LAS REGULACIONES DE SATURNO XIX

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Regulación 19

El Maestro moldea las alas

Vida Feliz se mueve alrededor
Los mortales anillos de Saturno se resuelven
La ciencia viviente de Shukra se resuelve.

A medida que continúa el proceso de despliegue, poel estudiante se encontrará con los problemas y hallará detrás de los mismos los regalos, sus habilidades se multiplican y las debilidades se convierten en fortalezas. Fortalezas para obtener una mejor resistencia. La vida y la conciencia crecen con mayor facilidad. Los discípulos llegan a la tierra llana desde los caminos escarpados de montañas y valles. Todo este proceso se presenta astrológicamente como el camino del alma desde Escorpio a Géminis en la dirección inversa. A medida que la vida se mueva más y más sin obstrucciones el estudiante se convertirá en un ser animado y ganará la habilidad de experimentar el gozo de todos los acontecimientos más diminutos. El estudiante aprende a vivir plena y completamente en cada minuto, disfrutando del jugo que emana de cada evento. La ciencia de la vida viene de Sukra, el Señor de Venus.

A menos que uno recibe la gracia de Shukra no se puede optimizar la propia experiencia a través de los acontecimientos de la vida. Shukra significa la ciencia de la experiencia dichosa. Shukra es el maestro, que también le permite a uno experimentar en detalle la dicha desde el cuerpo. Para los más agraciados por Sukra, el evento de la muerte es atestiguado como una habilidad para desprenderse del cuerpo. La experiencia se da en su integridad cuando uno desarrolla la capacidad de ser y de observar en lo que se está convirtiendo. A menos que uno tome un lugar estable en Venus, no puede ver el devenir. Si uno llega a ser parte de lo que está siendo no puede experimentarlo. Shukra da esta capacidad de ser y de experimentar el devenir. Si el ser se convierte en uno que llega ser un evento, no puede calibrar la ciencia del devenir. Ser y observar le permite a uno experimentar mejor. Cuando uno ve una película experimenta mucho más que alguien que se convierte en parte de la película. La vida de uno es una película. Uno es un testigo y también un jugador, un actor. Si se identifica con la acción, pierde su identidad como un jugador.

Esa pérdida de identidad no le dará la experiencia de jugar ese papel. Una estrella de cine, a pesar de que juega un papel importante, por ejemplo, de Moisés, de Jesús o Buda, o Krishna, sabe que está jugando un papel y él no es ninguno de esos roles. Por lo tanto, le gusta jugar diferentes papeles en diferentes películas. Así es la vida de una persona, uno juega diferentes roles en distintos momentos. La única diferencia es que se olvida de que, desde la mañana hasta la noche todo es un juego de papeles o roles. Uno juega un papel de un padre o un hijo o un esposo o un amigo o un trabajador, un hermano, una hermana, un tío, una tía, y así sucesivamente. Uno juega muchos papeles al día, pero uno se convierte en el papel que se juega y se olvida de la propia identidad. Cuando la identidad es retenida desde la experiencia es mucho más que el juego de roles. Si la identidad se disuelve en el evento, uno puede regocijarse en retrospectiva, ya que no recuerda, mientras el evento esté en juego. Cuando uno llega a ser uno con el objeto de la experiencia, dicha experiencia es incompleta. No se puede entender el proceso de salida durante la muerte. Venus otorga esta capacidad para los que han disuelto sus anillos de Saturno. Tal es el mensaje de esta regulación.

 

 

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