sábado, 24 de agosto de 2024

ASTROLOGIA Y DESTINO - IX

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 ASTROLOGÍA Y DESTINO BY LIZ GREENE

NEUMANN CONTINÚA ESCRIBIENDO:


El hombre sigue siendo inferior y está a merced de lo Femenino que se enfrenta a él como un poder del destino... El símbolo de ODÍN COLGADO DEL ÁRBOL DEL DESTINO es típico de esta fase en la que el rey-héroe se caracterizaba simplemente por una aceptación del destino... Este destino puede aparecer como una anciana maternal, que preside el pasado y el futuro; o como una forma joven y fascinante, como el alma.

El autor se esfuerza en señalar que cuando se refiere al "ego masculino" no se refiere a los hombres, sino más bien al centro de la conciencia tanto en hombres como en mujeres, que es "masculino" en el sentido de que es dinámico, motivado hacia la diferenciación. En resumen, es como el sol en contraste con las profundidades lunares difusas y sombrías del inconsciente. Estoy bastante seguro de que el sol, considerado astrológicamente, es un punto en el horóscopo que tal vez sea más accesible para los hombres en general, porque representa una motivación masculina orientada hacia un objetivo; pero el sol significa lo mismo en el horóscopo de una mujer, y sigue siendo el símbolo de la conciencia del yo diferenciada en ambos sexos. EN ESTE SENTIDO, NEUMANN NO SE PREOCUPA EN LO MÁS MÍNIMO POR CUESTIONES "SEXISTAS", Y SERÍA ABSURDO INTERPRETARLO COMO TAL. HABLA DE UN DILEMA AL QUE SE ENFRENTAN TANTO HOMBRES COMO MUJERES: LA SENSACIÓN DE IMPOTENCIA E INDEFENSIÓN QUE TODOS EXPERIMENTAMOS ANTE ESAS IMPERIOSAS ERUPCIONES DE LA PSIQUE QUE NOS SOBREVIENEN COMO EL DESTINO.

Por otra parte, resulta absolutamente irresistible ver implícita en este pasaje una de las raíces arquetípicas de ese terror que tan a menudo se cuela en las relaciones entre hombres y mujeres, donde la mujer parece, por proyección o quizás en verdad, ser la portadora del destino para el hombre; quien, enfadado y asustado por "los poderes" sobre los que no tiene control, intenta, como Zeus, convertirla en un marginado de valor. EL MISTERIO PRIMORDIAL DE TEJER E HILAR TAMBIÉN SE HA EXPERIMENTADO EN PROYECCIÓN SOBRE LA GRAN MADRE QUE TEJE LA RED DE LA VIDA E HILA EL HILO DEL DESTINO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE APAREZCA COMO UNA GRAN HILADORA O, COMO TAN FRECUENTEMENTE, EN UNA TRÍADA LUNAR. No es casualidad que hablemos de los tejidos del cuerpo, pues el tejido que teje lo Femenino en el cosmos y en el útero de la mujer es vida y destino. Y la ASTROLOGÍA, EL ESTUDIO DE UN DESTINO REGIDO POR LOS ASTROS, enseña que ambos comienzan a la vez, en el momento temporal del nacimiento.

El problema del poder aterrador que el ego experimenta como una propiedad del inconsciente no es, como he dicho, una cuestión sexista. Parece ser una cuestión humana, y he conocido tantas mujeres que corren con miedo de sus propias profundidades como hombres dominados por el mismo miedo. Sin embargo, tal vez el miedo sea el principio de la sabiduría, como nos enseña el Antiguo Testamento, porque este miedo al poder del destino es al menos un reconocimiento. Por lo tanto, me inclino a cuestionar el valor de decirle a un cliente que ha venido para una lectura del horóscopo que una carta natal "simplemente" sugiere potenciales que puede superar o dominar según lo desee. No estoy sugiriendo que debamos retroceder a un nivel arcaico, donde el ego vuelve al terror primitivo y la aceptación pasiva del destino que caracterizan tanto a las culturas antiguas como a los niños modernos. Hemos luchado durante varios milenios para poder hacer algo más que eso. Pero la arrogancia, a su vez, no erradica la imagen arquetípica del destino que habita en las profundidades de la psique del cliente y del astrólogo. Tampoco esa actitud le ahorrará al cliente su destino.

El destino femenino que hemos estado explorando es, en cierto sentido, el paralelo psíquico de los patrones genéticos heredados de la línea familiar. O, en un sentido más amplio, es la imagen arquetípica de los instintos más primitivos que se enroscan en nuestro interior. Se trata de un destino de asignación, de límites naturales que no se pueden cruzar. Es el círculo más allá del cual el individuo no puede pasar en su vida, a pesar de los potenciales ilimitados que pueda percibir en sí mismo, porque las generaciones han construido ese círculo piedra a piedra. POR LO TANTO, EL DESTINO Y LA HERENCIA VAN DE LA MANO, Y LA FAMILIA ES UNO DE LOS GRANDES RECIPIENTES DEL DESTINO. Veremos más sobre esto más adelante. MOIRA, VISTA DESDE ESTA PERSPECTIVA, ES UNO DE LOS IMPULSOS INNATOS DENTRO DE LA PSIQUE, TANTO INDIVIDUAL COMO COLECTIVA, Y SU PAPEL ES DEFENDER LA JUSTICIA Y LA LEY EN EL REINO NATURAL DE LOS INSTINTOS.

Puesto que nuestros impulsos básicos están representados en el simbolismo astrológico por los planetas, es razonable suponer que el antiguo principio retributivo de Moira está representado en el horóscopo por uno de los planetas, así como por los signos y casas que están conectados con ese planeta. También es razonable suponer que, puesto que hemos descartado al destino y pretendemos en estos días que no existe, también seríamos ignorantes de esta dimensión de su significador dentro de la astrología. En cierto sentido, también podríamos considerar que la imagen que preside el destino retributivo es la imagen de un instinto de establecer límites proscritos dentro de uno mismo. Moira es la guardiana del derecho materno dentro del individuo, y es tan necesaria para el equilibrio de la psique y el cuerpo como otros impulsos más extrovertidos y más trascendentes.

He encontrado muy productivo, al interpretar los símbolos astrológicos, ser a veces descaradamente irracional y trabajar con las imágenes que tales símbolos invocan, en lugar de conceptualizar o reducir a palabras clave esas figuras antiguas y sagradas que durante tantos siglos fueron percibidas y experimentadas como dioses. Todavía no sabemos realmente qué son. Es más aceptable ahora, para los propósitos de la evaluación y comprensión colectiva, llamarlos impulsos, motivaciones o impulsos arquetípicos. Pero siento que el astrólogo, como el analista, puede beneficiarse del método de amplificación de Jung para acercarse a la esencia del lenguaje de la astrología. Podríamos ir aún más lejos e imaginar la experiencia de un planeta como un encuentro con una deidad, un numen, en lugar de pensar en términos de motivaciones o impulsos.

-         ¿ACASO NO SON ESTAS COSAS LO MISMO?

Tal vez no siempre sea sabio apropiarse de todo lo que hay dentro como si fuera "mío", es decir, propiedad del ego. En definitiva, nuestros impulsos innatos no están más sujetos a disección y control racional que los DAIMONES de Platón, que se dan a cada individuo al nacer y moldean su carácter para toda la vida. Tal vez sea importante reconocer, en particular cuando se trata de cuestiones como el destino, que hay aspectos de nuestras "motivaciones" que están más allá de nosotros mismos, son TRANSPERSONALES, autónomos, incluso infernales o divinos.

o   (*) Un DEMON, DAIMON O DAIMÓN (en griego, δαίμων) es un concepto de la mitología y la religión griegas cuyo significado puede ser diferente según el contexto en el que aparece. En los textos de Homero habitualmente tenía el significado de una divinidad indeterminada; cuando se aplicaba a la vida del hombre, equivalía a la fortuna, la suerte, un genio protector, el destino o la fatalidad.

Platón, en El banquete, definió un DEMON como un ser intermedio entre los mortales e inmortales, puesto que debía transmitir los asuntos humanos a los dioses y los asuntos divinos a los hombres. Dentro de esta concepción platónica, las principales funciones de los DÉMONES eran servir de guías a los hombres a lo largo de su vida y conducirlos al Hades en el momento de la muerte.

ENCONTRAR UN PLANETA EN UN SIGNO Y UNA CASA ES COMO ENTRAR EN UN TEMPLO Y ENCONTRARNOS CON LA MANIFESTACIÓN DE UN DIOS DESCONOCIDO. PODEMOS ENCONTRARNOS CON ESA DEIDAD COMO UNA EXPERIENCIA "EXTERNA" CONCRETA, O A TRAVÉS DE OTRA PERSONA QUE ES LA MÁSCARA A TRAVÉS DE LA CUAL SE ASOMA EL ROSTRO DEL DIOS; A TRAVÉS DEL CUERPO; A TRAVÉS DE UNA IDEOLOGÍA O VISIÓN INTELECTUAL; A TRAVÉS DEL TRABAJO CREATIVO; COMO UNA EMOCIÓN IMPERIOSA. A menudo se experimentan varias de estas cosas juntas, y se vuelve difícil ver la unidad entre lo que sucede en la vida exterior y lo que sucede en el interior. SIN EMBARGO, EL PLANETA TIENDE UN PUENTE SOBRE EL ABISMO ENTRE "EXTERIOR" E "INTERIOR" Y NOS PROPORCIONA NUESTRA CONEXIÓN SIGNIFICATIVA, PORQUE LOS DIOSES VIVEN EN AMBOS MUNDOS A LA VEZ. ENCONTRAR LA PERSONIFICACIÓN DE TODO LO QUE HEMOS EXPLORADO HASTA AHORA, DESTILADO EN LA IMAGEN DE MOIRA, ES ENCONTRAR AQUELLO QUE ES COMPULSIVO Y PRIMORDIAL. ES UNA CONFRONTACIÓN CON LA MUERTE Y EL DESMEMBRAMIENTO, PORQUE MOIRA ROMPE EL ORGULLO Y LA VOLUNTAD DEL EGO EN PEQUEÑOS PEDAZOS. DEBIDO A QUE ELLA ES INMUTABLE, NOSOTROS MISMOS CAMBIAMOS.

Ella (MOIRA) es más fuerte que los deseos y la determinación del ego, más fuerte que la razón del intelecto, más fuerte que el deber, los principios y las buenas intenciones; más fuerte incluso que la propia fe. Platón la imaginó entronizada en el centro del universo, con el huso cósmico sobre sus rodillas y sus hijas, que son reflejos diferenciados de su propio rostro, guardando los límites de la ley natural y castigando al transgresor con un profundo sufrimiento. La sabiduría de Moira se encuentra en la desesperación y la depresión, la impotencia y la muerte. Su secreto es lo que guía y sostiene al individuo cuando ya no puede sostenerse a sí mismo, y lo mantiene atado a su propio y único patrón de desarrollo

 

 

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