LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA - CCXXI

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adam

JÚPITER EN ESCORPIO I

Tan poderoso y tan agresivo es Escorpio que su influencia en la modificación de cualquier planeta que entre en su "zona de guerra" difícilmente puede estimarse demasiado. Marte y Júpiter forman la combinación más poderosa de dos planetas cualesquiera, y la energía marcial que Júpiter recibe del Señor de Escorpio es incluso más eficaz que la de Aries. Pues Júpiter es el Padre de los Dioses y tiene un fuerte instinto creativo, mientras que Escorpio es el signo del sexo. De ahí que las personas con Júpiter en este signo tengan la idea religiosa desarrollada en forma abrumadora e indisolublemente ligada a la de generación.

Cualesquiera que sean los puntos de vista que generalmente se tienen hoy en día en cuanto a la religión, no hay duda de que la más profunda reverencia por las fuerzas naturales de la creación produce una enorme fuerza, y especialmente la sinceridad de la convicción religiosa, ya que en tal caso negar el propio poder físico es fallar en la fe. Si Júpiter es fuerte en este signo, encontramos personas con una fe positivamente fanática en sí mismos. Dios es omnipotente y mora dentro de ellos; ¿Cómo, entonces, pueden flaquear en el camino? El efecto de la mala dignidad -digamos un mal aspecto de Júpiter desde Saturno Júpiter o Mercurio- sería alterar el equilibrio mental a este respecto, y dar evidencia de una perversión profundamente arraigada.

Tomar configuraciones tan débiles y perversas ante las demás, tenemos dos casos notables de lo que evidentemente equivale a sex-manía de tipo religioso. EL CASO DE EDITH ALLONBY, QUE SE SUICIDÓ PARA LLAMAR LA ATENCIÓN SOBRE UN LIBRO QUE HABÍA ESCRITO, MUESTRA A SATURNO Y URANO EN CUADRATURA CON JÚPITER, UNO A CADA LADO, Y MERCURIO CERCA DE UNA CONJUNCIÓN.

En gran escala, Tolstoi exhibe este tipo de histeria religiosa. Venus y Saturno están en cuadratura con Júpiter, pero el sextil de Neptuno añade un toque de misticismo intensificado por la conjunción de Marte y Neptuno. Aquí hay un caso de una mala aflicción transformada en exaltación y desembocando en canales comparativamente inofensivos, pero explica el espíritu de la Sonata de Kreutzer.

Encontramos dos ejemplos en las mujeres de instintos sexuales normales elevados a un alto poder y hechos útiles para asegurar el progreso material. El Júpiter de Nell Gwyn está en trígono con Marte, dando una potencia excepcional, mientras que la Luna, también en trígono del otro lado, añade una suavidad que, en vista de la fuerza dada por Marte, es decididamente una ventaja, especialmente como la cuadratura de Venus tiende a evitar un sentimentalismo demasiado grande.

Cleo de Merode tiene al Sol y Venus en semisextil con Júpiter y Neptuno opuestos; la Luna está en sextil por un lado y Marte por el otro. Cada una de estas combinaciones es muy fuerte y sutil.