LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA X

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adams

Si le pregunta a un químico o físico moderno por su definición de materia, él le responderá en términos casi idénticos con los que fueron utilizados por los filósofos de la Edad Media para definir el Espíritu.

El astrólogo es más franco que el profesor de otras ciencias. Él no se esforzará por ocultar su ignorancia debajo de una capa elaboradamente bordada de frases metafísicas. Se contenta con aceptar el dictamen de los “Schoolrnen, exeunt omnium in mysterium” (Escolares, dejad todo el misterio), con lo que querían decir que si sigus alguna idea lo suficiente, si sigue preguntando cómo y por qué y qué, en lugar de descansar contento con una explicación superficial, a medio camino: el resultado es siempre el mismo. Llega al espacio en blanco muro de lo inconcebible. Si hay alguna persona en la actualidad tan ignorante como para no reconocer el valor de la astrología y basar su juicio en bases materialistas, que leyera Los primeros principios de Herbert Spencer.

 En ese libro, que coincide con David Hume como uno de los tratados más magistrales sobre la naturaleza, visto por el escepticismo científico, encontrará probado con admirable lucidez que ninguna teoría posible de Dios o de la naturaleza es satisfactoria para la mente. Más aún, muestra que tal teoría no es siquiera inteligible para la mente.

Como gente práctica, haremos bien en no preocuparnos demasiado sobre metafísica. Será mejor que consintamos en la afirmación de que todo es relativo, y limitarnos a observar y medir las fuerzas que percibimos en acción. No es un argumento contra la astrología preguntar por qué el movimiento de un planeta determinado produce ciertos efectos. No sabemos más que el físico sabe por qué un nervio se contrae con la aplicación de corriente eléctrica. Nosotros no deseamos hacer una investigación tan filosófica. Solo nos preocupa informarnos en cuanto a si actúa.

NO DEBEN ADELANTARSE CONSIDERACIONES TEÓRICAS A PRIORI EN LA ASTROLOGÍA MÁS QUE CUALQUIER OTRA CIENCIA. TALES CONSIDERACIONES HAN SIDO LA MALDICIÓN DE TODAS LAS CIENCIAS.

Han hecho más para retardar el progreso de la ciencia que cualquier otra forma de locura humana. El lector debe estudiar las obras de T H. Huxley sobre este punto. En tiempos pasados, la gente comenzaba sus deducciones a partir de lo que suponían. ser una prueba indiscutible de los atributos de la Divinidad. Siempre que ellos encontraban un hecho que parecía no estar en armonía con esta idea preconcebida de su naturaleza, trataron de explicar el hecho, pero como los hechos no son: hielos que ganan,,, vieron que su castillo en el aire debía caer y, en consecuencia, recurrieron a la expediente de quemar viva a cualquier persona que pareciera interesada en el descubrimiento de hechos incómodos. Tal política era naturalmente suicida.