EL UNIVERSO FINANCIERO Y LA ASTROLOGÍA LV

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8.  LA BURBUJA CREDITICIA Y  EL COLAPSO DE LA MONEDA

Se trata de una yuxtaposición interesante: acentúa el potencial de caos, pensamiento confuso y, en el peor de los casos, una propensión a pensar que “algo surgirá”. Ambos hombres tienen visiones de futuros positivos, pero sus respectivas combinaciones Sol/Luna tal vez no sean las mejores para dirigir un gran barco a través de las heladas aguas de la recesión.

Ahora está claro, como se indicó en la primera edición de este libro, que las rocas acechan. Los incesantes viajes de los planetas en sus órbitas establecidas nos permiten identificar los períodos en los que aparecerán las rocas. Como se ve en otras partes de este libro, los dos últimos años de la primera década del nuevo milenio cobran gran relieve.

-         ¿EN ESTOS MISMOS AÑOS EL ORO VOLVERÁ A LOS EMBRIAGADORES NIVELES QUE TUVO ENTRE 1978 Y 1981? Para saber esto, primero debemos evaluar lo que fue único en estos años.

         A finales de 1977, el precio del oro comenzó a dispararse. A principios de ese año se hicieron evidentes señales de que estaba listo para superar su techo normal. Lo que finalmente ocurrió fue extraordinario. El precio del oro en lingotes se disparó de 280 dólares a 890 dólares, y finalmente en 1984 volvió a caer a 360 dólares. En otoño de 2002 había vuelto a caer por debajo de los 290 dólares y algunas personas sentían que tal vez nunca más se aventuraría a bajar de la marca de los 300 dólares. Parecía ser un bien que había caído en desgracia. El Ministro de Hacienda del Reino Unido incluso consideró apropiado vender partes de las reservas de oro del Reino Unido, una acción que la historia puede demostrar que fue un error de juicio.

VENUS Y EL CICLO DEL ORO

Para entender qué pasó con el precio del oro entre 1978 y 1983 es ​​necesario observar un ciclo planetario diferente. Los ciclos considerados hasta ahora se han basado exclusivamente en la posición de cualquier planeta en relación con los cero grados de Aries. Sin embargo, los planetas no siguen exactamente la misma ruta. El zodíaco tropical puede describirse como un cinturón. Los planetas no viajan a lo largo del centro del cinturón, sino que tienen órbitas que los llevan a ambos lados del centro de este cinturón. Ni siquiera ésta es una ola uniforme. En un ciclo pueden viajar hasta un extremo de este aparente cinturón y en otro quizás sólo una parte de esa distancia.

La órbita de Venus puede llevarla a un nivel extremadamente alto y extremadamente bajo en este plano. Entre 1978 y 1983, esto es exactamente lo que ocurrió. No volvió a caer en su onda orbital habitual hasta mediados de la década de 1980, momento en el que el precio del oro volvió a caer en una banda estrecha. Lo que pudo haber provocado el enorme aumento de los precios a ambos lados de 1980 fue la ola salvaje de Venus, que la llevó desde el nivel superior de nuestro "cinturón" al borde inferior y viceversa varias veces en rápida sucesión. Este patrón no apareció en ningún otro momento del siglo XX. Ciertamente viajó a esos bordes, pero sólo durante este tiempo en particular visitó los extremos norte y sur de las declinaciones dentro de un marco de tiempo tan ajustado.