Una vez que
se conoce la determinación de un planeta por ubicación real, entonces sus otras
determinaciones en el horóscopo deben ser tomadas en consideración. En primer
lugar, un planeta tendrá además su determinación por ubicación otra determinación
a través de la regencia, y si estas dos determinaciones hacen referencia a la
misma casa, el planeta tendrá máxima influencia sobre los asuntos de esa casa y
traerá de un manera conspicua esas cosas si está en una buena casa, mientras tempera
o incluso evita si está en una casa desfavorable. Pero si ambas determinaciones
se refieren a diferentes casas, es decir, si un planeta está en una casa, pero es
el regente de otra, luego se combinan los significados de cada casa; sin
embargo, el significado de la casa que el planeta ocupa toma precedencia porque
la ubicación real de un planeta tiene mayor efecto que su regente sobre otra
casa en la que no se encuentra. Así, si un planeta en un buen estado celeste
está en la segunda casa y al mismo tiempo rige la séptima, el dinero llegará a los
nativos a través del matrimonio, litigios o conflictos; si fuera regente de la
décima el dinero vendría a través de la profesión y de la honorabilidad del nativo.
Por otro lado, si un planeta en una estado celestial adverso estuviera en la
segunda y es el regente de la séptima o décima, al contrario, se produciría muchas
dificultades financieras a través del matrimonio, litigios o conflictos, o el
resultado vendría de las actividades profesionales. Sin embargo, un planeta no
debe tener una determinación por la regencia, que sea contraria a la misma por
significación; por ejemplo, Marte en la primera y regente de la octava sería
hostil a la vida misma de una muerte violenta o presagiará el peligro de uno
mismo.
Por otra
parte, un planeta cuya influencia ya es modificada por su ubicación se puede
modificar aún más por otro planeta a través de una conjunción o aspecto, de
acuerdo con la naturaleza y significados por analogía inherente en el otro
planeta. Y así, un benéfico en la décima, en conjunción o trígono con el Sol,
indica claramente honores debido a la analogía del Sol con el honor y el
prestigio; en la segunda y en trígono a Júpiter indicaría la riqueza. Pero un
maléfico en la octava en conjunción con Marte o en cuadratura u oposición al mismo
muestra una muerte violenta o cruel; en la duodécima y en cuadratura a Saturno,
la cárcel y el temor de enfermedades; etcétera. La certeza del efecto depende
de la condición de los planetas involucrados.
Finalmente,
es posible hacer una determinación aún más a través de otro planeta en la
medida en la que también se modifica por su ubicación y regencia, así que un
planeta en la primera, si estuviera en conjunción con el regente de la décima o
en fuerte aspecto a él o a un planeta en la décima, inclinaría al nativo a trabajos
destacados y anuncia una profesión que se traducirá en honor y prestigio. Si se
tratara de conjunción, cuadratura, u oposición al regente de la octava, esto
mostraría el peligro de una muerte violenta. Y el mismo principio es para ser
aplicado a los otros planetas y casas, especialmente cuando se pueden combinar los
significados de las casas, es acá en donde radica el verdadero secreto de hacer
juicios. También está claro cómo es de importante determinar el método más
válido de erigir un horóscopo, ya que este procedimiento afecta a las
determinaciones de los planetas por su
ubicación y a la regencia en las casas.
Lo que se ha dicho aquí,
relativo a un solo planeta en una casa es para ser tomado también como
referencia al regente de esa casa, con este entendimiento, sin embargo, la ubicación de un planeta tiene
prioridad sobre la regencia de de las casas acuerdo con el signo.
Morín |
ESCUELA DE
ASTROLOGÍA WILLIAM
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