CLAVE 7 DEL TAROT - LA CARROZA - SIGNO ASTROLÓGICO CÁNCER - II

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CLAVE 7 DEL TAROT - LA CARROZA - SIGNO ASTROLÓGICO CÁNCER - I

QUERIDO AMIGO DESCONOCIDO, no interprete lo que estoy diciendo, en el sentido de que me opongo, o incluso hostil, a las sociedades, fraternidades y movimientos de carácter espiritual e iniciático antes mencionados, ni en el sentido de que las acuse de actitud anticristiana. No me atribuyan falta de respeto a los mahatmas y gurús de la India. AQUÍ SÓLO SE TRATA DE LA TENDENCIA PURAMENTE PSICOLÓGICA (QUE HE PODIDO OBSERVAR EN TODAS PARTES) QUE PREFIERE EL IDEAL DEL SUPERHOMBRE AL IDEAL DEL HIJO DEL HOMBRE. Cabe añadir, para hacer justicia a las sociedades y fraternidades mencionadas, que si esta tendencia se manifiesta por todas partes en el seno de estas sociedades y fraternidades, es también para que se combata en todas partes de una manera más o menos amplia. De manera menos efectiva, siempre hay una oposición a esta tendencia, aunque esta oposición es a veces sólo de una minoría. Sea como fuere, el auriga del Arcano El Carro es el vencedor de las pruebas, es decir, de las tentaciones, y si es el amo, es gracias a sí mismo. Está solo, de pie en su carro; nadie está presente para aplaudirlo o rendirle homenaje; no tiene armas, el cetro que sostiene no es un arma. Si es maestro, su maestría se adquirió en la soledad y se lo debe solo a las pruebas, y no a nadie ni a nada externo a él.

La victoria lograda en la soledad…. ¡qué gloria y qué peligro encierra al mismo tiempo! Es la única gloria real, porque de ninguna manera depende del favor y el juicio humanos; es gloria intrínseca: el resplandor verde azulado del aura se vuelve luminoso. Sin embargo, es al mismo tiempo el peligro espiritual más real y más grave que existe. Pide y vanagloria, los nombres tradicionales que se le da, no bastan para caracterizarlo de manera adecuada. Es más que esto. Es, más bien, una especie de megalomanía mística, donde uno deifica el centro regulador del propio ser, el propio ego, y donde uno ve lo divino sólo dentro de uno mismo y se vuelve ciego a lo divino por encima y fuera de uno mismo. EL YO SUPERIOR se experimenta entonces como el YO SUPREMO y único del mundo, aunque sólo es superior en relación con el yo empírico ordinario, y está gordo del ser supremo y único... lejos de ser Dios, en otros

 Sería bueno, ahora, detenernos en el problema de la identificación del yo con el Yo superior y del Yo superior con Dios.

CG. Jung quien, después de haber explorado el nivel sexual o freudiano, y luego el de la voluntad de poder o capa adleriana, del inconsciente (es decir, conciencia latente u oculta) del ser humano, encontró una capa espiritual (mística, gnóstica y mágica) durante el curso de su experiencia clínica y psicoterapéutica. En lugar de apartarse de él o salir de él mediante una explicación corrosiva, tuvo el valor y la honestidad de dedicarse al laborioso estudio de la fenomenología de esta capa del inconsciente. Ahora bien, este trabajo resultó fructífero. JUNG DESCUBRIÓ AQUÍ NO SOLO LAS CAUSAS DE CIERTOS TRASTORNOS PSÍQUICOS, SINO TAMBIÉN EL PROCESO PROFUNDO E ÍNTIMO QUE DESIGNÓ COMO EL PROCESO DE INDIVIDUACIÓN, QUE NO ES OTRA COSA QUE EL NACIMIENTO GRADUAL DE OTRO YO (JUNG LO LLAMÓ EL YO SUPERIOR A UNO MISMO O AL EGO ORDINARIO DE UNO. El descubrimiento del proceso del segundo nacimiento lo impulsó a ampliar considerablemente el alcance de su trabajo exploratorio, en particular para incluir el simbolismo, los rituales misteriosos y el estudio comparativo de las religiones contemporáneas y antiguas.

Ahora, esta ampliación de su campo de exploración también resultó fructífero. La llegada de Jung a su descubrimiento (que al principio lo atormentó, impidiéndole hablar de ello a un alma viviente durante quince años) tuvo su serie de consecuencias, incluido el conocimiento y descripción de algunos peligros o tentaciones pertenecientes al camino de la iniciación. y el proceso de individuación que le corresponde. Uno de estos peligros que son al mismo tiempo pruebas o tentaciones, es el que Jung designó con el término INFLACIÓN, que significa el estado de conciencia del yo inflado en exceso, y que se conoce en psiquiatría en su manifestación extrema por el término MEGALOMANÍA (Delirios de Grandeza).

Por lo tanto, aquí nos ocupamos de una gama de fenómenos psíquicos, que para empezar se manifiestan en formas relativamente inocentes, como una alta opinión de uno mismo que no está del todo justificada, o el deseo algo exagerado de tener a su propia manera, que se vuelven bastante peligrosas cuando se manifiestan como una negatividad despectiva hacia todas las facultades de aprecio, gratitud y adoración se concentran en uno mismo; y que eventualmente significan una catástrofe raras veces curable, cuando se revelan como obsesión por ilusiones fácilmente reconocibles, o megalomanía, pura y simple. HE AQUÍ, PUES, LOS PRINCIPALES PELIGROS DE LA INFLACIÓN: EXAGERADA IMPORTANCIA QUE SE ATRIBUYE A UNO MISMO, COMPLEJO DE SUPERIORIDAD QUE TIENDE A LA OBSESIÓN Y, POR ÚLTIMO, A LA MEGALOMANÍA. El primer grado significa una tarea práctica para trabajar sobre uno mismo; el segundo grado es una prueba seria; mientras que el tercero es una catástrofe.

¿De qué se trata en el proceso de inflación?

Veamos primero lo que dice el propio Jung al respecto:

La personalidad superior es el hombre total, es decir, el hombre como realmente es, no como se parece a sí mismo. A esta totalidad también pertenece la psique inconsciente, que tiene sus requisitos y necesidades al igual que la conciencia...

Normalmente describo la personalidad superior como el Yo, haciendo así una clara distinción entre el ego, que, como también es conocido, se extiende sólo hasta la mente consciente y toda la personalidad, que incluye tanto el componente inconsciente como el consciente. Por tanto, el ego se relaciona con el yo como parte del todo. En esa medida, el yo es superior. Además, el yo se siente empíricamente no como sujeto, sino como objeto, y esto en razón de su componente inconsciente, que sólo puede llegar a la conciencia de forma indirecta, por vía de proyección.

(CGJung y C. Kerenyi, Introducción a una ciencia de la mitología, trsl. RFC Hull, Londres, 1951, págs. 223-224)

 

Ahora bien, esta forma de proyección es el simbolismo viviente, tanto el simbolismo tradicional como el simbolismo que se manifiesta en los sueños, imaginación activa y visiones, los sueños, cuando se observan en una serie (a menudo se encuentran en varios cientos), muestran que obedecen a una especie de plan. Parecen relacionarse entre sí y estar subordinados en un sentido profundo a un objetivo común: ... en el sentido más profundo. . . ellos parecen. subordinarse a un objetivo común, de modo que una larga serie de sueños ya no aparezca como una cadena insensata de sucesos incoherentes y aislados, sino que se asemeje a los pasos sucesivos de un proceso de desarrollo planificado y ordenado. He llamado proceso de individuación a este proceso inconsciente que se expresa espontáneamente en el simbolismo de una larga serie de sueños (CG Jung, The Structure and Dynamics of the Psyche; trsl. RFC Hull. The Collected Works o / CGJung, vol. 8, Londres, 1972, págs. 289-290)

EL PROCESO DE INDIVIDUACIÓN ES LA REALIZACIÓN ESPONTÁNEA DEL HOMBRE COMPLETO (ibid., P. 292). Porque la fórmula que en adelante es valiosa para la noción de alma es: psique  = conciencia del ego + inconsciente (CG Jung, The Practice of Psychotherapy; trsl. RF C Hull, The Collected Works of CCJung, vol. 16, Londres, 1954 .p.90).

Con respecto al papel del inconsciente en esta fórmula, es necesario tener en cuenta el hecho, principalmente, de que en todo niño la conciencia surge del inconsciente en el transcurso de unos pocos años, también que la conciencia es siempre sólo un estado temporal basado en un rendimiento fisiológico óptimo y, por lo tanto, interrumpido regularmente por fases de inconsciencia (sueño), y finalmente que la psique inconsciente no solo posee la vida más larga sino que está continuamente presente (es decir, asegura la continuidad del ser) , (ibid., p. 91

AHORA BIEN, EL PROCESO DE INDIVIDUACIÓN ES EL DE LA ARMONIZACIÓN DEL YO CONSCIENTE Y EL INCONSCIENTE EN LA PSIQUE. Pero el consciente y el inconsciente no forman un todo cuando uno de ellos es reprimido y herido por el otro. (CGJung, Conscious, Inconsciente and Individuation; trsl. RF C Hull. Las Obras Completas de C. G Jung, vol. 9, parte VI, Londres, 1959, p. 288). Se trata de una armonización que solo es realizable mediante el re-centrado de la personalidad, es decir, el nacimiento de un nuevo centro de la personalidad, que participa tanto en la naturaleza del inconsciente como en el Yo consciente. —UN CENTRO, EN OTRAS PALABRAS, DONDE EL INCONSCIENTE ESTÁ PERPETUAMENTE EN TRANSFORMACIÓN EN CONCIENCIA. ESTE ES EL OBJETIVO DEL PROCESO DE INDIVIDUACIN, QUE ES AL MISMO TIEMPO UNA ETAPA DE INICIACIÓN.