lunes, 20 de enero de 2014

Horóscopos II

Con lo que no estamos de acuerdo con Moisés Wasserman con relación a su artículo  Todos los días del año los periódicos ofrecen a sus lectores horóscopos para que los guíen. Por Moisés Wasserman, es en lo siguiente:
 
La astrología no es la de los horóscopos que aparecen diariamente en los periódicos, más aún casi siempre los que escriben sobre este tema no son astrólogos, la astrología no es una ciencia tal como se define de acuerdo con el pensamiento racionalista, no se presta a evaluaciones de tipo estadístico para demostrar su validez. Aunque la astrología incluye dentro de su práctica el arte predictivo, no todos los astrólogos están capacitados para hacer predicciones exactas. Los astrólogos que hacen predicciones utilizando los medios de comunicación, se equivocan. Los verdaderos astrólogos pasan desapercibidos y sus trabajos son inéditos. Las investigaciones que se hacen sobre el tema están basadas en los signos solares, desde luego que no es posible que muchas personas que hayan nacido bajo un mismo signo zodiacal tengan las mismas características de comportamiento, es imposible, cada persona es única. A continuación veamos lo que escribió el Frater perseverantia al respecto:
 
 
DANIEL, MAESTRO DE LOS ASTROLOGOS
Por: Frater Perseverantia
Los materialistas, los impíos y ateos, pueden mofarse de la Astrología todo lo que quieran. Nadie que pretenda aceptar la Biblia como su  regla y guia en la fé y la práctica, puede renegar de la validez de este arte milenario sin revelar su ignorancia acerca de las Escrituras  que dice creer, o la vacía insinceridad de su postura reverente. Los principios fundamentales de la Astrologia están explícitos en las  Sagradas Escrituras. El punto de vista astrológico está indicado en muchas de las enseñanzas Bíblicas.  Muchos pasajes de ambos Testamentos  son inteligibles a menos que se use la clave de la Astrologia para develar su significado.
El versículo 14 del Primer Capítulo del Génesis habla de las luces de los cielos como siendo signos, y el Hebreo original muestra  claramente que estos signos son algo más que simples indicadores de períodos de tiempo. Ellos marcan el destino del hombre.
El Salmo 19 empieza así: "Los cielos declaran la gloria de Dios", y el versículo 4 de la versión autorizada está traducido así: "Su línea  cruzó toda la tierra, y sus palabras hasta el fin del mundo". Un texto más fiel al espíritu del original en Hebreo sería: "Su ley se  extiende sobre toda la tierra, y sus órdenes hasta el fin del mundo". Es decir, las leyes u orden de los espacios celestiales penetran todo  el campo de la actividad terrestre. Esta es la primera premisa de la Astrologia.  Además, muchos intérpretes rabínicos nos dicen que el  sustantivo traducido como "Línea" en la versión del Rey Jaime, la cual he transcrito como : "Ley" significa el poder que impera sobre todo  el Universo, y que da forma y figura a las cosas.
Para el ocultista que ha tenido el privilegio de familiarizarse con la tradición Rosacruz, la frase "Los cielos declaran la gloria de  Dios", tiene un significado especial, porque el valor total de sus palabras en Hebreo es 888, el número del nombre griego lesous, Jesús, y  de las palabras hebreas Jehovah tzabaoth, ha-Messhiach, "Jehovah de los ejércitos, el Mesías".   En la doctrina de la Escuela Occidental de  ocultismo, es un principio básico que cualquier fenómeno es una manifestación de un poder único, designado en el principio del Evangelio  según San Juan como el Logos, o Verbo.  En la enseñanza esotérica acerca de que Verbo, idéntico con Jehovah de los Ejércitos,en esencia, es  la Realidad Una anunciada al mundo a través del mensaje de Jesús, y éste mensaje está basado sobre la clara percepción que tenia Jesús  acerca de la verdadera naturaleza del espíritu más interno del hombre, y la identidad de éste espíritu con la Mente Viviente Unica que se  proyecta a Sí Misma en el orden celestial del firmamento.
Nunca debemos olvidar que la traducción literal de las palabras que tan frecuentemente pronunciaba Jesús, "El reino de los cielos", es  realmente "La ley de los cielos". Esta frase está repetida varias veces, y se necesita solamente estudiar las parábolas de Jesús acerca del  reino para ver claramente dos cosas: Primero Que el reino de los cielos no es un estado futuro, posterior a la muerte; Segundo que no es un  reino político, como algunos lo han imaginado en forma fanática y tonta.  Por el contrario, es un orden, una ley, manifestada perfectamente  en los espacios estelares, y en el Padre Nuestro pedimos que esta misma ley y este mismo orden se hagan manifiestos sobre la tierra.
En la visión de Ezequiel, que aparece en el. primer capítulo de su profecía, hay cuatro criaturas vivientes, una con la cara de un hombre,  otra con la cara de un león, la otra con la cara de un toro y la otra con la cara de un águila.  Estas cuatro figuras están también  descritas en la visión relatada en el capítulo cuarto del Apocalipsis. Las representaciones de estas cuatro figuras estaban en los  estandartes de cuatro tribus de Israel.  E! estandarte de Judá tenía un león, el de Dan un águila, el de Efraím un toro y el de Manasés un  hombre.
Todo esto es genuinamente astrológico.  El león, el águila, el hombre y el toro representan los cuatro signos fijos del zodíaco:  Leo,  Escorpio, Acuario y Tauro. Escorpio está representado por un águila puesto que la constelación zodiacal Aquila, el águila, aparece al mismo  tiempo que Escorpio.  Leo, el signo fijo de la triplicidad del fuego, está asociado en la Qabalah con la primera letra del Nombre  Divino I  H V H, Jehovah,  Escorpio, el signo fijo de la triplicidad del agua está asociado con la segunda letra.   Acuario, el signo fijo de la  triplicidad del aire está relacionado con la tercera letra.  Tauro, el signo fijo de la tierra está asignado a la última letra.   En  relación con ésto debe anotarse que Leo, Escorpio, Acuario y Tauro son los signos del zodíaco quinto, octavo, undécimo y segundo, y que la  suma de los números que indican sus posiciones en la serie zodiacal, cinco, ocho, once y dos, es 26, la suma de los valores de las cuatro  letras que componen el nombre I H V H, Jehovah.
Las doce tribus de Israel representan también los doce signos del zodíaco, aun cuando ha habido mucha con fusión acerca de la  correspondencia correcta de los signos con las tribus.  También las piedras sobre el pectoral del sacerdote están relacionadas son los  signos del zodíaco. Y de la misma forma las puertas y los pilares de la Nueva Jerusalén como está descrita en el Apocalipsis.
Las cuatro criaturas viviente que representan los signos fijos, se han relacionado tradicionalmente también con los Cuatro Evangelios, y  están representadas en las cuatro partes de las armas de la Francmasoneria. Además en el horóscopo correcto de la Declaración de la  Independencia, Leo está en el Medio Cielo, Escorpio en al As cendente, Acuario en el Nadir y Tauro en el Descendente. Así, si empezamos en  la parte superior del horóscopo y seguimos la rueda hacia la izquierda, en la dirección en que se lee Hebreo, los cuatro puntos cardinales  del horóscopo deletrean el nombre Jehovah, de acuerdo con la atribución de sus cuatro letras a estos cuatro signos. Además los grados de  los signos en el Medio Cielo y el Nadir son 21 ,y en el Ascendente y Descendente son 13.  Esta es una coincidencia interesante, porque el  nombre de United States of America, tiene 21 letras, y la inscripción E Pluribus Unum, tiene 13 letras.
Estas son solo algunas de las alusiones asrrológi cas de la Biblia, encontradas desde el Génesis hasta el « Apocalipsis.  Pero no tenemos  que depender de estasa lusiones para llegar a la certidumbre que la filosofía astrológica se encuentra en las Sagradas Escrituras.  El  versículo 20 del capítulo 5 de los Jueces, nos da una indicación clara y definida acerca de la cual no puede haber duda al guna.  Dice así:  "Las estrellas en sus cursos lucharon con tra Sisera".  Aquí el sustantivo traducido como "cursos" es aquél que en la literatura hebrea  posterior designa invariablemente los doce signos del zodíaco. El mismo sustantivo es usado en Proverbios 16:17 para indicar el curso del  destino humano en la frase: "El Sendero del justo es alejarse del mal", donde el sustantivo traducido como "Sendero" es Masloth (La esfera  del Zodíaco, segundo sephirot = Chokmah), el mismo que se tradujo como "cursos" en la cita de los Jueces.
Nótese el contraste. Sisera no era justo en forma alguna.  Era un tirano que buscaba esclavizar a los Israelitas. Las estrellas del zodíaco  lucharon contra él porque el orden celestial es una ley perfecta de libertad. Igualmente el nombre Jesús, que es el equivalente numérico de  la frase "Los cielos declaran la gloria de Dios" significa literalmente "La naturaleza de la Realidad es liberar'. Consecuentemente el  justo, que armoniza su vida con el orden del firmamento, encuentra este orden como un gran sendero que le permite apartarse del mal.   "La  astrologia es tristemente mal entendida si se la enseña como algo relaciona do con los mandatos irrevocables del destino"  El sendero del  justo es la cooperación del hombre sabio con las fuerzas cósmicas cuyo flujo y reflujo están indicados por las con figuraciones cambiantes  de los cielos. Ser ignorante de las influencias estelares es estar limitado por esta ignorancia como lo están todos los tiranos basado en  su voluntad personal de los cuales Sisera era un prototipo. Conocer el curso de las estrellas es poder utilizar siempre sus influencias en  forma constructiva y alejarse así de la limitación del azar, la voluntad personal y el mal hacia la libertad perfecta de aquellos que  obedecen el orden celestial como la base de sus pensamientos y actos.
La Biblia contiene mucha más evidencia en favor de la Astrologia que la que yo he citado. Un solo Libro del Antiguo Testamento fué escrito  por un hombre que ocupaba el cargo de astrólogo principal en la corte Babilonia, bajo Nabucodonosor y Belsasar y continuó en este cargo  hasta el primer año del reinado de Ciro.
Este hombre fué Daniel. Su mismo nombre tiene un significado astrológico. Los astrólogos llaman a la parte analítica y predictiva de su  trabajo el juicio del horóscopo, y Daniel significa "Dios es el Juez". Los astrólogos competentes saben bien que para leer un horóscopo se  necesita algo más que la experiencia, algo que va más allá de la interpretación literal de las reglas. Sin la intuición ningún astrólogo  puede tener éxito, y la intuición es realmente la instrucción interna Omnípresencia de Dios necesita. Su presencia real en ia personalidad  humana y solamente aquellos que han establecido contacto con esta fuente interna de conocimiento están debidamente calificados para hacer  juicios astrológicos.
La historia de Daniel muestra que desde su juventud se destacó como uno de los principales astrólogos de la corte de Babilonia. Muestra  también que cultivaba asiduamente la actitud de receptividad a la dirección Divina que es indispensable para el juicio apropiado de un  horóscopo. En el capítulo segundo de su libro que trata de una de las más notorias profecías astrológicas, se relata diciéndole él mismo  Nabucodonosor:
"El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden enseñar al rey; más hay un Dios en los cielos el  cual revela los misterios, y El ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de de acontecer al cabo de los días".
Como una recompensa por sus aciertos en interpretar los sueños del rey, Daniel recibió la investidura de Maestro de los Magos. Este fué su  título oficial, de acuerdo con la traducción de la Versión Autorizada; pero el texto original le llama Rab chartomia, "maestro de los  astrólogos".
 
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