El gato del Eclipse

El gato del eclipse - un cuento en horaria by Helena Avelar

Esta es otra historia de gato, uno de una serie larga de animales que se han rescatado a lo largo de los años.

Hace algún un tiempo estaba trabajando en la oficina, en nuestro 3er piso, como las ventanas estaban abiertas oía hablar a los vecinos en el patio trasero. Sólo tenía una vaga idea de su presencia, porque mi atención se centraba en el trabajo, pero de alguna manera una de las frases capturó mi atención inmediata y total: "el gato se va a morir".

Mi reacción inmediata fue correr a la ventana y traté de averiguar lo que estaba pasando. Vi a un hombre y a dos niños en el patio trasero del edificio de al lado. Los niños, dos niñas de 10 y 12 años, parecían angustiados, y el hombre, un constructor, parecía totalmente indiferente a ellos. Como me trasladé hasta el último rincón del patio, llamé a los niños y les pregunté cuál era el problema. El problema era, obviamente, un gato - o, más correctamente - un gatico.

Según las niñas, había un gatico perdido "inexplicablemente" saltó a un pozo de aguas residuales, que se había abierto para una reparación (más tarde me enteré que el gatito estaba tratando de escapar de las atenciones no deseadas de los niños). Las niñas pensaban que podían sacarlo, pero pronto descubrieron que era imposible, ya que el agujero era demasiado profundo y restringido, el gatico no podía salir y los niños no podrían llegar a sacarlo. Como se les había advertido de no molestar a los gaticos, ellos sabían que iban a ser castigados por sus acciones. Así, su primera reacción fue ocultar el hecho y esperaban que el gatico pudiera escapar milagrosamente.

Después de algún tiempo, el constructor apareció y comenzó a poner de nuevo la parte de la cubierta en el sitio ya reparado - por lo tanto, sin saberlo, iba a enterrar a un gato que estaba vivo. Luego las niñas tan angustiadas estaban dispuestas a arriesgarse a una reprimenda, les interesaba que el gatico pudiera ser rescatado. Así que le dijeron al hombre lo que estaba ocurriendo, esperando que él podría ayudar. Pero, sorprendentemente, el hombre no mostró compasión ni para los animales ni para los niños. Parece que había advertido a las niñas antes, no a perseguir a los gaticos, por lo que él pensó que era lógico (y, de hecho, por su educación) que si el gato era molestado podría morirse.

Tan pronto como me di cuenta de la gravedad de la situación, llamé a Luis para que nos ayudara. Durante todo este tiempo el estaba, totalmente inconsciente de la situación, Corrimos hacia el patio trasero y llegamos justo a tiempo: en ese breve intervalo el constructor había sellado la fuga, y el gatito estaba encarcelado en el interior del pozo. Tratando de mantener la calma, le pedimos amablemente que retirara la cubierta, pero él respondió que tenía que irse, porque había terminado el trabajo para ese día. Y así lo hizo, totalmente indiferente al hecho de que un ser vivo, se ahogara en el interior del pozo.

Retiramos rápidamente el tubo para permitir un poco de aire y luz, pero el problema seguía siendo, que el agujero era demasiado pequeño como para permitir un rescate. Afortunadamente, Luis encontró una alternativa: el cruce principal de la red de alcantarillado era de sólo algunos centímetros de distancia, y si pudiéramos quitar la tapa, tal vez el gato podría ser recuperado a través de la apertura, que era considerablemente mayor. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para lograrlo, ya que estaba atascada, pero Luis lo logró y la tapa de alcantarillado fue finalmente abierta.

El gatico estaba en el fondo del pozo, frente a la apertura, en estado de shock profundo, y no reaccionaba. Estaba triste, frío, húmedo y sucio. No trató de escapar, y ni siquiera se movió cuando Luís lo alcanzó y lo agarró.

Le dijimos a los niños, que estaba muy aliviado, y nos apresuramos llevarlo a casa. Lo limpiamos y tratamos de elevar la temperatura del cuerpo, ya que la hipotermia es extremadamente graves (a veces fatal) para un gato. Reaccionó, pero se mantuvo inerte y un poco triste. Para entonces nos dimos cuenta que teníamos un compromiso anterior, una clase de astrología, y los estudiantes podrían llegar en cualquier momento.

Así que lo dejamos en una habitación caliente, en una cama, comida, agua, una caja de arena y un calentador eléctrico, y nos dirijimos a la clase. Debido a que muchos de nuestros estudiantes son amantes de los animales, hablamos de la situación después de la clase, y les pedimos que nos ayudarn a encontrar un buen hogar para el gato.

A la vuelta de clase, más tarde en la noche, encontramos el gatico un poco mejor, pero todavía no reaccionaba, no había tocado la comida o utilizado la caja de arena, de hecho, incluso no se había movido de su posición anterior. No estábamos seguros de que se recuperara de su horrorosa experiencia.

Por lo tanto, hicimos una pregunta: ¿Cómo está el gato?

La Carta es muy clara: el gato es grande! El Sol, rey de la casa de la 6 ª, acaba de entrar en Leo, por lo tanto es digno. La situación anterior también claramente lo representa: el Sol (gatico) acaba de separarse del Nodo Sur (disminución, el daño), lo que acaba de pasar es que el gato se ha alejado de una situación potencialmente perjudicial. Además, esta conjunción Sol-Nodo fue un eclipse solar, que se produjo en el último grado de Cáncer.

Esto es muy descriptivo de la situación: el gato (El Sol) que ha desaparecido en el desagüe (eclipse en Cáncer, un signo de agua). Pero justo después del terrible suceso, el gatico entra en un nuev y mucho mejor estado (representado por el signo de Leo, que lo rige). El gatico estaría por lo tanto muy bien, o que lo sería muy pronto.

Esta apreciación resultó ser correcta, ya que el gatico se recuperó en pocos días, y le encontramos un nuevo hogar, una semana después. Ahora se encuentra bien cuidado y amado, y esperamos que la terrible experiencia en la red de alcantarillado finalmente desaparecerá de su memoria.