domingo, 8 de septiembre de 2024

ASTROLOGIA Y DESTINO - XIV

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 ASTROLOGÍA Y DESTINO BY LIZ GREENE

Así que Sísifo hace rodar su roca eternamente colina arriba y debe verla rodar eternamente hasta el fondo de nuevo, por los siglos de los siglos, porque ha traicionado los secretos divinos de Zeus. Tántalo busca eternamente el agua y la fruta que están eternamente fuera de su alcance, porque ha insultado y se ha burlado de los dioses. Ixión gira eternamente en su rueda de fuego, porque ha intentado violar a Hera, la reina de los dioses. Todas estas imágenes son formulaciones de frustración, desesperación sin fin, ardor desde dentro (como el río FLEGETÓN), humillación y némesis como recompensa por la inflación y el orgullo.

Ser puesto en la rueda del castigo (como XION) es ser puesto en un lugar arquetípico, atado a los giros de la fortuna, los giros de la luna y el destino, y las interminables repeticiones de volver eternamente a la misma experiencia sin liberación... Los anillos son círculos cerrados y el círculo se cierra sobre nosotros ya sea en el anillo de matrimonio, el laurel que corona o la corona sobre la tumba. EL GIRO IRREVOCABLE DEL DESTINO, YA SEA HACIA LA GANANCIA O LA PÉRDIDA, ES CARACTERÍSTICO DE PLUTÓN. TAMBIÉN LO ES LA EXPERIENCIA DEL DESEO FRUSTRADO. AQUELLO QUE DESEAMOS MÁS DE LO QUE JAMÁS HEMOS DESEADO NADA ANTES, PERO QUE ES LO ÚNICO QUE NO PODEMOS TENER, O QUE SÓLO PODEMOS TENER A TRAVÉS DE UN GRAN SACRIFICIO O LA MUERTE DE ALGUNA PARTE QUERIDA DE NOSOTROS MISMOS: TODO ESTO ES TÍPICO DE PLUTÓN. NATURALMENTE, EL ÁMBITO SEXUAL ES UNO DE LOS LUGARES MÁS OBVIOS DONDE OCURRE ESTE TIPO DE EXPERIENCIA. TAMBIÉN LO ES EL ÁMBITO DEL PODER Y LA POSICIÓN. EL PODER Y LA SEXUALIDAD, EL PODER O LA PÉRDIDA DE PODER A TRAVÉS DE LA SEXUALIDAD, SON TEMAS INTRÍNSECOS A PLUTÓN.

Esto parece ser lo que sabían los nórdicos cuando duplicaban esa palabra para el destino y los genitales. No creo que siempre esté claro si el poder está en las propias manos o en las de otro, pues el poderoso y el que se somete a él son aspectos de la misma figura, así como Perséfone pertenece a Hades. EL ANHELO, LA CODICIA Y EL DESEO EMANAN DE AMBOS, Y DONDEQUIERA QUE PLUTÓN SE ENCUENTRE IMPLICADO EN UNA SITUACIÓN EN LA QUE UNO DEBE SOMETERSE A OTRO QUE ES MÁS PODEROSO, PROBABLEMENTE SEA VALIOSO RECORDAR QUE CUANDO ESTE PLANETA ESTÁ INVOLUCRADO UNO NUNCA ESTÁ LIBRE DE CULPA. FRENTE A PLUTÓN, NOS ENCONTRAMOS CON NUESTRAS ABORRECIBLES COMPULSIONES, NUESTRAS PASIONES INSATISFECHAS: EL PATRÓN REPETITIVO IMPOSIBLE DE LUCHAR CON ALGO SOLO PARA ENCONTRARLO UNA Y OTRA VEZ. TÁRTARO DESCRIBE EN LENGUAJE MÍTICO LA OSCURIDAD HUMANA, LA CODICIA Y LA PATOLOGÍA. ABARCA LA ENFERMEDAD, LA CRUELDAD, EL ARDOR, LA OBSESIÓN, EL FRÍO GÉLIDO Y LA SED PERPETUA.

          Estas figuras atormentadas nos dicen algo más sobre Plutón: nos recuerda una y otra vez lo incurable, el lugar de la herida incurable, el lado psicópata de la personalidad, el rostro retorcido y ultrajado de la GORGONA. Es lo que nunca mejora. Una de las imágenes de la alquimia para este lado codicioso, deseoso, violento e irredimible de la naturaleza es el lobo, que debe ser colocado en el alambique con el rey. El lobo destruye al rey y luego es quemado a fuego lento hasta que no queda nada más que cenizas. Si estas cosas realmente cambian, lo hacen sólo a través del fuego; y el rey, que encarna los valores dominantes y los sistemas de creencias del ego, debe morir primero. PLUTÓN ES, POR LO TANTO, UN GRAN Y DIVINO EQUILIBRADOR DE LA ARROGANCIA. SIN ÉL, EL HOMBRE SE CREERÍA DIOS Y AL FINAL SE DESTRUIRÍA A SÍ MISMO: UNA SITUACIÓN QUE SE VUELVE CADA VEZ MÁS PROBABLE CON EL PASO DEL TIEMPO. Frente a Plutón, como el niño frente a su madre, experimentamos el círculo infranqueable de las limitaciones del alma, las limitaciones del destino. No son los límites mundanos de Saturno, sino el sabor más profundo de nuestra vulnerabilidad y mortalidad. Los estados circulares de la repetitividad, girando y girando en los remolinos de nuestras propias condiciones, nos obligan a reconocer que estas condiciones son nuestra esencia misma y que el movimiento circular del alma no puede distinguirse del destino ciego.

PLUTÓN, AL PARECER, GOBIERNA AQUELLO QUE NO PUEDE O NO QUIERE CAMBIAR. SE TRATA DE UNA CUESTIÓN ESPECIALMENTE DOLOROSA EN UNA ÉPOCA DE TERAPIAS DE AUTOAYUDA Y DE UNA CREENCIA CADA VEZ MAYOR DE QUE UNO PUEDE CONVERTIRSE EN CUALQUIER COSA, SI SE LE DAN LAS TÉCNICAS, LOS LIBROS O LOS LÍDERES ESPIRITUALES ADECUADOS.

La humildad ante los dioses es una virtud antigua, promovida no sólo por la Biblia, sino también por los griegos. «NADA EN EXCESO» -NI SIQUIERA LA AUTO-PERFECCIÓN- estaba grabado ante la puerta del templo de Apolo en Delfos, junto con «Conócete a ti mismo». Éstos eran los principales requisitos que los dioses pedían a los hombres. Pero es precisamente esta cuestión la que Plutón nos obliga a afrontar. ES IRÓNICO Y PARADÓJICO QUE LA ACEPTACIÓN GENUINA DE LO INMUTABLE SEA A MENUDO UNA DE LAS CLAVES PARA UN CAMBIO VERDADERO Y PROFUNDO EN LA PSIQUE. Pero esta pequeña ironía, que habría sido adecuada para el doble sentido de Apolo, no parece que se pueda aprender en ninguna escuela, salvo en los fuegos de la vida. Por eso sigue siendo un secreto, no porque nadie lo diga, sino porque nadie lo creerá, a menos que haya sobrevivido al fuego.

Así, Plutón, como símbolo del destino retributivo, gobierna el lugar donde la voluntad ya no sirve. Las terapias, las meditaciones, las dietas y los encuentros no llegan hasta allí; y la decisión ya no es si debo hacer lo correcto o lo incorrecto, sino si debo sacrificar mi brazo izquierdo o mi derecho. Este dios es una imagen de nuestra esclavitud, nuestra humillación y nuestra violación. Siento que la cuestión de la HYBRIS (UBRIS), la ofensa contra los límites circunscritos y contra el destino, se encuentra en el centro del significado del planeta. También se pueden encontrar ecos de este tema en el mito en relación con el signo de Escorpio, ya que el escorpión en el mito sumerio, babilónico y egipcio más antiguo, así como en el griego, es invariablemente la criatura enviada por una deidad enojada para castigar la HYBRIS (UBRIS),  de alguien.

Desde sus primeras expresiones en griego y latín, el mito del Escorpión ha estado vinculado con el desastre que azotó a Orión, el gran cazador cuya soberbia lo llevó a ofender a los dioses. El Escorpión lo atacó y lo mató, emergiendo repentinamente de las entrañas de la tierra, de más allá del mundo al que pertenece Orión, el atacado. Hasta donde yo sé, no hay ningún texto astrológico en el que este elemento de agresividad destructiva repentina no aparezca como una característica esencial de Escorpión. El simbolismo astrológico lo expresa asignando a Escorpión a Ares (Marte), el dios fogoso y agresivo, señor de las catástrofes violentas y dramáticas; con lo que inmediatamente le da a Escorpión el significado central de una ruptura del equilibrio por la irrupción, desde las sombras, de un asaltante desconocido... Escorpio, el signo de la criatura que surge de las humedades CTÓNICAS, se caracteriza cada vez más claramente como el signo de la escoria, de la naturaleza primitiva, caótica, discordante, condenable, que se revela por irrupciones repentinas y peligrosas.

ESTA ATRACTIVA DESCRIPCIÓN PARECE COINCIDIR CON LO QUE HEMOS VISTO DE PLUTÓN. ES CASI SUPERFLUO AÑADIR QUE, EN EL MITO DE ORIÓN, EL ESCORPIÓN GIGANTE QUE DESTRUYE AL GRAN CAZADOR POR SU ARROGANCIA ES ENVIADO POR ARTEMISA-HÉCATE, "SEÑORA DEL CAMINO NOCTURNO, DEL DESTINO Y DEL MUNDO DE LOS MUERTOS".

 

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