Geburah y Marte V

SEPHIRAH GEBURAH, FUERZA, JUSTICIA,
SEVERIDAD, MIEDO, 5.
ASSIAH, Mundo de Expresión: Marte by William Gray

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A.    YETZIRAH, Mundo de la Formación: Orden de los ángeles, SERAFINES.

 

Los Seraphs han sido descritos como "Serpientes Ardientes", presumiblemente porque así es como la veía la visión clarividente. Podemos pensar mejor de ellos como el poder fisionable del fuego, como la quema por medio de las llamas o el calor del sol. La raíz SRP significa quemar por fuego, y un Seraph fue colocado como guardia ante las puertas del Paraíso después del exilio de Adam.

La tarea de los serafines es traer el principio de calor para llevarlo dondequiera que estén dirigidos en la Creación. La energía solar generalmente puede dividirse en Calor y Luz. Los serafines en Geburah trabajan el aspecto de calor y sus números opuestos en Chesed operan la Luz. Ambos principios son en realidad inseparables, pero por supuesto pueden ser considerados individualmente, debido a sus variados efectos.

Aunque los serafines tienen poderes destructores,  no se debe deben pensar en seres puramente destructivos. Ahí está siempre la cuestión del grado en la aplicación de sus energías. El ideal para aplicar cualquier energía es que, debe ser utilizada exactamente lo suficiente para lograr un propósito previsto. Ni más ni menos. Como formadores de energía de fuego, los serafines son responsables de la producción de sus efectos en acción, no solo literal sino además metafóricamente en los planos de la mente y del alma. Ellos pueden definir los límites del celo ardiente o de un argumento cálido.

 

En estos niveles internos, los serafines actúan de la manera más valiosa en forma de quemar las acumulaciones de desechos inútiles mentales y basura espiritual que tendemos a llevar con nosotros. La dificultad es hacer que su acción sea selectiva para que puedan solo trabajar con el material debido a la destrucción. Si el material fuera físico, podemos localizarlo en un solo lugar, como en el hogar, donde podría tratarse de una vez. En dimensiones internas no podemos hacer exactamente esto. Como no podemos localizarlos espacialmente, debemos aislar la cizaña de nuestro grano espiritual, primero identificándolos conscientemente, y luego retirando nuestro apego a ellos de tal manera que podamos invocar un Serafín para quemarlos sin dañarnos. Debe recordar que nosotros internamente almacenamos archivos no deseados que tiene tanto, si no más realidad, que los objetos físicos en el Mundo exterior. Por lo tanto, podemos razonablemente tratarlos por métodos equivalentes.

Viejos rituales en los que las representaciones de demonios representaban nuestros peores aspectos, eran arrojados a una hoguera apelando a los serafines para que ejercieran sus llamas de limpieza. Hoy podríamos hacer más de lo mismo al escribir nuestras fallas en papel y luego quemándolo. Ellos son de hecho los Señores del Fuego del Purgatorio. Ellos no castigan sino que purifican, y si no hemos corregido nuestras fallas por otros medios, los serafines

no nos dejarán entrar al Paraíso sin usar sus espadas de fuego contra nosotros. Nuestra única esperanza de evitar el dolor durante esta experiencia es renunciar a nuestro control sobre lo que los serafines queman. Esto es lo que se entiende por verdadero "desapego". Simplemente soltando lo que es inútil para nosotros y los demás.

 

A lo largo de Dimensiones Internas nuestras energías emocional y consciente  construyen un mundo muy real propio. Algunas de estas son buenas, algunas malas y bastante indiferente. Todo tiene existencia auténtica ya sea que vivamos en cuerpos mortales o no. A menos que nosotros eliminemos lo indeseable no haremos mucho progreso. Aquí es donde los serafines entran con espadas de fuego y despejan un camino por delante para nosotros si no podemos hacerlo por nosotros mismos.

            La destrucción de la basura espiritual en nosotros es el Purgatorio que debemos pasar antes de llegar al Paraíso. Inevitablemente tomará lugar, pero no estamos obligados a sufrir, una vez que aprendamos a retirarnos del evento. El Infierno Eterno es para aquellos que prefieren permanecer allí eternamente. Si, de hecho, hemos salido correctamente de Tiphareth por completo libres de rastros de personalidades pasadas, entonces los serafines no pueden dañarnos en absoluto, ya que existiremos como espíritus purificados capaces de soportar y disfrutar el tipo Seráfico de energía. Así como un pez respira agua, podremos vivir en una atmósfera de luminosidad interna que es el elemento natural de los Seraphim. Si encontramos esto en su estado de pureza mientras somos mortales, nos destruiría como si hubiéramos caído en un alto horno. A menos que los serafines modifiquen sus energías al dirigirlas en nuestro camino sería lo peor para nosotros.

 

William Lilly - Master Astrologeer

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