jueves, 24 de abril de 2014

Urano - El Alquimista de la Era - LIII

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15 Metafísica - Física Cuántica - Urano

            La metafísica es la ciencia abstracta donde hay ideación del UNO sin nombre, la forma, lo inefable, el que más allá de todas las cualidades, más allá de toda discusión y más allá de la comprensión. Toda comprensión viene de él. Todas las cualidades emergen de ella. Todos los sonidos provienen de ella, de ahí el nombre. Todas las formas vienen de él, por lo que es la base de todo lo que es. Ideación sobre tal Existencia pura que se llama en las escrituras como la característica principal de la Era de Acuario. Urano ayuda a esta contemplación ya que construye el puente entre lo desconocido y lo conocido en todos los niveles hasta el absoluto. Este puente es el "paso de Acuario". En los Vedas este Dios Absoluto se llama Para Brahman. Esta contemplación, es la absorción definitiva de la conciencia individual a la conciencia universal, y la absorción de la conciencia universal en su fuente como la Existencia. Así, el último puede llegar a ser uno con él. Esto se llama at- one-ment (en una mente) o expiación. Urano produce tal oferta.

En la contemplación oriental sobre este Absoluto se llama Dhyana, lo absoluto se llama Advaita - es decir, no dos, sino uno. Es el estado en el que incluso la contemplación se absorbe en la que se está contemplando. La octava etapa del Yoga, Samadhi, se refiere a este estado de la Existencia Absoluta. Muchos conceptos de Dios son adorados como Dios; pero son conceptos. Sin embargo, ya que son conceptos de Dios, dan la experiencia de Dios. Pero para ser absorbido en que tenemos que trascender los conceptos. Los conceptos son los medios, los conceptos no son el fin. En la medida en que usted está experimentando a Dios, allí está UD., el Dios está ahí y experimentar está ahí. ¿No es así? Cuando usted está experimentando, es un estado de tres. No es el que está experimentando; y no es la que se está viviendo y no es el proceso de experimentar.

Por lo tanto, la experiencia de Dios es un estado secundario de hacerse uno con ese estado. Pero, si los tres son absorbidos en el uno, es experiencia pura en la que es absorbida el que la experimenta. Este paso de convertirse en uno de tres es Paso de Acuario. Desde la Seidad el individuo pasa por Dhyana (meditación) para ser la Seidad Absoluta. Cuando es absoluta, no existe la Seidad individual. Cuando hay Seidad individual, no es expiación. Por lo tanto, entender que sólo en el estado de dos hay experiencia. En el estado absoluto no hay experiencia. El experimentador se combina con lo que se está viviendo. En estados avanzados de la meditación, el meditador cesa y la Seidad prevalece. Un poco más tarde, el meditador emerge de nuevo de ese estado de la Seidad. Como individuo deja de ser por un tiempo, este cese de la Seidad individual es Samadhi.

La recuperación de la Seidad está saliendo de Samadhi. El meditador avanzado, experiementa así "a ser y no ser". Muchos prefieren estar en el estado secundario de manera que exista la alegría de vivir. Algunos prefieren convertirse en eso. Algunos otros, habiendo llegado a ser eso, vuelven a ayudar a otros a alcanzar el estado de expiación. Le doy un ejemplo con la música. Cuando usted escucha música está allí como oyente, el músico está allí y luego está la música. El oyente, ya que mantiene un escuchar atento de la música mira al músico, poco a poco consigue inclinarse a cerrar los ojos. Por mucho que se enfoca en la escucha de la música, tanto el sentido del oído se desarrolla y se fortalece, el poder de atracción de todos los otros cuatro sentidos. La facultad de ver es retirada y se refuerza escuchar música. La facultad del gusto, el tacto y el olfato también se retiran para reforzar triplemente la facultad de escuchar. Entonces se escucha por completo. Esta escucha de enfoque se denomina en el óctuple sendero del Yoga como Dharana.

En ese estado de Dharana la visión del músico cae, ya que la facultad de ver es absorbida por la facultad del escucha. Sólo la música permanece y el oyente permanece. Así, de tres, uno sale y dos existen, a saber, la música y el oyente. El oyente sigue escuchando con atención enfocada. Él y la música existen. Él está en orientación a la música; esta orientación es Dhyana o meditación. Cuando la orientación se está intensificando, él se ve arrastrado hacia la música, que es un avanzado estado de Dhyana. En ese estado la música sólo se mantiene y está arrastrado a la musa de la música. A medida que se extrae por completo en la musa de la música sólo la música permanece. No está más consciente de sí mismo. Este es el estado de Samadhi. Sólo la música prevalece. El oyente cae así. El entorno se elimina. El músico está de todos modos cayendo mucho antes. Lo que queda es la música. Por mucho que el oyente desciende, el tiempo también se reduce para él. Después de un tiempo vuelve a nacer el oyente, se acuerda de que estaba escuchando música. Más tarde, recuerda el músico y el entorno.
 

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