay una gran disposición para comunicar la información adquirida y, a veces, el nativo es demasiado locuaz. La facultad crítica es buena, aunque superficial, y no hay poder suficiente para poner una opinión dada en la debida relación con la experiencia general. ES PROBABLE QUE LA INCAPACIDAD DE DIGERIR SUS OBSERVACIONES HAGA QUE EL NATIVO BUSQUE VARIEDAD. Si lee un libro, lo asimila parcialmente y lo tira a un lado. Es probable que sea incapaz de reflexionar sobre él y desarrollar sus ideas dentro de sí mismo y, en consecuencia, necesita inmediatamente algún nuevo estímulo mental. Esto puede encontrar expresión en el amor por los viajes o, especialmente cuando la Luna está en la casa 5ª, en el amor por el placer. En ausencia de un cambio constante, el sistema nervioso puede estar muy angustiado. Parece más bien una desventaja que la Luna en Géminis se vea fortalecida por los aspectos. No está lo suficientemente bien situada aquí como para que sea deseable que sea demasiado fuerte. Pasteur, por ejemplo, no tiene un aspecto cercano de ningún tipo con su Luna. La relación de los sentidos con el alma está así indicada por la posición de la Luna en el signo, pero las otras fases del Carácter no están absorbidas en esto de tal manera que las perjudique.

Esta posición de la Luna es mucho mejor en el caso de las mujeres, siendo la vitalidad indicada por Luna; porque la falta de cualidades femeninas ordinarias a menudo contribuye al éxito. La reina Victoria, Frances Willard y Adelina Patti se salvaron gracias a esta posición de la Luna de ver interrumpidas sus carreras por una excesiva insistencia en asuntos domésticos o amorosos. PUDIERON CONCENTRARSE EN EL LADO MENTAL DE SU TRABAJO. POR SUPUESTO, NO ES UNA POSICIÓN DESEABLE PARA CUALQUIER MUJER QUE ANHELA UNA VIDA DOMÉSTICA NORMAL; PORQUE LA MUJER CON LA LUNA EN GÉMINIS DEBE TENER FUERTES INTERESES INTELECTUALES, DE LO CONTRARIO LAS CUALIDADES DE GÉMINIS SE MANIFIESTAN EN MERA PUERILIDAD, FRIVOLIDAD E INCONSTANCIA.

Las mujeres con las que el nativo está íntimamente relacionado serán principalmente compañeras intelectuales o serán más bien superficiales e inconstantes, no fidedignas. Por lo tanto, es muy importante que el nativo escoja a sus amigas por el cerebro, más que por la belleza. Si encuentra que sus afectos están seriamente comprometidos, puede buscar una desilusión. Las personas con este signo como hospedaje de la Luna suelen tener un sentido del olfato muy delicado y preciso y un oído excepcionalmente bueno para la música; los otros sentidos pueden no estar tan fuertemente desarrollados. Madame Patti y Luis II de Baviera son singularmente buenos ejemplos de este hecho. También se observa en ellos una reacción muy rápida y delicada a las impresiones diminutas, que a veces puede parecerle al observador una intuición, pero en realidad opera de una manera muy diferente y de ninguna manera debe confundirse con ella.

Madres que tienen hijos con la Luna en Géminis deben esforzarse por ser más maternales en su actitud hacia ellos y no permitir que su versatilidad y múltiples intereses interfieran con la atención personal que tales hijos requieren. De lo contrario, pueden volverse demasiado indiferentes a su madre y la influencia del hogar.

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LUNA EN TAURO

LA LUNA EN TAURO ESTÁ EN SU EXALTACIÓN; EL SIGNO TIENDE A RESALTAR EL LADO TRANQUILO Y REFLEXIVO DE LA LUNA Y, AL MISMO TIEMPO, ESTABILIZA SU NATURALEZA CAMBIANTE. ES UNO DE LOS MEJORES SIGNOS EN LOS QUE SE LA PUEDE ENCONTRAR.

Las personas con la Luna en este signo se aferran a sus impresiones con extrema obstinación; reaccionan lentamente pero con gran vigor. Son casi tan poco críticos como el tipo de Luna en Aries, pero por razones totalmente diferentes. Recuerdan con precisión y tenacidad, y moldean sus acciones durante un largo período en el dado original. Si se les comunica algún hecho de carácter sorprendente, no manifiestan excitación ni angustia. Se hunde lentamente en la mente, pero en lugar de mantenerse allí durante un largo período sin transmutarse en movimiento, como veremos que sucede cuando la Luna está en Cáncer, se toma una decisión lenta pero decidida con respecto a ese hecho, y a menos que sea ejecutivo si el poder falta por completo debido a alguna aflicción de Marte, sigue la acción----constante, decidida e implacable. Es muy difícil hacer que esas personas cambien de opinión. No puedes hacer cambiar de opinión a una persona con la Luna en Aries porque antes de que le hable, ya actuó sobre su impresión y se olvidó de ella; pero con Tauro el caso es diferente. Su acción ha sido tomada, y por más tonta y equivocada que usted pueda demostrar que es, es su acción y él continúa con ella.

 Cuando la Luna está en Aries, el mejor desarrollado de los sentidos suele ser la vista; en Tauro, el gusto y el tacto son probablemente más importantes para el nativo. Estas personas resienten mucho la interferencia con sus ideas. Están tan sólidamente impresionados con lo que les llega que sólo dan la bienvenida a las ideas que son naturalmente coherentes con el Temperamento general. Esto, por supuesto, tiende a hacer que la naturaleza sea más bien conservadora y convencional.

Shakespeare tenía esta posición de la Luna y, a pesar de su asombroso genio, dio poca expresión a las nuevas ideas; expresó los sentimientos aceptados de su época con extrema fuerza y belleza, pero parecía incapaz de ver nada malo en el sistema social de su época. Lo mismo ocurre con Rossetti y Chatterton, cada uno de los cuales a su manera dio un nuevo vestido al medievalismo, sin cambiar sus rasgos. La misma actitud convencional se encuentra en Dumas,1 en Joseph Chamberlain, en Arthur Balfour y en el presidente Garfield. Aunque Chamberlain fue al principio un radical, el radicalismo fue convencional en Birmingham, a la que representaba. En la Cámara de los Comunes se inclinó hacia un conservadurismo de un tipo muy firme. No es probable que ningún hombre con la Luna en este signo rompa con los principios fundamentales en los que fue educado. Como aparente excepción tenemos el caso de Swedenborg; pero aquí Urano está dentro de los 10 de una conjunción de la Luna, la circunstancia más perturbadora que podría ocurrir, siendo Urano preeminentemente el planeta de la explosión. Sin embargo, ni siquiera Swedenborg fue mucho más revolucionario que Virgilio o Dante con respecto a sus ideas sobre el Cielo y el Infierno; era simplemente que los tomaba más en serio, un punto de vista que surgiría naturalmente del trígono de Júpiter en esa conjunción. No existe tal ruptura con la ortodoxia si uno considera el asunto filosóficamente, como en el caso incluso de un reformador como Juan Wesley. Donde el nativo es una mujer, de modo que la Luna se refiere también a la vida misma, su presencia en este signo aumenta aún más la obstinación del Carácter, como es evidente en el caso de la Reina Isabel I.

Las mujeres que influyen en el nativo serán doméstico, fiel y de pasión fuerte y perdurable. Incluso un artista como Rossetti tenía el amor de una esposa verdaderamente devota. No se sigue, sin embargo, que las relaciones sean siempre afortunadas. La esposa de Rossetti murió temprano. La maldición de la vida de Shakespeare fue Mary Fitton, pero aquí nuevamente la obstinación fue en sí misma la causa del problema; ella lo trató mal, pero no podía dejarlo solo. En el caso de la reina Isabel I también encontramos esta curiosa tendencia a aferrarse; y aunque María reina de Escocia no tenía a Tauro en su Disposición con respecto a sus conocidos masculinos, tenía a Tauro ascendente y actuaba de una manera completamente Tauro hacia su rival.

El dominio ejercido sobre el nativo por las mujeres con las que él o ella se asocia siempre se deberá a esta característica; siempre ejercerán una presión constante, aunque a menudo puede ser sólo que su fidelidad atraiga al nativo y le haga imposible deshacerse de ellos.

Las madres que tienen hijos con la Luna en Tauro no deben tratar de dominar sus vidas para hasta el punto de robarles su individualidad, obligándolos así a volverse hacia los demás en busca de simpatía y comprensión. Aunque pueden ser muy prácticos y devotos, fácilmente pueden despertar la terquedad y el antagonismo de sus hijos que tienen la Luna en este signo.