Usando la Astrología Medieval XXXII

Usando la Astrología Medieval XXXII

Versión en Idioma Español autorizada por BENJAMIN N. DYKES, PHD, AMA, para la Escuela Internacional de Astrología

CAPÍTULO 4: LAS PARTES ÁRABES

La astrología medieval cuenta con varios estándares, y (en la horaria y en la astrología de conveniencia) potencialmente con cientos de "partes árabes" Las partes árabes son los puntos sensibles de la eclíptica, que expresan ciertas relaciones, y se utilizan en la delimitación de ciertos temas. Cada parte árabe deriva de la longitud tres puntos de la eclíptica, siempre involucrando una combinación de los planetas y las cúspides de las casas que son relevantes para el tema. En este capítulo voy a tomar la Parte de la Fortuna que aún permanece como ejemplo de un elemento típico, pero más adelante en este compendio voy a describir otras.

La parte de la fortuna se utiliza para obtener información adicional dónde un nativo encuentra buena suerte, éxito y dinero. Se calcula contando el número de grados (en el orden de los signos) entre las dos luminarias, y el número que se proyecta (de nuevo, en el orden de signos) desde el Ascendente. Los grados resultantes es la ubicación de Fortuna. El uso de las luminarias en la presente parte se relaciona con la idea de que la vida y la prosperidad son más análogos a ellos, nos encontramos con la buena suerte, éxito y - poder económico. Puesto que la vida también está regida por el ascendente, proyectamos su diferencia de longitud desde la misma.

Dado que el Sol es el regente de la secta de día, en las cartas diurnas comenzamos desde el Sol y contamos a la Luna, y proyectamos esta distancia desde el Ascendente. En las cartas nocturnas comenzamos a partir de la Luna y contamos hasta el Sol, luego proyectamos la distancia desde el Ascendente.

Por lo tanto, la distancia entre Fortuna y el Ascendente es igual a la de una luminaria con la otra. El enfoque estándar para delinear las partes árabes consiste en ver si la parte y el regente (s) están en buenas condiciones o no. Si es así, el tema que representa va bien y producirá buenas cosas, si no, no. La mejor situación es cuando la parte es angular o sucedente en fuerza, en un aspecto benéfico a benéficos fuertes, y si los regentes están en su domicilio y triplicidad serán fuertes y sin aflicciones. Lo peor sería si la parte está cadente, en conjunción / cuadratura / oposición a los maléficos, con los regentes en domicilio y triplicidad afligidos y débiles. La mayoría de los casos son en algún punto intermedio. Así, por ejemplo, si la parte de los niños está en las mejores condiciones posibles, es un testimonio de que el nativo tendrá muchos niños que les irá bien. Si en un estado regular, pocos niños de condición media. En las peores condiciones, sin hijos o niños que mueren antes o les va mal.

No todas las partes árabes son tratadas de la misma manera. En algunos casos se delinean sobre la base de la triplicidad del signo en la que cae la Parte. Podemos utilizar algunas de las direcciones principales. Algunas partes se usan para predecir los acontecimientos. Un ejemplo de este último caso se encuentra en la astrología, donde el grado longitudinal en el que una parte cae predice el número de años en los que un régimen sigue en el poder (por ejemplo, 135 ° = 135 años).

Las Partes árabe en una carta son consideraciones estrictamente secundarias. En cierto modo esto se hace evidente por el hecho de que sus posiciones son estrictamente derivadas sobre los planetas. Pero puesto que cada Parte se adapta para dar información específica, es tentador - sobre todo con muchas partes disponibles - ir directamente a un elemento para decir algo específico. Esto es un error que aunque es muy común que pase si uno tiene un fondo en la astrología moderna. Desde

La astrología moderna no tiene reglas claras de delimitación y, a veces incluso se abstiene de las reglas, un estudiante de la astrología moderna que se introduce por primera vez en los temas tradicionales como las partes las encuentran irresistibles aunque no tiene idea qué hacer con ellas.

Aquí hablo por experiencia personal. Hace años, mientras luchaba para darle sentido a la astrología moderna, me encontré con la astrología tradicional horaria y los elementos árabes. Me fascinaron las reglas y la exactitud de la astrología horaria, y pronto me encontré tratando de inventar mis propias partes árabes, con la esperanza de encontrar la respuesta que yo quería en cartas horarias. Pero ni siquiera estaba seguro de cómo delinear, y de todos modos no estaba dispuesto a aceptar los hechos básicos, el éxito y el fracaso o el bien y el mal, que se pueden ver en delimitaciones tradicionales, precisas. Si no me gustaba o no entendía lo que decía la carta horaria, me inventaba una nueva parte, con la esperanza de obtener una respuesta diferente. Y así llegamos de nuevo a un importante mensaje de la astrología medieval: que las delimitaciones exactas y las predicciones pueden ser hechas, si tenemos una buena apreciación de la objetividad y la realidad de lo bueno y de lo malo junto con un respeto por las reglas confirmadas de nuestra tradición. Tenemos que aprender primero los principios básicos, luego las reglas de delineación y luego por último las técnicas de predicción.

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