Con lo que no estamos de acuerdo con Moisés Wasserman con relación a su artículo Todos los días del año los
periódicos ofrecen a sus lectores horóscopos para que los guíen. Por Moisés
Wasserman, es en lo siguiente:
La astrología no es la de los horóscopos que aparecen diariamente en los periódicos, más aún casi siempre los que escriben sobre este tema no son astrólogos, la astrología no es una ciencia tal como se define de acuerdo con el pensamiento racionalista, no se presta a evaluaciones de tipo estadístico para demostrar su validez. Aunque la astrología incluye dentro de su práctica el arte predictivo, no todos los astrólogos están capacitados para hacer predicciones exactas. Los astrólogos que hacen predicciones utilizando los medios de comunicación, se equivocan. Los verdaderos astrólogos pasan desapercibidos y sus trabajos son inéditos. Las investigaciones que se hacen sobre el tema están basadas en los signos solares, desde luego que no es posible que muchas personas que hayan nacido bajo un mismo signo zodiacal tengan las mismas características de comportamiento, es imposible, cada persona es única. A continuación veamos lo que escribió el Frater perseverantia al respecto:
DANIEL, MAESTRO DE LOS ASTROLOGOS
Por: Frater Perseverantia
Los materialistas, los impíos y ateos, pueden mofarse de
la Astrología todo lo que quieran. Nadie que pretenda aceptar la Biblia como
su regla y guia en la fé y la práctica,
puede renegar de la validez de este arte milenario sin revelar su ignorancia
acerca de las Escrituras que dice creer,
o la vacía insinceridad de su postura reverente. Los principios fundamentales
de la Astrologia están explícitos en las
Sagradas Escrituras. El punto de vista astrológico está indicado en
muchas de las enseñanzas Bíblicas.
Muchos pasajes de ambos Testamentos
son inteligibles a menos que se use la clave de la Astrologia para
develar su significado.
El versículo 14 del Primer Capítulo del Génesis habla de
las luces de los cielos como siendo signos, y el Hebreo original muestra claramente que estos signos son algo más que
simples indicadores de períodos de tiempo. Ellos marcan el destino del hombre.
El Salmo 19 empieza así: "Los cielos declaran la
gloria de Dios", y el versículo 4 de la versión autorizada está traducido
así: "Su línea cruzó toda la
tierra, y sus palabras hasta el fin del mundo". Un texto más fiel al espíritu
del original en Hebreo sería: "Su ley se
extiende sobre toda la tierra, y sus órdenes hasta el fin del
mundo". Es decir, las leyes u orden de los espacios celestiales penetran
todo el campo de la actividad terrestre.
Esta es la primera premisa de la Astrologia.
Además, muchos intérpretes rabínicos nos dicen que el sustantivo traducido como "Línea"
en la versión del Rey Jaime, la cual he transcrito como : "Ley"
significa el poder que impera sobre todo
el Universo, y que da forma y figura a las cosas.
Para el ocultista que ha tenido el privilegio de familiarizarse
con la tradición Rosacruz, la frase "Los cielos declaran la gloria de Dios", tiene un significado especial,
porque el valor total de sus palabras en Hebreo es 888, el número del nombre
griego lesous, Jesús, y de las palabras
hebreas Jehovah tzabaoth, ha-Messhiach, "Jehovah de los ejércitos, el
Mesías". En la doctrina de la
Escuela Occidental de ocultismo, es un
principio básico que cualquier fenómeno es una manifestación de un poder único,
designado en el principio del Evangelio
según San Juan como el Logos, o Verbo.
En la enseñanza esotérica acerca de que Verbo, idéntico con Jehovah de
los Ejércitos,en esencia, es la Realidad
Una anunciada al mundo a través del mensaje de Jesús, y éste mensaje está
basado sobre la clara percepción que tenia Jesús acerca de la verdadera naturaleza del
espíritu más interno del hombre, y la identidad de éste espíritu con la Mente
Viviente Unica que se proyecta a Sí
Misma en el orden celestial del firmamento.
Nunca debemos olvidar que la traducción literal de las
palabras que tan frecuentemente pronunciaba Jesús, "El reino de los
cielos", es realmente "La ley
de los cielos". Esta frase está repetida varias veces, y se necesita
solamente estudiar las parábolas de Jesús acerca del reino para ver claramente dos cosas: Primero
Que el reino de los cielos no es un estado futuro, posterior a la muerte;
Segundo que no es un reino político,
como algunos lo han imaginado en forma fanática y tonta. Por el contrario, es un orden, una ley,
manifestada perfectamente en los
espacios estelares, y en el Padre Nuestro pedimos que esta misma ley y este
mismo orden se hagan manifiestos sobre la tierra.
En la visión de Ezequiel, que aparece en el. primer
capítulo de su profecía, hay cuatro criaturas vivientes, una con la cara de un
hombre, otra con la cara de un león, la
otra con la cara de un toro y la otra con la cara de un águila. Estas cuatro figuras están también descritas en la visión relatada en el
capítulo cuarto del Apocalipsis. Las representaciones de estas cuatro figuras
estaban en los estandartes de cuatro
tribus de Israel. E! estandarte de Judá
tenía un león, el de Dan un águila, el de Efraím un toro y el de Manasés un hombre.
Todo esto es genuinamente astrológico. El león, el águila, el hombre y el toro representan
los cuatro signos fijos del zodíaco:
Leo, Escorpio, Acuario y Tauro.
Escorpio está representado por un águila puesto que la constelación zodiacal
Aquila, el águila, aparece al mismo
tiempo que Escorpio. Leo, el
signo fijo de la triplicidad del fuego, está asociado en la Qabalah con la
primera letra del Nombre Divino I H V H, Jehovah, Escorpio, el signo fijo de la triplicidad del
agua está asociado con la segunda letra.
Acuario, el signo fijo de la
triplicidad del aire está relacionado con la tercera letra. Tauro, el signo fijo de la tierra está
asignado a la última letra. En relación con ésto debe anotarse que Leo,
Escorpio, Acuario y Tauro son los signos del zodíaco quinto, octavo, undécimo y
segundo, y que la suma de los números
que indican sus posiciones en la serie zodiacal, cinco, ocho, once y dos, es
26, la suma de los valores de las cuatro
letras que componen el nombre I H V H, Jehovah.
Las doce tribus de Israel representan también los doce
signos del zodíaco, aun cuando ha habido mucha con fusión acerca de la correspondencia correcta de los signos con
las tribus. También las piedras sobre el
pectoral del sacerdote están relacionadas son los signos del zodíaco. Y de la misma forma las
puertas y los pilares de la Nueva Jerusalén como está descrita en el
Apocalipsis.
Las cuatro criaturas viviente que representan los signos
fijos, se han relacionado tradicionalmente también con los Cuatro Evangelios,
y están representadas en las cuatro
partes de las armas de la Francmasoneria. Además en el horóscopo correcto de la
Declaración de la Independencia, Leo
está en el Medio Cielo, Escorpio en al As cendente, Acuario en el Nadir y Tauro
en el Descendente. Así, si empezamos en
la parte superior del horóscopo y seguimos la rueda hacia la izquierda,
en la dirección en que se lee Hebreo, los cuatro puntos cardinales del horóscopo deletrean el nombre Jehovah, de
acuerdo con la atribución de sus cuatro letras a estos cuatro signos. Además
los grados de los signos en el Medio
Cielo y el Nadir son 21 ,y en el Ascendente y Descendente son 13. Esta es una coincidencia interesante, porque
el nombre de United States of America,
tiene 21 letras, y la inscripción E Pluribus Unum, tiene 13 letras.
Estas son solo algunas de las alusiones asrrológi cas de
la Biblia, encontradas desde el Génesis hasta el « Apocalipsis. Pero no tenemos que depender de estasa lusiones para llegar a
la certidumbre que la filosofía astrológica se encuentra en las Sagradas
Escrituras. El versículo 20 del capítulo 5 de los Jueces,
nos da una indicación clara y definida acerca de la cual no puede haber duda al
guna. Dice así: "Las estrellas en sus cursos lucharon
con tra Sisera". Aquí el sustantivo
traducido como "cursos" es aquél que en la literatura hebrea posterior designa invariablemente los doce
signos del zodíaco. El mismo sustantivo es usado en Proverbios 16:17 para
indicar el curso del destino humano en
la frase: "El Sendero del justo es alejarse del mal", donde el
sustantivo traducido como "Sendero" es Masloth (La esfera del Zodíaco, segundo sephirot = Chokmah), el
mismo que se tradujo como "cursos" en la cita de los Jueces.
Nótese el contraste. Sisera no era justo en forma alguna. Era un tirano que buscaba
esclavizar a los Israelitas. Las estrellas del zodíaco lucharon contra él porque el orden celestial
es una ley perfecta de libertad. Igualmente el nombre Jesús, que es el
equivalente numérico de la frase
"Los cielos declaran la gloria de Dios" significa literalmente
"La naturaleza de la Realidad es liberar'. Consecuentemente el justo, que armoniza su vida con el orden del
firmamento, encuentra este orden como un gran sendero que le permite apartarse
del mal. "La astrologia es tristemente mal entendida si se
la enseña como algo relaciona do con los mandatos irrevocables del
destino" El sendero del justo es la cooperación del hombre sabio con
las fuerzas cósmicas cuyo flujo y reflujo están indicados por las con
figuraciones cambiantes de los cielos.
Ser ignorante de las influencias estelares es estar limitado por esta
ignorancia como lo están todos los tiranos basado en su voluntad personal de los cuales Sisera era
un prototipo. Conocer el curso de las estrellas es poder utilizar siempre sus
influencias en forma constructiva y
alejarse así de la limitación del azar, la voluntad personal y el mal hacia la
libertad perfecta de aquellos que
obedecen el orden celestial como la base de sus pensamientos y actos.
La Biblia contiene mucha más evidencia en favor de la
Astrologia que la que yo he citado. Un solo Libro del Antiguo Testamento fué
escrito por un hombre que ocupaba el
cargo de astrólogo principal en la corte Babilonia, bajo Nabucodonosor y
Belsasar y continuó en este cargo hasta
el primer año del reinado de Ciro.
Este hombre fué Daniel. Su mismo nombre tiene un
significado astrológico. Los astrólogos llaman a la parte analítica y
predictiva de su trabajo el juicio del
horóscopo, y Daniel significa "Dios es el Juez". Los astrólogos
competentes saben bien que para leer un horóscopo se necesita algo más que la experiencia, algo
que va más allá de la interpretación literal de las reglas. Sin la intuición
ningún astrólogo puede tener éxito, y la
intuición es realmente la instrucción interna Omnípresencia de Dios necesita.
Su presencia real en ia personalidad
humana y solamente aquellos que han establecido contacto con esta fuente
interna de conocimiento están debidamente calificados para hacer juicios astrológicos.
La historia de Daniel muestra que desde su juventud se
destacó como uno de los principales astrólogos de la corte de Babilonia.
Muestra también que cultivaba
asiduamente la actitud de receptividad a la dirección Divina que es
indispensable para el juicio apropiado de un
horóscopo. En el capítulo segundo de su libro que trata de una de las más
notorias profecías astrológicas, se relata diciéndole él mismo Nabucodonosor:
"El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni
astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden enseñar al rey; más hay un Dios en
los cielos el cual revela los misterios,
y El ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de de acontecer al cabo de
los días".
Como una recompensa por sus aciertos en interpretar los
sueños del rey, Daniel recibió la investidura de Maestro de los Magos. Este fué
su título oficial, de acuerdo con la
traducción de la Versión Autorizada; pero el texto original le llama Rab
chartomia, "maestro de los
astrólogos".
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