Todos los días del año los periódicos ofrecen a sus lectores horóscopos para que los guíen. Por Moisés Wasserman
Moisés Wasserman Lerner es un bioquímico colombiano, nacido en Bogotá el 20 de octubre de 1946. Fue rector de la Universidad Nacional de Colombia en el periodo 2006-2009, siendo reelecto para el periodo 2009-2012.
Miembro de una familia judía, estudió Química en la Universidad Nacional de Colombia graduándose en 1969, tras lo cual viaja a Israel a realizar su doctorado en Bioquímica en la Universidad Hebrea de Jerusalén, obteniendo el título en 1978. Luego de realizar estudios postdoctorales en la Universidad del Estado de Nueva York regresa ese mismo año a Colombia vinculándose como profesor de la Universidad Nacional e investigador del Instituto Nacional de Salud (INS). Entre 1995 y 1998 dirigió el INS, fue Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia entre 2004 y 2006, cuando es elegido Rector General de la universidad.
Entre sus logros científicos están nueve proyectos internacionales y 13 nacionales. Ha publicado alrededor de 80 artículos científicos, y más de 25 de difusión científica, ha sido ponente en 39 congresos. Igualmente desempeñó cargos de carácter administrativo, dirigió durante tres años el Instituto Nacional de Salud, que fue calificado por el Departamento Nacional de Planeación como una de las entidades mejor administradas del país, durante su gestión.
En su vida académica sobresalen también la dirección de aproximadamente 80 trabajos de grado y tesis de maestría y doctorado.
Su investigación científica se ha concentrado en parásitos generadores de enfermedades tropicales como el Plasmodium falciparum, que origina la malaria y el Giardia lamblia, causante de problemas intestinales y desnutrición. En 1984, recibió el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar y en 1996 obtuvo el Premio Nacional al Mérito Científico en la categoría de Investigador de Excelencia. Desde 2002 es el Presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.
Miembro de una familia judía, estudió Química en la Universidad Nacional de Colombia graduándose en 1969, tras lo cual viaja a Israel a realizar su doctorado en Bioquímica en la Universidad Hebrea de Jerusalén, obteniendo el título en 1978. Luego de realizar estudios postdoctorales en la Universidad del Estado de Nueva York regresa ese mismo año a Colombia vinculándose como profesor de la Universidad Nacional e investigador del Instituto Nacional de Salud (INS). Entre 1995 y 1998 dirigió el INS, fue Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia entre 2004 y 2006, cuando es elegido Rector General de la universidad.
Entre sus logros científicos están nueve proyectos internacionales y 13 nacionales. Ha publicado alrededor de 80 artículos científicos, y más de 25 de difusión científica, ha sido ponente en 39 congresos. Igualmente desempeñó cargos de carácter administrativo, dirigió durante tres años el Instituto Nacional de Salud, que fue calificado por el Departamento Nacional de Planeación como una de las entidades mejor administradas del país, durante su gestión.
En su vida académica sobresalen también la dirección de aproximadamente 80 trabajos de grado y tesis de maestría y doctorado.
Su investigación científica se ha concentrado en parásitos generadores de enfermedades tropicales como el Plasmodium falciparum, que origina la malaria y el Giardia lamblia, causante de problemas intestinales y desnutrición. En 1984, recibió el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar y en 1996 obtuvo el Premio Nacional al Mérito Científico en la categoría de Investigador de Excelencia. Desde 2002 es el Presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.
A continuación les presentamos una exposición brillante, clara y contundente de cómo ve él a la astrología de acuerdo a un artículo suyo publicado por el Diario el Tiempo de Bogotá Colombia Enero 19 del 2014, a pesar de que estamos de acuerdo en casi toda su exposición excepto en que...... (En la entrega siguiente vamos a referirnos con lo que no estamos de acuerdo con Moisés W.
Las astrologías son creencias milenarias, y lo curioso es que hayan permanecido durante milenios sin que jamás se haya probado, en ninguna parte, su capacidad de hacer predicciones ciertas.
Hagamos algunos experimentos mentales, de esos que usa la gente sensata para decidir si la información que recibe es confiable. Hay decenas de miles de astrólogos prediciendo el futuro del mundo, en Colombia al menos un par de centenares.
- ¿Se debería esperar que sus predicciones coincidan; por qué no es así?
- ¿Los 27.000 niños que nacen el mismo día en Colombia tienen el mismo destino?
- ¿Les pasará lo mismo hoy a los 500 millones de humanos del mismo signo?
- ¿El 11 de septiembre del 2001 se reunieron en las Torres Gemelas, para morir, 3.000 personas con la misma carta astral?
- ¿Los 30.000 soldados de varias nacionalidades que murieron el 6 de junio de 1944 en la playas de Normandía nacieron bajo el mismo signo?
- ¿Si un médico decide adelantar un parto por cesárea cambia el destino del niño?
- ¿Por qué, como anotaba William Shakespeare en Julio César, “cuando mueren los pobres no aparecen cometas. Los cielos centellean solo por la muerte de los príncipes”?
Hay preguntas que se hacen desde la ciencia y que no han sido respondidas. Los 12 signos son una arbitrariedad que introdujeron los geómetras griegos para que cuadraran mejor con el círculo de 360 grados. ¿Qué pasó con el signo de Ofiuco, que debería ir del 30 de noviembre al 17 de diciembre; y con Cetus, que iría del 12 de mayo al 6 de junio? La única razón para que no se introdujeran, a pesar de las evidencias, es que dañaban los negocios bien establecidos.
Hay investigaciones, algunas muy curiosas. Un académico miembro de un comité de una sociedad norteamericana de escépticos envió a los 5 astrólogos más afamados de Estados Unidos los datos de John Gacy, quien recibió 12 sentencias de muerte y 21 cadenas perpetuas por tortura y asesinato de 33 niños. La carta la envió como si fueran sus propios datos. Los 5 astrólogos describieron una personalidad tranquila y amable. Alguno dijo que era digno de ser imitado y otro afirmó que debía trabajar con niños.
Un estudio relativamente reciente de las universidades de Aarhus, en Dinamarca, y Giessen, en Alemania, analizó dos grupos de más de 15.000 personas y encontró que no hay ninguna relación entre la fecha y el lugar de nacimiento y características de personalidad como la inteligencia. Tres investigadores americanos estudiaron a 1.500 líderes y no encontraron que ninguno de los signos fuera más frecuente que lo que determina el azar, y así otros estudios.
La pregunta es por qué, a pesar de todo, la gente cree en los horóscopos. Hay una tendencia a olvidar las predicciones que no se cumplieron y a recordar las que sí.
Invito a los lectores a que revisen cuántos de nuestros astrólogos predijeron en enero del 2007 que Fidel Castro moriría ese año. Algunas predicciones son tan generales y vagas que no dicen nada: “los Libra deben ser muy cuidadosos con las malas influencias”, o algo que se puede leer en el periódico, o algo que está pasando (se firmará la paz, nos irá más o menos bien en el mundial); otras usan términos oscuros que impactan por resonancias científicas o religiosas aunque no signifiquen nada.
Se podrá decir que nada tiene de malo que la gente se tranquilice con lo que le dicen. Eso sería cierto si no importara que la gente decidiera irracionalmente. El librepensador francés Voltaire decía: “El hombre dejará de cometer barbaridades cuando deje de creer en absurdos”.
Moisés Wasserman*
* Profesor emérito de la U. N
@mwassermannl
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