ASTROLOGIA Y DESTINO - VIII

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 ASTROLOGÍA Y DESTINO BY LIZ GREENE

Este es, por supuesto, el viejo problema espíritu-materia:

-         ¿QUÉ VIENE PRIMERO, EL HUEVO O LA GALLINA?

-         ¿IMAGINAMOS DIOSES PORQUE DEBEMOS DARLE SIGNIFICADO A LOS CAPRICHOS Y VICISITUDES DE LA VIDA FÍSICA, O LA VIDA FÍSICA SE EXPERIMENTA COMO INNATAMENTE SIGNIFICATIVA PORQUE HAY DIOSES?

Por supuesto, no puedo responder a esta pregunta. En sus esfuerzos por formular psicológicamente estas aguas inexploradas, Jung trató de encontrar un camino intermedio: ambos son aspectos de una realidad y no pueden separarse. Si el instinto es un extremo de un espectro que también abarca un nivel arquetípico o "espiritual", entonces el destino no es sólo el destino del cuerpo, sino también del alma. La experiencia del poder y la naturaleza de vida o muerte de la madre personal está vinculada en la psique con la NUMINOSIDAD de Moira, divina dadora de vida y dadora de muerte. Quizás eso sea todo lo que podemos decir: existe un vínculo. Vale la pena leer a otros dos escritores sobre estos temas. Uno de ellos es Johann JAKOB BACHOFEN (*), un jurista y filósofo social suizo del siglo XIX, cuyo enfoque poético del mito es un contrapunto refrescante a la definición abrumadoramente sutil del CONCISE OXFORD DICTIONARY (Diccionario conciso Oxford) del mito como "una historia falsa".

o   (*) JOHANN JAKOB BACHOFEN fue un jurista, antropólogo, sociólogo y filólogo suizo, teórico del matriarcado. Fue uno de los principales representantes de la antropología, sobre todo en el estudio del símbolo, específicamente en el mito. Johann JAKOB BACHOFEN en su obra MATRIARCADO con respecto al sistema GINECOCRÁTICO, imperante en las primeras sociedades prehistóricas; su desarrollo a lo largo de la historia y su declinación ante el advenimiento del patriarcado como sistema regulador de la sociedad vigente aún en la actualidad. Asimismo se habla de la transición de uno a otro sistema y de su alternancia a través de la comparación establecida por BACHOFEN entre el matriarcado y el patriarcado.

Así, la actividad de la naturaleza, su hábil creación y formación, se simbolizaban en el hilado, el trenzado y el tejido; pero estos trabajos estaban relacionados de otras maneras con el trabajo de la creación telúrica. En el tejido de dos hilos se podía ver el doble poder de la naturaleza, la interpenetración de los dos principios sexuales, requisito previo para toda generación. Lo sexual se manifestaba aún más en el trabajo del telar. Esta relación físico-erótica también comprende la idea de FATUM Y DESTINO. El hilo de la muerte está tejido en la red de la que se red de la que se compone todo organismo telúrico

LA MUERTE ES LA LEY NATURAL SUPREMA, EL FATUM DE LA VIDA MATERIAL, ANTE LA CUAL LOS PROPIOS DIOSES SE INCLINAN, Y SOBRE LA QUE NO PUEDEN PRETENDER DOMINAR. ASÍ, LA RED DE LA CREACIÓN TELÚRICA SE CONVIERTE EN LA RED DEL DESTINO, EL HILO SE CONVIERTE EN EL PORTADOR DEL DESTINO HUMANO, EILITÍA, LA PARTERA, LA BUENA HILANDERA, SE CONVIERTE EN LA GRAN MOIRA, QUE ES AÚN MÁS VIEJA QUE EL PROPIO CRONOS. EL TELAR, PORTADOR DE LA SUPREMA LEY DE LA CREACIÓN ESCRITA EN LAS ESTRELLAS, FUE ASIGNADO A LAS DEIDADES URANIANAS EN SU NATURALEZA SIDERAL Y FINALMENTE, QUE LA VIDA HUMANA Y EL COSMOS ENTERO ERAN VISTOS COMO UNA GRAN RED DE DESTINO

Aparte de su obsesión con la palabra "TELÚRICO" (Perteneciente o relativo a la Tierra como planeta), BACHOFEN realmente no debería ser parafraseado, por lo que lo he citado extensamente. Aquí en su intrincada red de conexiones podemos comenzar a ver dónde la astrología misma -HEIMARMENE, LA "COMPULSIÓN PLANETARIA" O LEY NATURAL DEL CIELO Y LA TIERRA- es parte integral del cuerpo celestial de la Gran Madre. Este es un mito de la creación que antecede a YAHVEH del Antiguo Testamento, porque aquí el poder creativo original en el cosmos es la gran diosa Moira. El ordenamiento armonioso de las esferas celestiales es su diseño, y la majestuosidad de esta tremenda imagen se burla suavemente de nuestra concepción común de un destino que puede leerse en las hojas de té. Esta es la imagen que, siento que tocamos e invocamos cuando reflexionamos sobre la rueda del horóscopo, pues esta antigua imagen reside en nosotros mismos. Tal vez sea de esta manera que el cuerpo se experimenta a sí mismo como si tuviera un lapso asignado. La imagen de Moira no se borra cuando el intelecto racional asciende a sus impresionantes alturas. Aunque es arcaica, simplemente se ha retirado al inframundo de donde salió hace mucho tiempo, donde el hilado y el tejido continúan sin ser reconocidos ni interrumpidos, solo para emerger a la luz del día como una experiencia de "mi destino". Citaré un pasaje más de BACHOFEN, porque lo encontraremos relevante más adelante:

En las oscuras profundidades OGIGIA (*) de la tierra tejen toda la vida y la envían hacia arriba, a la luz del sol; y en la muerte todo regresa a ellos. Toda vida paga su deuda con la naturaleza, es decir, con la materia. Así, las Erinias, como la tierra a la que pertenecen, son soberanas tanto de la muerte como de la vida, pues ambas están rodeadas de un ser material, telúrico... En su otro aspecto, las amistosas Euménides son las terribles y crueles diosas, hostiles a toda vida terrenal. En este aspecto se deleitan con la catástrofe, la sangre y la muerte, en este aspecto son monstruos malditos, sedientos de sangre y horribles, a quienes Zeus "ha declarado parias". En este aspecto reparten al hombre su merecida recompensa.

Cuando las Erinias entran en escena en la última obra de la ORESTÍADA DE ESQUILO, llevan este rostro más oscuro:

Nuestra misión es sangrienta, nunca hemos sido enviados a dañar a los inocentes. Muéstranos tus manos. Si no son rojas, dormirás profundamente en tu cama. Muéstranos tus manos. Izquierda. Derecha. Vivirás sin ser perseguido si son blancas. Muéstranos tus manos. Hay una que conocemos cuyas manos son rojas y no se atreve a mostrarlas. Con hombres como él, las manos de los dioses están rojas por el rencor de sangre de los muertos. La diosa de la vida nos dio estos poderes, nuestros, nuestros, para siempre nuestros. Cuando llegamos al ser, estaban marcados, los confines. Nosotros y los olímpicos no tenemos contactos íntimos. Se les ofrece comida a los dos, pero no a los dos juntos. No vestimos túnicas blancas, ellos no las usan ni negras.

No dudo de que también nosotros, en este siglo, como Zeus, los hemos marginado. Desde los albores de la era cristiana, nuestros dioses sólo han vestido túnicas blancas. Sin embargo, estas cosas permanecen como imágenes eternas en las profundidades. Las he visto con demasiada frecuencia en los sueños de prácticamente todos los analizados con los que he trabajado, como para creer lo contrario. En la tragedia de Esquilo, atormentan a Orestes hasta la locura por el asesinato de su madre, aunque el propio Apolo exigió ese asesinato; y Esquilo nos da una visión muy interesante de la manera en la que este aspecto retributivo del destino, que castiga al transgresor de la ley natural, puede observarse en el hombre moderno. Incluso un siglo después de Esquilo, los hombres ya no creían en esas terribles damas con garras en lugar de pies y serpientes en lugar de cabello y alas de buitre y voces de lechuzas. El mundo occidental las dejó atrás hace mucho tiempo. Pero una visita al hospital psiquiátrico local puede reintroducirnos de manera efectiva en su actual manifestación incorpórea. YO DIRÍA QUE EL INDIVIDUO, HOMBRE O MUJER, QUE TRANSGREDE CON DEMASIADA BRUTALIDAD LA LEY NATURAL DE SU PROPIO SER TAL VEZ PAGUE EL PRECIO CON LO QUE AHORA OPTAMOS POR LLAMAR "ENFERMEDAD MENTAL". NO HAY NADA JUSTO EN ESTO, PUES ESAS TRANSGRESIONES SE COMETEN GENERALMENTE DE MANERA INCONSCIENTE Y NO SE PUEDE CULPAR AL INDIVIDUO POR AQUELLO QUE IGNORA.

Pero las Erinias tampoco son justas en su trato con Orestes  (*) ; éste no tiene elección y se ve obligado a cometer su asesinato por orden del dios Apolo, pero aun así debe pagar el precio. Personalmente, a veces encuentro más creativo considerar a las Erinias, guardianas de la ley natural, que recurrir a términos que no entiendo del todo, como la esquizofrenia, pero sin duda cualquiera que preste atención a las Erinias hoy en día es un esquizofrénico. Sea como fuere, creo que es de inmenso valor considerar, cuando se trabaja como astrólogo, qué leyes naturales están representadas por el horóscopo y en qué esfera se está perpetrando una "transgresión", consciente o inconscientemente; y si esa transgresión puede ser reparada y cómo, para que las Erinias no persigan a ese individuo desde dentro o desde fuera como un "mal destino".

o   (*) Orestes, en la mitología griega, hijo de Agamenón , rey de Micenas (o Argos), y su esposa, Clitemnestra. Según Homero, Orestes estaba ausente cuando su padre regresó de Troya para encontrar la muerte a manos de Egisto , amante de su esposa

El tercer escritor que ha aportado importantes ideas sobre este misterioso complejo de DESTINO-INCONSCIENTE-MADRE-MUNDO es ERICH NEUMANN. En La gran madre, escribe:

El sentimiento vital de cada conciencia del yo que se siente pequeña en relación con los poderes está dominado por la preponderancia de la Gran Rueda que abarca todo cambio. Este arquetipo puede experimentarse externamente como mundo o naturaleza, o internamente como destino e inconsciente... Así, el aspecto terrible de lo Femenino siempre incluye a la mujer serpiente UROBÓRICA, la mujer con el falo, la unidad de la gestación y la procreación, de la vida y la muerte...

EN GRECIA, LA GORGONA COMO ARTEMISA-HÉCATE ES TAMBIÉN LA SEÑORA DEL CAMINO NOCTURNO, DEL DESTINO Y DEL MUNDO DE LOS MUERTOS. En este punto podríamos recordar a las brujas barbudas de Macbeth, que son mujeres fálicas: lo femenino que contiene su propio poder procreativo o generativo. Estas mujeres crean y destruyen la vida según sus propias leyes, no las de un cónyuge, consorte o rey. LA MADRE NOCHE O DIOSA NECESIDAD DA A LUZ A LAS MOIRAS Y LAS ERINIAS DE FORMA PARTENOGÉNICA, ES DECIR, SIN EL BENEFICIO DE LA SEMILLA MASCULINA. El pasaje citado anteriormente contiene algo que considero extremadamente importante que el astrólogo debe considerar: que el individuo que está más aterrorizado por el destino, y que se siente más amenazado por lo que experimenta como sus tendencias más oscuras y destructivas que destruyen el alma y la vida, es el individuo en el que el sentido del ego, el sentido del "yo mismo", es más débil. Esto conlleva una cierta implicación para el propio estudiante de astrología, ya que muchos de nosotros aprendemos nuestro arte por esta misma razón, y compartimos este problema con nuestros clientes. Ser consciente de este problema compartido puede ser inmensamente creativo, pero no ser consciente de él juega a favor de las Erinias y refuerza el miedo al destino.

CUANDO LAS ERINIAS CANTAN QUE «A UNO Y A OTRO SE LES OFRECE COMIDA, PERO NO A  LOS DOS JUNTOS», ARTICULAN UN DILEMA COMÚN: O VIVIMOS ATERRORIZADOS POR EL DESTINO PORQUE AÚN NO HEMOS ENCONTRADO NINGÚN SENTIDO DE INDIVIDUALIDAD GENUINA, O REPUDIAMOS LA IDEA MISMA DEL DESTINO PRECISAMENTE POR LA MISMA RAZÓN. Así, el astrólogo no sólo se confabula con su cliente; también se confabula con el escéptico virulento, que tiene miedo de lo mismo. Como la identidad secreta del psiquiatra con su paciente loco, el problema del destino nos vincula no sólo con aquellos que temen el aspecto retributivo de la vida, sino también con aquellos que rechazan todo lo que no sea la autonomía de la conciencia racional. Aunque no tengo claras las ramificaciones de esto, sospecho que es parte de la razón por la que la astrología tan a menudo choca con el colectivo, por la que la acumulación apasionada de estadísticas se ha vuelto necesaria y por la que el astrólogo individual tan a menudo se siente perseguido por la gente «normal». Ahora bien, no estoy sugiriendo que un firme sentido de la identidad personal haga desaparecer el destino. No sería tan estúpido como para sugerir eso; supongo que NEUMANN tampoco lo sería. PERO LA ACEPTACIÓN DE "MI DESTINO" DE UNA MANERA CREATIVA, EN LUGAR DE UNA BASADA EN EL MIEDO, TAL VEZ DEPENDA EN GRAN MEDIDA DE LA SENSACIÓN QUE TIENE EL INDIVIDUO DE SER UN INDIVIDUO.

NEUMANN CONTINÚA ESCRIBIENDO: