sábado, 16 de agosto de 2014

Astrología Gallica 21,3

Este material no es para reproducirlo o fijar en otros blogs o websites, o en documentos PDFS, como ha sucedido con otros artículos nuestros sin autorización previa de parte de La Escuela Internacional de Astrología.

Cuando un planeta está en el domicilio de la naturaleza de ese planeta no se mezcla con otra, especialmente si no está en aspecto con otro planeta; por ejemplo, el Sol en Leo no sufre al mezclase con otras cualidades en ese signo ya que tanto el planeta y el signo tienen un carácter solar. Pero las casas primarias  o espacios del horóscopo no influyen directamente o concurren activamente en estos efectos, sino simplemente califican o dan una determinación de la influencia de los cuerpos celestes.

Si se entiende la naturaleza elemental de los planetas  no se presenta ninguna dificultad en el caso del Sol y la Luna, cada uno de los cuales tiene más que un simple signo, pero alguna dificultad se plantea en el caso de Saturno, Júpiter, Marte, Venus y Mercurio, ya que cada uno rige dos signos que son contrarios entre sí por naturaleza. Por ejemplo, Saturno rige tanto  Capricornio y Acuario, y el segundo es cálido y húmedo, mientras que el primero es frío y seco.

En la descripción de disposición del carácter los astrólogos están acostumbrados a expresar algo sin cuidado que Saturno en Capricornio es frío y seco, es decir, que hace las cosas en frío y seco, pero en Acuario es  cálido y húmedo, con lo que la cualidad propia del planeta sigue la naturaleza de cualquier signo que ocupa; y ellos hacen lo mismo con otros  planetas. Pero ¿cómo puede decirse lógicamente que Saturno es por naturaleza frío y seco si es no sólo frío en un signo frío y seco en uno seco, sino también  caliente en un signo cálido y húmedo en uno húmedo?

El hecho es que los astrólogos se equivocan cuando, al evaluar la disposición y  carácter, no tienen en cuenta la naturaleza elemental de los  planetas en los distintos signos; en vez de eso tendrían que Saturno y Marte en Aries, por ejemplo, son cálidos en igual grado, como de hecho lo sostiene Origanus.

Además, es un hecho que incluso los signos que están desprovistos de planetas todavía tienen una influencia en el Ascendente y en otras partes del horóscopo; y funcionan de una manera elemental de acuerdo con la naturaleza que fue determinada al initio mundi; su influencia específica, sin embargo, sigue la naturaleza de sus regentes. Por ejemplo, Saturno  rige tanto a Capricornio como a Acuario, cuya naturaleza elemental son contrarios entre sí, pero cada signo tiene una influencia que es de Saturno porque Saturno es el regente de ambos.

La naturaleza elemental de Saturno se ve más claramente en Capricornio, porque en Capricornio hace cosas muy frías y secas, mientras que en Acuario, por el contrario, su frialdad y sequedad son remitidas, ya que sólo es posible a través de las cualidades contrarias de calor y humedad que pertenecen a Acuario. Por lo tanto, podemos decir que Saturno es extrínseco, o manifiestamente frío y seco, pero intrínsecamente, o latente no es menos caliente y húmedo. Podemos concluir, entonces, que a pesar de la influencia de que Saturno puede ser caliente, frío, húmedo o seco, su naturaleza elemental es fría y seca. Por esta razón Acuario sólo tiene referencia a la naturaleza de su influencia, mientras que Capricornio tiene referencia a su naturaleza elemental así; y por lo tanto, Capricornio contiene más de la naturaleza de Saturno que en Acuario, y por esta razón Saturno en Acuario es menos maléfico que en Capricornio. En Capricornio las cualidades elementales perjudiciales se revelan  por sí mismas, pero en Acuario se encuentra un equilibrio a través de ese signo de  naturaleza elemental de aire. Y así, de una manera similar es con los otros planetas.
 
ESCUELA DE ASTROLOGÍA WILLIAM LILLY - POWERED BY GOOGLE
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cualquier comentario que vaya en contra de este sitio, o no tenga que ver con Astrología, o que contenga palabras ofensivas, será eliminado.