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SAGITARIO:
Durante el
período de la vida de los sagitarianos, uno puede, por lo tanto, esperar una
revolución radical, cambios fundamentales que puedan provocar una mutación
cataclísmica que transforme su vida de manera completa. Todo esto sucede porque
la Gracia de Dios fluye a través de este zodíaco y Dios no está interesado en
proporcionar sensaciones y placer a sus devotos. Él los lleva hacia el
cumplimiento del propósito para el cual nacen, es decir, les otorga la
iluminación. Por lo tanto, esperar una vida de consuelo, riqueza y para
Sagittario ascendente es poco realista. La gracia de Dios se manifiesta al
llevar al individuo al centro de las cosas.
Antes del
descenso de la gracia, el ego humano es guiado por instintos centrífugos. Él está
en el camino del materialismo. Pero cuando los ojos han visto la gloria divina
y el ego ha percibido su morada divina, entonces se retira, pone sus pies en el
Camino de Retorno, el Nvritti Marg, como resultado de este cambio en la
dirección de su aspiración. Las altas aspiraciones, el idealismo, la piedad, la
disciplina (la austeridad en una etapa posterior del desarrollo), la
transformación radical en el pensamiento, las obligaciones familiares y
sociales, el camino hacia el hogar espiritual son algunas de las
características de esta etapa del desarrollo. El hecho mismo de que el animal
en el hombre esté dando paso al hombre que emerge del cuerpo animal también es
un indicio de la amplia expansión de la conciencia de los sagitarianos. En la
vida cotidiana común, se expresa como “religiosidad” cuando el individuo
estaría muy preocupado por lo externo.
Un comienzo del
alma: su viaje estaría muy interesado en el sexo como una influencia
socializadora; en una etapa posterior, la necesidad de una vida familiar estaría allí para
el mismo objeto; al alcanzar la edad adulta, el alma dirige la
atención del ego hacia templos, iglesias, sinagogas y ceremonias religiosas. En
esa etapa, el individuo piensa que las observancias religiosas le otorgarían el
favor divino. Sin embargo, las almas maduras tendrían iniciaciones, los
procesos ocultos por los cuales la conciencia del individuo se expande hasta
tal punto que se gana el derecho a ser incluido en la jerarquía de la Hermandad
Adepta. Así, para el ascendente Sagitario, la forma de las experiencias
externas puede variar de un individuo a otro; pero inevitablemente, sea cual
sea la etapa de su crecimiento, debe haber una expansión significativa en su
conciencia. Puede ser interesante recordar en esta etapa que este noveno signo,
que es la constelación más al sur del Zodíaco, es sin duda “una de las regiones
más interesantes del cielo”. Un área muy luminosa de la Vía Láctea lo
atraviesa, mientras que otra parte de la constelación ocupada por Sagitario
tiene parches notablemente oscuros. El centro de nuestro sistema galáctico ha
estado en la dirección de esta constelación a una distancia de unos 30,000 años
luz del Sol. Los individuos sagitarianos también tienen una vida muy
interesante, una parte de ella es brillante y otra oscura; el impulso principal
de su vida proviene del centro mismo de su ser: el Sol, que todavía está lejos.
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