domingo, 5 de febrero de 2012

Astrología y Aversión I

Continuando con nuesra breve pausa (break), les presentamos y con cartas de ejemplo, el concepto de aversión:

SOBRE El CONCEPTO DE AVERSIÓN I by Roberto Veronese

Intentando esclarecer una información importante en la práctica Astrológica.

INTRODUCCIÓN

Rodolfo Veronese - Médico y
Estudiante de Astrología Medieval
Comencé a dar importancia al concepto de aversión leyendo los artículos y opiniones de Steven Birchfield, astrólogo norteamericano que acostumbro citar con relativa frecuencia en los artículos de mi blog. Por muchas veces, lo consideré de un modo erróneo o incompleto. Tal vez en ese artículo yo haya llegado a algo próximo a lo que él representa en la realidad cotidiana de la interpretación. Una vez que hube alcanzado la comprensión completa de esto, concluí que se trata de un concepto que aparece raramente en la práctica.

En los párrafos a continuación, nos extenderemos sobre las definiciones de ese concepto y como puede manifestarse en la práctica. Nos basaremos en la obra del Astrólogo Bizantino Rhetorius de Egipto.

DESCRIBIENDO El CONCEPTO.

El concepto de aversión es interesante para que podamos entender las formas que tomarán los asuntos de una Casa. Técnicamente, no se trata de un impedimento, en la medida en que los asuntos de la Casa pueden existir en la vigencia de la Aversión. En verdad, esto quiere decir que los asuntos tomarán formas distorsionadas, incompatibles con las expectativas sociales o ideales de los significados de la Casa. De acuerdo con los autores, en esa situación los asuntos contenidos en el Signo toman una forma extraña, como veremos en los ejemplos de Rhetorius:

A menos que el Regente de la Luna la aspecte y que el Regente del Ascendente no esté remoto de él, el nativo será un monstruo o cuadrúpedo.

Cuando una mujer está embarazada, ella tiene varias expectativas sobre su hijo. Lo más obvio es suponer que él tendrá dos brazos, dos piernas, una cabeza, un tórax y unos genitales. Ocasionalmente, sin embargo, eso no ocurre, y el niño puede nacer con deformidades, severas o no. El concepto de aversión sería necesario para describir cuando acontecen cosas similares, pero estas evoluciones no serían restrictas a la forma humana. Sobre cualquier objeto, asunto o grupo social, hay una expectativa acerca de las formas que tomarán. Habiendo aversión entre el planeta y la Casa o parte representante del asunto, los asuntos en cuestión tomarían formas sociales o morfológicas extrañas. El individuo representado por un Regente en aversión pueden ser social o biológicamente extraño, así como los demás asuntos que tengan la misma disposición.

¿Qué es lo extraño? Lo que contiene en sí elementos contradictorios, paradójicos, inadecuados para la forma que se espera del objeto o cuerpo, este provocará en el observador algo raro, extraño, confuso.

Parece que el aspecto de un Regente Domiciliar para su Casa índica la buena marcha de las formas que los asuntos de la Casa tomarán. Esto a veces es confundido con la buena condición que un regente pueda proporcionar a su Casa; tal vez la cuestión pueda ser explicada mediante un ejemplo para hacerse más clara. Si yo soy Regente domiciliar de una Casa y me encuentro en buena condición zodiacal, planetaria y mundana, los asuntos de esa Casa corren bien; sin embargo, si ese regente aún no aspecta la Casa (por uno de los siete aspectos Ptolemaicos o por la Conjunción corpórea que no es un aspecto pero que obedece a la misma dinámica), los asuntos continuarán transcurriendo bien, pero la forma que ellos toman son diferentes de lo que se esperaba, en un sentido peyorativo.

La extrañeza de un individuo u objeto no compromete su existencia, y por eso es por lo que la Aversión es un concepto intrínsecamente diferente de la aflicción o maltrato de los planetas maléficos en aspecto con el Significador del asunto. Evidentemente, si un Signo está en Aversión a su Regente y este se encuentra afligido, tenemos a nuestro frente un caso extremo, donde la forma se hizo tan extraña que hace a los contenidos del Signo incompatibles con una existencia continuada.

Ocurrirá aversión siempre que el planeta Regente de un Signo no aspecte. Siendo así, la aversión depende de la inexistencia de aspecto. Para que no haya aspecto, es necesario definir los signos que no están en aspecto unos con los otros. Por eso es fundamental desconfiar de los nuevos aspectos llamados inconjunción (150º), semi-sextil (30º), pues tales aspectos tienden a unir planetas que estén en dichos signos  en aversión. Debido a eso, sólo usamos los aspectos “Ptolemaicos” (Sextil, Trígono, Cuadratura, Oposición), así como la Conjunción Corpórea, que no es aspecto pero puede ser entendido bajo la misma lógica de interpretación. Todo eso nos hace percibir que la ausencia de aspecto también es una información importante, cosa que muchos Astrólogos Modernos no están de acuerdo por dar demasiada importancia a los aspectos.

La teoría en cuestión es interesante, pero muy difícil de ser percibida en la práctica, pues siempre hay un factor que cancela la aversión. Cuando eso ocurre, podemos hablar también que “una aversión es mitigada”. En verdad, el lector percibirá que es cosa más común de acontecer. Si el concepto de aversión aconteciera fácilmente, tendríamos incontables humanos de forma extraña, pero la incidencia de esas anomalías es relativamente pequeña.

Es común que un planeta no aspecte a uno de sus Signos, pero también es preciso acordarse de que todos los Signos poseen varios niveles de Regencia. Siendo así, en la inexistencia de una relación aspectual entre el Regente Domiciliar y el Signo, este puede ocasionalmente contar con el Aspecto o presencia del Regente de la Exaltación. El Signo también puede contar con la presencia corporal de uno de los Planetas que tengan una “dignidad más pequeña” dentro de él, lo que puede ser el responsable por los asuntos de la Casa e impedir la aversión. En ese caso, la aversión sería mitigada y los contenidos del Signo tomarían la forma representada por el Regente que aspecte y que tenga la mayor autoridad, o del regente que esté posicionado en el Signo. Con todos esos precedentes en mente, la aversión sólo ocurriría si no tuviéramos:
  1. El Regente Domiciliar del Signo en aspecto o Presencia en el Signo;
  2. El Regente de la Exaltación del Signo en aspecto o Presencia en el Signo;
  3. Ninguno de los planetas que tengan “Dignidades Más pequeñas” (Triplicidad, Término y Faz) en el Signo en cuestión. Esos planetas no se considerarían si están en aspecto con el Signo, salvo si el aspecto está próximo (es decir, con orbe más pequeño de 3° entre el planeta y la cúspide o parte que ocupe el Signo).
  4. Finalizando, aún en nivel de especulación, podríamos también descartar la presencia de un aspecto próximo (orbe menor que 3°) de un planeta que no tenga dignidad alguna en el Signo en Cuestión.
EL TAROT DE ROBERT PLACE:

El Diablo
Este es el triunfo del Diablo de mi Tarot Misterioso. El Diablo está representado como un ángel caído, el gemelo malvado de su enemigo, San Miguel, el arcángel. A pesar de que representa las fuerzas irracionales del inconsciente, que nos introduce en la etapa final de los triunfos, la etapa que representa el alma de la razón. A sus cautivos, que permanecen inconscientes, representa las etapas primera y segunda. Ellos están encadenados a él debido a que están dormidos sin darse cuenta de su influencia.

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