miércoles, 10 de marzo de 2010

Juramentación Uruguay


Es claro que la juramentación de un presidente es un acto que involucra a toda la nación que será gobernada por el juramentado. Un análisis, lo más tradicional que podamos, nos permite acercarnos a la siguiente información:

El Sol, el máximo símbolo de poder representa al nuevo presidente. En Piscis está peregrino, luego su poder de acción está reducido considerablemente. Será un presidente que tendrá que moverse y/o resolver, en exclusiva, temas de las casas novena y tercera. La suma de las dos nos acerca a comercio e intercambio internacional. Seguro, muchos más son las posibilidades interpretativas de ambas casas, como por ejemplo la educación y la aplicación de las leyes.

Seguro, la primera vista a la carta (conjunción Sol - Júpiter) deja una sensación agradable, magnifica si se quiere, mas la realidad es que sería algo inflado, cruzando limites poco permitidos. La razón de lo anterior es la siguiente: el Ascendente representa a la nación como un todo, y Mercurio la hace ver mal, bastante mal por cierto; por el contrario, Júpiter, regente de los socios y de los enemigos de la nación, es quien goza de la mayor cantidad de fuerza. Luego, estamos ante un presidente que no va a gobernar según las necesidades e intereses de sus compatriotas, sino según las necesidades y las exigencias de los gobiernos de otra naciones. Simplemente, entendamos que Júpiter se interpone, es como una pared, entre Mercurio (nación) y el Sol (presidente).

Si vemos el papel de la ciudadanía, del pueblo que será gobernado, la Luna lo representa. En su ubicación en Libra tan sólo goza de la dignidad o de la fuerza de su decanato. No tiene forma ninguna de tomar contacto con el Sol, luego, no extrañaríamos divisiones entre ambos sectores, divisiones que se entienden como un presidente muy al margen de la necesidades de su pueblo. De verdad que es una Luna bien complicada, pues no solo sus dos últimos aspectos son desastrosos, sino que en adelante no forma aspecto alguno con planeta importante. Para los autores clásicos, que la Luna haya empezado a perder luz no es bueno desde ninguna opción, pues ni el pueblo ni su gobernante reciben beneficios. Entendamos que es muy grave que en la carta ambos luminarias carezcan de fuerza, pues si las dos energía principales no funcionan o no alumbran bien, entonces no podemos esperar que las cosas vayan bien. No pasemos por alto que la Luna es la regente de la casa dos, la que regenta la economía de la nación.

Dentro de la Carta podemos apuntar tres planetas que apuntan gran fuerza: Saturno, Júpiter y Venus. De los tres ninguno goza de salud perfecta, tienen algún nivel de debilidad que disminuye su fuerza y no deja que la misma pueda ser encausada por las vías correctas. Júpiter peregrino, Saturno retrógrado y Venus bajo rayos solares. Mas aun así, debemos espera que las cosas representadas y/o regidas por los mencionados tres planetas de una u otra manera sobre salgan, como por ejemplo, que Venus por su regencia sobre la casa quinta apunta a los éxitos deportivos o artísticos a nivel mundial.

Volvamos al centro de la carta, que se sitúa sin duda dentro de la casa novena, pues allí no sólo está el Sol, Mercurio, sino el poderoso Júpiter. Este último tendrá que sortear la combustión solar que le genera el Sol, luego estamos ante un presidente que puede echar por el suelo, incluso, las cosas buenas que pudiera tener a su total disposición, como por ejemplo que Uruguay sea visto a nivel internacional como un país correcto para invertir y ubicar sedes de multinacionales, especialmente las relacionadas con servicios e investigación medica. En lo personal no creo, jamás podría hacerlo, que esta presidencia pueda terminar bien; Mercurio, regente del final está soportando todas las debilidades posibles, y Saturno dentro de la casa cuatro retrógrado no es que nos llene de confianza.

Marte, otro de los planetas imposibilitado para actuar, arrastra consigo lo temas de la casa sexta, la fuerza laboral del país y los servicios médicos entre otros.

En definitiva el Sol, el presidente, tendrá que decidir si acepta y apoya las exigencias de Júpiter, o por el contrario, lo quema por completo. De darle fuerza estaría trabajando y hasta defendiendo los intereses internacionales, si lo quema es negarse la posibilidad de la ayuda e inversión internacional en Uruguay. La parte de la fortuna, aún dentro de la casa siete y a la espera del aspecto de la Luna, pueda hacer la diferencia, indicarnos que al final lo intereses internacional serán sobre puestos a los intereses locales, los de los uruguayos.

Giovanni Londoño Romero

Santiago de Cali – Colombia, marzo 08 de 2010.

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