LA ASTROLOGIA
Así como en el día, en que al mundo
vienes,
El sol saluda a los planetas,
De inmediato y de más en más tú
creces,
Según la ley, por la que te
presentas.
Así debe ser, huir de ti no puedes,
Así ya lo dijeron sibilas y profetas.
Y ningún tiempo ni poder fracciona
La forma acuñada, que viviente evoluciona.
Orphische Urwote (Voces Orficas primordiales)
J. W. von GOETHE
Este material no es para reproducirlo o fijar en otros blogs o websites, o en documentos PDFS, como ha sucedido con otros artículos nuestros sin autorización previa de parte de La Escuela Internacional de Astrología.
- La astrología es la disciplina esotérica más conocida por el público. Las discusiones entre partidarios y adversarios de la astrología siempre se vuelven a encender con renovada pasión.
- La mayoría de las ideas del profano sobre astrología son totalmente falsas, cosa que dificulta que tanto partidarios como adversarios la comprendan.
- Siguiendo al espíritu de la época hay cada vez más astrólogos que tratan de separar la astrología de su origen esotérico y adaptarla, paso a paso, al estilo de razonar funcional científico. Se esperaba que con tal proceder fuera reconocida por la ciencia oficial. A causa de este proceso se ha degradado la astrología original a una pura técnica.
- La astrología originaria es típicamente una disciplina esotérica en su estructura interna y su manera de pensar. Basándose en la filosofía que fundamenta la astrología, nos proponemos desarrollar a continuación consideraciones ulteriores sobre el tema destino y enfermedad.
Antes de hacer
algunas reflexiones abstractas para una mejor comprensión de nuestro tema,
pediré al lector que resuelva los dos problemas siguientes: Busque lo que
tengan en común en cada caso (su idea genérica) los siguientes conceptos:
a) perro, estornino, hormiga,
cocodrilo, oso, elefante, trucha.
solución:
................ .............................
b)
plomo, macho cabrío, dientes, hiedra, celda de convento, color negro,
minero.
solución:
.............................................
Con seguridad, la
solución del problema a) no representa ninguna dificultad. Porque el concepto
genérico "animal" es inmediatamente reconocible para cualquiera. Pero
mucho más difícil resultará la solución del problema b) porque los conceptos
citados no parecen nada homogéneos. El sentido y la explicación de estos dos
planteamientos se explicarán en lo que sigue, paso a paso.
Cuando el hombre
se enfrenta con la diversidad de las formas fenoménicas, siente la necesidad de
ordenarlas. Todas las filosofías y ciencias corresponden a ese fundamental
deseo humano. Pero desde siempre ha habido dos caminos diferentes para ordenar
esta variedad que al principio parece inabarcable:
- Creando conceptos genéricos para las distintas individualidades con características comunes (por ej.: plantas, animales, piedras). Así resulta una subdivisión de la realidad en niveles (reino animal, vegetal, mineral, etc.).
- Se buscan unidades de las cuales se compone la variedad, mediante distintas relaciones de mezcla. Tanto la teoría de los elementos como también el modelo atómico de los filósofos presocráticos se basan en este modelo de pensamiento.
En cuanto a este
modo de ordenar, el documento de nuestra época que más impresiona es el sistema
periódico de los elementos. Un sistema tal permite reducir la diversidad de las
formas fenoménicas a algunas cualidades originarias. Las diferentes
composiciones y proporciones de mezcla dan la realidad múltiple, cuya
estructura se puede comprender mejor así.
Los principios primordiales de la realidad
Este segundo modo
de proceder, válido en el ejemplo del sistema periódico sólo para el nivel de
la materia, ahora lo vamos a transferir al total de la realidad. Aquí partimos
nuevamente de la consideración de que la variedad se basa en un número limitado
de unidades. Pero como queremos abarcar toda la realidad con nuestro sistema,
tenemos que buscar unidades que tengan vigencia en todos los niveles, ya sea el
reino animal, el vegetal, a nivel material o psíquico. La materia siempre
necesita información para ser configurada. De ahí resulta que la idea es siempre
lo más original y más real.
Desgraciadamente
en nuestra época materialista se ha impuesto la opinión contraria. Así, se
piensa que primero hay una piedra y que entonces el hombre, al contemplarla,
desarrolló la palabra y la idea de la piedra, pero en realidad pasa exactamente
lo opuesto. Sin la idea de la piedra nunca se puede manifestar una piedra concreta.
La idea y el idioma siempre están presentes mucho antes que sus
representaciones materiales. ("En el principio era el Verbo...")
Si un pintor
quiere pintar un cuadro, lo primero que necesita es una idea, sólo entonces
puede transferir esta idea al plano material. No es el cuadro el que crea la
idea, sino que es ésta la que se condensa en un cuadro. Si entonces queremos
proyectar un "sistema periódico de la realidad", nuestras unidades
hipotéticas tendrían que ser ideas arquetípicas.
Deben existir
tales imágenes arquetípicas como elementos primordiales de la realidad, pero
al hombre le resulta muy difícil el acceso al mundo de las ideas puras, por
eso, por el momento, formulamos unidades hipotéticas y las caracterizamos con
símbolos abstractos. Por ahora no tiene importancia cuáles son esos símbolos.
Sería posible, y de acuerdo con nuestra época, que fueran X, Y, Z, etc. Así
tenemos a X como una determinada idea arquetípica en el campo del mundo de las
ideas. Pero como este mundo de las ideas es la imagen primordial de nuestra
realidad visible y perceptible, ésta debe encontrarse también en el mundo
manifestado.
Con más
precisión, esto quiere decir, que debe hallarse en cada nivel de la realidad un
cierto representante de la idea arquetípica X. Así encontraremos tanto en el
reino animal, como en el vegetal o el mineral, así como también en el nivel del
hombre, algo concreto que represente la idea arquetípica X en este nivel de la
realidad. Si X no se puede descubrir en cada uno de estos niveles, entonces no
merecería el título de "ideas arquetípicas". Esta consideración nos
conduce a una matriz que contiene los distintos niveles, que son atravesados
verticalmente por las ideas o principios arquetípicos determinados:
Principio Primordial
|
X
|
Y
|
Definición del principio
|
Estructura, obstáculo, resistencia
|
Energía. impulso
|
Cielo
|
?
|
?
|
Mineral
|
Plomo, cal
|
Hierro
|
Planta
|
Hiedra, cardo, acebo, cola de caballo
|
Ortiga
|
Animal
|
Cuervo, macho cabrío
|
Fieras, roedores
|
Cuerpo
|
Esqueleto, dientes
|
Músculos, sangre arterial
|
Enfermedades
|
Enfermedades degenerativas, formación de cálculos
|
Inflamaciones, heridas
|
Lugares
|
Prisión, convento, asilo de ancianos, cementerio
|
Forja, campo de batalla
|
Región
|
Montañas, desierto frío
|
Región volcánica
|
Social
|
Minero, personas ancianas
|
Soldado
|
Color
|
Negro, azul marino
|
Rojo
|
En esta matriz
hallamos algunos representantes de X e Y en distintos niveles de la realidad,
cuya significación o justificación por ahora nos es difícil de comprender. En
este momento es suficiente aceptar que el ordenamiento sea así, porque no
estamos considerando todavía si son correctos o no.
Lo que sí debería
estar claro es que un principio arquetípico atraviesa verticalmente todos los
niveles del mundo de las formas.
El número de
niveles no tiene límites, los niveles mostrados son un pequeñísimo segmento y
se pueden extender a todos los niveles que se prefiera (por ejemplo: tipos de
verdura, acciones de cervecerías, instrumentos musicales, estilos de
construcción, etc.). Algunos habrán descubierto bajo X los conceptos de la
pregunta inicial b). Aquí se puede llegar a entender, en qué se diferencian las
preguntas a) y b).
La pregunta a)
contiene distintos conceptos de un solo nivel, a saber del reino animal. Todos
hemos sido educados para reconocer esto. Pero la pregunta b) contrariamente,
contiene conceptos de una serie vertical de principios, cuyo concepto genérico
reside en un principio arquetípico hasta ahora no definido, al que, por ahora llamaremos
X. A1 tratar de resolver concretamente el problema b) debíamos darnos cuenta
que no estamos acostumbrados a pensar de manera vertical y por eso no vemos
ningún elemento en común, por más que así sea, como ahora se irá aclarando poco
a poco.
Es importante
comprender que existe tanto una distribución horizontal de la realidad en
niveles, como también un orden vertical de cadenas de principios. La primera es
usada casi exclusivamente por la ciencia, la segunda la usa el esoterismo casi
con la misma exclusividad. Porque el axioma: "Como es arriba, así es
abajo", lleva obligatoriamente a una manera de pensar vertical. Así que el
sistema de pensar científico y el esotérico se diferencian ya exteriormente en
exactamente noventa grados. De ahí resulta el bien conocido "discurrir el
uno por al lado del otro", característico del desencuentro de ambos
enfoques, lo que no debería sorprendernos.
La matriz
dibujada nos deja sacar más conclusiones, por ejemplo: si por cualquier razón
cambiara un principio arquetípico, se debería tornar visible ese cambio simultáneamente
en todos sus representantes y en todos los niveles de la realidad. Así, de modo
análogo, deberían tener sus efectos toda interacción y mutua influencia de los
principios primordiales en todos los niveles del mundo visible. Esta relación
necesaria también debería hacer posible sacar a la inversa conclusiones de la
observación de los representantes de cualquier nivel concreto, con respeto a
las ideas primordiales, que de otra manera no nos serían accesibles.
De modo más
concreto, esto significa: cada principio primordial tiene que tener un cierto
animal que le corresponda en ese reino. Si conozco esta correspondencia, puedo
tomar un animal de cada principio y reunirlos juntos en un zoológico. Observado
cómo se comportan estos animales entre sí, debería ser posible sacar
conclusiones, tanto respecto al nivel de los principios primordiales, como
también para todos los demás niveles concretos, es decir, se extraen
conclusiones por analogía de la observación de un nivel hacia otro nivel.
Para proceder así
es necesario conocer exactamente las correspondencias verticales y también la
capacidad de transportar por analogía las observaciones concretas de un nivel a
las circunstancias de otro nivel. Así que, en pura teoría, observando
animales, podemos sacar conclusiones sobre las plantas, los paralelismos
sociales del hombre o el comportamiento de las acciones de una cervecería.
Pensar así se llama sacar conclusiones por analogía y no tiene nada que ver con
la causalidad.
Para citar un
ejemplo banal, esto significaría aproximadamente lo siguiente: si yo sé por
experiencia que los domingos debo ir a la iglesia y que cada domingo hay asado
de cerdo para la comida, entonces puedo llegar a la conclusión de que, si hoy
tengo que ir a la iglesia, hoy también voy a comer asado de cerdo al mediodía.
Esta conclusión lleva a resultados correctos si bien "ir a la
iglesia" no tiene nada que ver con "almuerzo", no existe ninguna
relación causal entre los dos hechos. Lo que hace que mi conclusión sea
correcta reside en un tercer punto en común, a saber, que estos dos hechos se
producen un día, domingo. Pero este tercer punto en común se puede omitir
completamente en el momento de sacar la conclusión.
Volvamos a
nuestra "matriz de la realidad". En principio resulta totalmente
indiferente cuál es el nivel que elijo como base inicial para una observación
y cuáles son los otros niveles sobre los que proyecto las conclusiones por
analogía. Pero en la práctica, no todos los niveles se prestan igual de bien.
Así que no le aconsejaría a nadie usar el "zoológico de los principios
primordiales", mencionado como ejemplo, para uso diario. Aunque más
adelante veremos que en la historia se ha hecho uso prácticamente de todos los
niveles para estos fines.
Empero, en la
búsqueda de un nivel de observación ideal se presentó el firmamento como
especialmente fecundo. El nivel del firmamento no se mezcla con otros, y el
comportamiento de los astros, captable matemáticamente, hace posible una
interpolación para el pasado y el futuro, sin tener que estar observando
constantemente. Corno el firmamento con sus astros es un nivel de la realidad
como cualquier otro, también en él se debían encontrar los representantes de
todos los principios primordiales.
Por eso es que se
dio a los diferentes cuerpos celestes los nombres de los distintos principios
que representan en cada caso en el cielo.
Finalmente
debemos encarar los nombres de estos principios primordiales porque en la
historia de la humanidad no se los designó con X, Y, Z, como lo hemos hecho
nosotros por el momento. Lo que se ha hecho es tomar otros signos como símbolos
que no se eligieron al azar, sino que ya eran jeroglíficos discernibles de los
principios.
Nos acordamos del
axioma mencionado inicialmente, de que todo lo que origina la naturaleza se
compone de la trinidad cuerpo, alma y espíritu.
El espíritu se
designaba en los tiempos antiguos con el símbolo del círculo, que debía
simbolizar la unidad y la perfección del principio espiritual. Para el alma el
semicírculo, o bien una copa, representaban la predisposición, la receptividad
y la impresionabilidad del principio del alma. Finalmente el cuerpo se expresa
por el símbolo de la cruz, que representa la esencia de la materia, de manera
análoga el número 4. Con estos tres símbolos básicos O U + se formaron por
distintas composiciones los símbolos de los diferentes principios primordiales.
Determinadas consideraciones condujeron a los sabios de la antigüedad a adoptar
7 principios primordiales. No es el momento de tratar aquí la justificación del
número 7. Solamente quiero recordar que también el arco iris tiene 7 colores,
la semana 7 días, el Padre Nuestro 7 súplicas, etc. Así en la antigüedad se
conocían 7 cuerpos celestes. Ciertamente en los tiempos modernos se han agregado
3 planetas más, hasta llegar a 10, cosa que en sí no anula el clásico número 7.
Así se declaró al
Sol representante del principio espiritual O recibió como símbolo un círculo
con un centro. La luna representa lo anímico y lo receptivo. La cruz como
símbolo de la materia (+) no se representa sola, porque la materia sin alguno
de los otros dos principios no puede existir. El símbolo de Mercurio nos
muestra que los 3 principios están reunidos en equilibrada armonía. El símbolo
de Marte (ésta es la manera originaria
de escribirlo hoy se cambia la cruz por una flecha, para evitar equivocaciones)
nos muestra como la materia domina al espíritu, pero también como el espíritu
pone en movimiento a la materia desde abajo. El polo opuesto es Venus, donde
domina claramente el espíritu sobre la materia. En el principio de Júpiter. Domina
el alma sobre lo material, pero el principio de Saturno2 muestra claramente
como pesa la materia sobre el alma.
William Lilly, Master Astrologer
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