LAS FASES DE LA NIÑEZ
DESDE EL NACIMIENTO A LA ADOLESCENCIA:
Desde el nacimiento y hasta los últimos años de la adolescencia, los niños desarrollarán las cualidades y características de los planetas personales - La Luna, Mercurio, Venus y Marte. Ellos progresarán y se desarrollarán a través de fases – o períodos de tiempo - que corresponden a cada uno de los planetas personales, primero la Luna, luego Mercurio, luego Venus y finalmente Marte. Si el desarrollo de estas cualidades se suprime o se interrumpe durante cualquiera de las fases que corresponde a cada uno de estos planetas, entonces el funcionamiento sano de lo que representa ese planeta se manifestará de una manera sesgada o no saludable en la edad adulta.
LA FASE LUNAR:
A partir del momento del nacimiento y desde los dieciocho meses hasta los dos años de edad, el niño se encuentra en su fase Lunar. Su conexión con la madre (Luna) es lo más importante. Es totalmente dependiente de ella para su cuidado y nutrición, el bebé succiona en su pecho y se envuelve de forma segura en su abrazo cálido y amoroso. En otras palabras, el mundo entero del niño depende de lograr que sus necesidades lunares o de tipo instintivo se puedan satisfacer.
LA FASE DE MERCURIO:
Va desde los 18 meses hasta la edad de seis o siete años. Comienza su curiosidad. El niño aprende el lenguaje y empieza a comunicarse. Pregunta y pregunta fluyen de su cerebro. La necesidad de saber es de suma importancia. El desarrollo de la destreza manual y verbal crece a pasos agigantados durante esta fase. Sus personalidad Mercurial tendrá que rebotar en las paredes y caerá en su afán de beber en todo lo que agarra su interés.
LA FASE DE VENUS:
Desde la edad de seis o siete años hasta es el inicio de la pubertad, el niño desarrolla la función de Venus. Él o ella en este momento necesitan ahora desarrollar relaciones importantes (Venus) fuera de la familia. Hay una creciente conciencia de que uno mismo debe adaptarse a otros, se aprenden las habilidades de cooperación que se desarrollarán durante esta fase. Las relaciones se expanden hacia afuera para incluir un círculo cada vez más amplios.
LA FASE DE MARTE:
A principios de los años 15 años comienza la fase de la adolescencia y continúa a través de ellos, las cualidades y características de Marte conducirán al niño en particular. La necesidad de afirmar (Marte), el yo individual se desarrollará rápidamente en el comienzo de esta fase. La necesidad de hacerse valer, y la conciencia de sí mismo como un ser sexual, pueden abrumar a los niños. El adolescente tiende a ser agresivo, asertivo, argumentativo, pues todos estamos familiarizados con un niño que busca afirmar su propia identidad, tomar sus decisiones y su individualidad. El precio pagado por no poder crecer a través de estas fases de forma natural
Como se mencionó al comienzo de esta lección, si alguna de estas fases se interrumpe de alguna manera - por las circunstancias, abuso, negligencia o por el sobre control - y no se les permite que se desarrollen naturalmente y completamente, el niño tendrá problemas monumentales en la edad adulta. Por ejemplo, si un niño es maltratado o abusado, ya que su fase lunar necesita de ser cuidado y alimentado en los dos primeros años de vida no se cumple, llegará a ser extremadamente inseguro y sobre necesitado. Un niño en la fase de desarrollo de Mercurio al que no se le proporciona un entorno que favorezca el descubrimiento y que alimente su curiosidad ("¡Cállate y no hagas tantas preguntas, eres un niño estúpido.") Va a terminar con las capacidades mentales subdesarrollados debido a que la estimulación mental no se le proporcionó en una edad crítica. Si la fase de Venus está sesgada de alguna manera, por ejemplo, los padres que exigen que un niño de ocho o nueve años actúen como un adulto en vez de de la manera como el niño o niña son, entonces el amor propio (Venus) y la auto - estima (Venus) no se desarrollarán adecuadamente. Por último, cuando los adolescentes se ahogan en sus intentos de hacerse valer por sí mismos (Marte) debido a los padres, maestros, entrenadores o el sistema los cargan con exceso de reglas (Saturno) y exige que actúen como adultos maduros (de nuevo Saturno), Marte dejará de "actuar como debe ser” impulsiva y destructivamente en una forma u otra.
La astrología nos advierte a todos a dejar que nuestros niños sean niños, para que les permitamos ser dueño de su propia infancia.
Escuela Internacional de Astrología
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