EL UNIVERSO FINANCIERO Y LA ASTROLOGÍA XCIV

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En su libro Sol *Tierra* Hombre, THEODOR LANDSCHEIT destacó los años 2002-2011 como un período de gran inestabilidad. Basándose en la relación entre Júpiter y el centro de masas del sistema solar, su relato mostró cómo esos períodos en el pasado habían coincidido con años de cambios extraordinarios. Los más recientes de estos cambios tuvieron lugar entre 1968 y 1972. Pocos estarían en desacuerdo con que este fue un período de agitación y rebelión en muchas partes del mundo (la Revolución Cultural de China y la guerra de Vietnam), pero también fue una época de entusiasmo, en la que el futuro más allá de los límites conocidos atrajo mucha atención. Los logros en los viajes espaciales y los cambios de perspectiva provocaron un cambio cultural significativo. La economía global también se vio alterada por los acontecimientos mundiales que ocurrieron durante este período.

Si se acota el marco temporal de LANDSCHEIT incorporando las tensiones de configuración planetaria al final de la década, los años 2009 a 2013 sugieren que los acontecimientos que tienen lugar entonces serán recordados durante mucho tiempo, como lo son los de 40 años antes.

De hecho, en el capítulo “Guerras del agua” vimos cómo las formas planetarias al final de esta primera década del siglo XXI podrían coincidir con una catástrofe provocada por el hombre en la Tierra. La historia proporciona ejemplos elocuentes de cómo reaccionaron las naciones a tensiones planetarias similares en el pasado. Si, como parece ser el caso, los movimientos de los planetas provocan ciertas reacciones en la Tierra, entonces los mercados bursátiles globales de estos años también prometen ser particularmente desafiantes. En el peor de los casos, podría producirse un colapso financiero si estalla la burbuja crediticia. En el mejor de los casos, podríamos vernos propulsados ​​hacia una nueva era de gestión financiera.

Es lamentable que no podamos mirar atrás a alineaciones similares en el pasado para ver qué cambios económicos tuvieron lugar, si es que hubo alguno. Hace cientos de años, cuando se produjeron algunas de estas formaciones planetarias, los mercados bursátiles mundiales simplemente no existían. Es cierto que los mercados de materias primas de Europa durante los últimos setecientos años están bastante bien documentados y que se pueden sacar algunas conclusiones mediante el análisis de los movimientos de estos precios; sin embargo, hay demasiadas diferencias entre esos períodos anteriores y la actividad actual como para permitir una fácil delineación del futuro financiero. Aun así, comprender los principios en juego proporciona pistas interesantes, y seguir estos hilos de pensamiento permite sacar conclusiones.

Como se ha señalado anteriormente, se prevé una considerable tensión cósmica a finales de 2009. Si bien no es posible afirmar con certeza que se habrán alcanzado los mínimos de manchas solares, ya que el ciclo solar puede ser impredecible, es probable. De lo que sí podemos estar seguros es de que varios ciclos planetarios llegarán a una fase crítica.

Es de particular interés que el 9 de noviembre de 2009, Saturno se encontrará en ángulo recto con Plutón, y ambos transitarán por los primeros grados de los importantísimos signos cardinales. ¡Es muy poco probable que esta alineación pase sin previo aviso!