Introducción a la Astrología de William Lilly IV by Sue Ward
¿Podría Comprar las casas del Señor B? by William Lilly
En el año 1634 me propusieron comprar la casa en que vivo, así como otras cuantas más. Como estaba muy preocupado y deseaba saber si tendría que enfrentarme al vendedor y si se disponía de la suma necesaria para hacer efectivo el pago de las casas en el plazo fijado, pues sabía que mi capital y debido a una serie de circunstancias, no estaría disponible hasta pasados seis meses después de haberme sido dada la noticia. Por ello, y deseando poder adquirir las susodichas casas, me hice la pregunta a mi mismo en el preciso momento en el que me encontraba más preocupado y perplejo por el asunto.
El signo ascendente es Libra y su cúspide se encuentra situada en el mismo grado en el que yo tengo situado a Júpiter en mi tema radical: por lo que, para empezar, me di cuenta de que se trataba de un buen augurio. Venus me representa a mí y al Sol, que está en la casa 7ª, al vendedor. El sol recibe a Venus en su exaltación y, al encontrarse ésta cerca de la cúspide de la casa 7ª y no haber ningún planeta más allí situado aparte del sol, no podía deducir que exceptuándome a mí mismo, por el momento no había nadie más interesado por comprar estas casas.
El Sol, así exaltado y angular, indicaba que el vendedor exigía un precio altísimo por las casas (y, realmente así era) y además que ninguna necesidad imperiosa le obligaba a tener que venderlas. El encontrar a mi significador recibido por el Sol y tan pronto a la cúspide de la casa 7, fue un claro argumento de que debía seguir con el proceso aún a pesar de las múltiples debilidades de Venus.
El Sol era el regente de la casa 7, pero también lo era de la once, lo que significaba que mis esperanzas no se verían defraudadas. Venus estaba (por aplicación) en trígono con Saturno, que era el regente de la casa 4, es decir, la casa a la que iba dirigida la pregunta y no recibía ningún tipo de aflicción antes de haber formado un aspecto exacto con Venus, quedando por ello claramente indicado que yo debía comprar las casas.
Al estar ambos significadores en aspecto y Saturno Retrógrado, consideré también que el sol se hallaba en trígono con Saturno y que este era regente de mi casa 11, y Saturno el de la cuatro, y Saturno al tener relación con el Ascendente por estar allí dignificado, me representaba a mí. Y ahora, considerando a Saturno el planeta que disponía de sus dignidades en el Ascendente o como regente de la casa 4ª, deduje que el trígono que formaba con el regente de la casa 11 tan solo podía significar que yo debía seguir con el asunto y que, al final, terminaría por conseguir las casas.
La Luna trasladaba las influencias de Marte, regente de la casa 7 a Saturno, dignificado en el Ascendente (aunque por una cuadratura y fuera de los signos de larga ascensión) y ello, realmente, me facilitaba mucho el asunto aun a pesar de que este fuese muy despacio a causa del aspecto de cuadratura. Como la Luna estaba afligida y Venus en Infortunio, tuve muchos problemas y enfrentamientos al respecto, pues el vendedor no quería rebajar un solo penique del precio que estipulara en un principio y que era de 530 libras. Al encontrar al sol muy carca de formar un aspecto de sextil con Júpiter, hacia que un hombre con carácter jovial se empeñase también e conseguir estas casas (aunque una vez ya iniciadas mis negociaciones) sin embargo, y al ser Júpiter cadente y encontrarse en exilio, quedaba ampliamente reflejado que el esfuerzo de esta persona sería en vano pues jamás sus propósitos.
Venus angular y en aspecto con Saturno y con el Sol, regente de la casa 11 (o de la cinco a partir de la 7) indicaba que una hija del vendedor era mi aliada en este asunto y que no le importaba en absoluto si intervenía a mi favor aun cuando alguien no cesara de de hacerle prometedoras proposiciones si se decía por fin a perjudicarme y a obstaculizar mis negociaciones. Como Marte, regente de mi casa 2, estaba retrógrado, significaba que yo no podía disponer de mi propio dinero de cara a cubrir todos los gastos que me ocasionara esta compra. Júpiter, regente de la rueda de la fortuna, en sextil con el Sol y sin ningún tipo de impedimentos, y en sextil plático con la regente del Ascendente, me dio tales esperanzas que no dudé ni por un solo instante en poder conseguir ese dinero en el momento preciso en el que este entrase en Cáncer, su exaltación y Marte se pusiera directo, lo que sucedió al cabo de 12 días, siendo ese el momento en el que un amigo pudo prestarme 500 libras.
La naturaleza y las características de las casas se ven reflejadas por Capricornio, signo de la casa 4ª, y por Saturno su regente que no poseía ni una sola debilidad material ( si exceptuamos el estar retrógrado y cadente) y como este se encontraba en trígono con el Sol, las casas eran excesivamente viejas pero muy sólidas y susceptibles de durar muchos años aún más en pie. Cuando Venus y le Sol se pusieron en conjunción en el signo de Tauro (el 25 de abril), inicié mis negociaciones y cuando la Luna se puso conjunta a Venus (el 17 de mayo), pagué 530 libras y cerré el trato. Cuando a Venus solo le faltaban 6º para entrar en conjunción con el Sol ( a partir del momento en el que yo había formulado la pregunta), tardé exactamente 6 semanas y algunos días en hacer realidad lo que me auguraba la carta.
Volviendo a la compra de las casas, las negociaciones fueron muy duras tal y como se ve reflejado en la figura. Como Venus está en Aries, signo opuesto al de mi propia casa, salí bastante mal parada por el asunto, al menos en la cuestión económica. Pues, sentimentalmente, siento mucho amor poa la casa en la que actualmente vivo y en la que conocí a mi primera esposa, con la que fui tan feliz que llegué incluso a olvidar rápidamente todos los problemas que en su día me causara la compra de estas casas. Por todo ellos doy gracias a DIOS, pues creo que este asunto fueron su bendición y su ayuda las que me iluminaron y me permitieron seguir adelante.
Consideraciones relativas a la Luna by Sue Ward
La Luna tiene un gran poder en la carta horaria. A través de su velocidad de movimiento y proximidad a la Tierra la Luna transfiere las cualidades de todos los planetas al mundo sublunar. Es la reina de los cielos, como el Sol es el rey, nada puede suceder sin el consentimiento de los gobernantes de los cielos. De ahí que la Luna es considerada como el significador natural de la cuestión.
La Luna tiene una variedad de papeles a desempeñar en cualquier carta, pero su propósito principal es describir los acontecimientos que rodean o rodearon los hechos investigados, pasados, presentes y futuros. Se dice que la Luna muestra "la acción", y hasta cierto punto eso es verdad, pero otros planetas también participan. Este papel le ha dado el nombre de "co-significadora del consultante", y si bien esto también tiene validez, no simplifica su operación.
El consultante puede presentar su pregunta en la que tienen el control, la elección o la influencia, pero la condición de la Luna será la que confirma o niega, por lo tanto todo debe ser minuciosamente analizado. En cuestiones de la 7 ª casa, por ejemplo para descubrir si una sociedad de negocios va a seguir adelante, y si Cáncer desciende en esa cúspide, la Luna significa lo consultado (esa persona o asunto sobre el que el consultante está investigando). En este caso, muestra que la cuestión de la asociación depende de lo consultado, la persona está significada por la 7 ª casa. Por ejemplo, el consultante puede preguntar si va a casarse con su amante y si Cáncer está en la séptima, lo consultado se significa por la Luna. Esto indica que el consultante debe esperar a su amante para acercarse a él sobre el asunto, debe esperar a que se lo pidan. El consultante tiene menos opción, sobre control o influencia que él o ella tienen. La acción corresponde a lo consultado, no al consultante, una condición que también se muestra por la posición de la Luna en la casa 7ª.
Si la Luna está afligida o impedida, sobre todo por la combustión, al asunto no le espera nada bueno, porque su capacidad para llevar a cabo es superada por el poder del sol. La operación de la Luna también se ve obstaculizada cuando está vacía de curso, que describiremos más adelante. Para que un asunto en Astrología Horaria tenga buenos resultados, es esencial que la Luna tenga un buen rendimiento.
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