Un maléfico
en un estado celestial (estado cósmico) adverso en una casa desafortunada, cuyo
mal promueve fuertemente, trae las peores circunstancias posibles e incluso la
infamia, desgracia o la violencia. De ahí que Saturno en un estado celestial adverso
en la duodécima causará largas enfermedades graves y, que son difíciles de curación,
o de la prisión y enemigos ocultos; en la octava una muerte temerosa o violenta,
como se muestra en el horóscopo del duque de Montmorency, donde Saturno está en
Leo en la octava. Esto se debe a que los planetas maléficos por naturaleza y en
un estado celestial de acuerdo con la naturaleza, auguran mal por el mundo
entero que durará por el tiempo en el que ese estado esté activo; y para las
personas que nacen durante este tiempo es peor aún si estos planetas se
refieren a la determinación local de los malos asuntos de las casas
desafortunadas. Y esto no es un estado para ser interpretado solo del signo,
sino de los aspectos con otros planetas. Para Saturno, incluso en su domicilio
o en exaltación, todavía se inclina por naturaleza, más al mal que al bien, y
si está en la duodécima u octava y afligido por cuadratura u oposición a un
Marte que también está ubicado desfavorablemente, luego se encontrará con todo su poder para producir el mal.
Por último,
un maléfico en un estado intermedio en las casas desafortunadas no impide el
mal, sino que hace que se lleve a cabo; el resultado es más grave cuanto más
negativamente se ubique el planeta. Para cada uno de los planetas, entonces,
siempre tenga en cuenta su naturaleza y estado celeste y su ubicación en una
casa particular. Y uno debe tener en cuenta que el significado de cualquier
casa dada es doble: uno esencial tal como el dinero para la segunda casa, y otro accidental que surge del significado de
la casa de enfrente; por lo tanto, la muerte es el significado accidental de la
segunda casa. Del mismo modo, el significado esencial de la sexta casa es el de
siervos y animales, pero por el otro lado es accidental como: enfermedades, la
prisión, y enemigos ocultos; y así sucesivamente para las otras casas.
Por otra
parte, un planeta benéfico en buen estado celeste en una casa desafortunada va
a disminuir el mal esencial de esta casa, además promueve las cosas buenas accidentales
que le son propias. Por lo tanto, Júpiter en buen estado celestial en la octava
casa indica una muerte fácil, ya que está en la octava, pero también indica el
dinero a causa de la oposición a la segunda casa desde la octava. Sin embargo,
la oposición de un planeta maléfico, no importa en qué estado puede estar
siempre presagia mal o dificultades.
Morín |
ESCUELA DE
ASTROLOGÍA WILLIAM
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