LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA LXXVI

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adam

Leo es la parte aireada del fuego, el fuego en toda su fuerza y bien equilibrado, y además, Leo es un signo kerubico. Por lo tanto, hay una cualidad robusta y perseverante, pero carece de la solidez que alguna fuerza terrenal podría haberle conferido. Leo, sintiendo su realeza como lo hace, está demasiado inclinado a esperar todo de los demás como su derecho natural. Adopta la actitud de que todo el mundo debería rendirle tributo y que es un tipo muy bueno para devolver una fracción en forma de obsequios. La idea comercial está completamente ausente de su mente. Constantemente lamenta la ingratitud o la deslealtad de los demás que no hacen inmediatamente todo lo que él puede pedirles. 

 ¿No les ha conferido los inestimables beneficios de su sonrisa? Es fácilmente accesible a los halagos y se ofende si se le advierte que no son sinceros. Para él es tan obvio que las declaraciones son verdaderas que no puede creer que la persona que las hace sea más que sincera. Admitirá que esa persona puede estar elogiando con la idea de sacarle algo, pero eso es excusable; es bastante natural, ¿no es él el dispensador de todos los favores? Es correcto que los inferiores esperen su recompensa. El chacal maneja muy fácilmente al león, como! Esopo se esfuerza en señalar. EL LEÓN DESPRECIA A ESA BESTIA MEZQUINA, Y A MENUDO ESTÁ MUY ENOJADO CON ÉL, PERO PARA RESTABLECERSE Y FAVORECER AL ASTUTO ANIMAL, SOLO TIENE QUE RECORDARLE AL LEÓN, EN EL COLMO DE SU IRA, QUE ÉL ES EL REY DE LAS BESTIAS Y NO DEBE. ESPERAR DEMASIADO DE UN POBRE CHACAL.

En cuestiones de dinero, Leo es generoso y espera generosidad a cambio; no puede comprender ningún tipo de mezquindad. Cuando piensa en dinero, piensa en grandes sumas redondas. Nunca piensa en el dinero por sí mismo, y la idea de acumularlo sórdidamente le repugna. Le gusta poseerlo, reconociendo que es útil como fuerza, especialmente para los propósitos más elevados de la vida.

EL NATIVO DE LEO ES A MENUDO ELOCUENTE, TANTO EN EL HABLA COMO EN LA ESCRITURA. SU LLAMADO ES INVARIABLEMENTE FRANCO Y DIRECTO, Y SE DIRIGE AL CORAZÓN MÁS QUE AL CEREBRO. Más bien desprecia la habilidad dialéctica. Dice la verdad, pero tiende a exagerar, a jactarse y muestra una tendencia a un optimismo peligroso.

El nativo de Leo se lleva bien con su familia, por regla general, debido a su bondad de corazón. En cierto sentido, se puede decir que está domesticado, pero insiste en ser el centro de cualquier círculo. Su familia debe girar en torno a él; por humilde que sea su posición en la vida, se convierte en el rey de una pequeña corte. A veces, el efecto es desagradable; los mendigos a caballo rara vez manejan bien sus corceles. El deseo de adulación se exagera cuando el mundo exterior lo rechaza y, en consecuencia, algunas de estas personas se convierten en tiranos en el círculo del hogar. Esperan que se haga todo por ellos, no por pereza, sino por el deseo de ejercer sus derechos tal como los ven. Se sienten constantemente obligados a demostrar su posición. Esto sólo ocurre cuando la vida les pasa bastante mal; cuando va bien, difícilmente pueden concebir que alguien pueda desafiarlos. No les importa mucho si están en casa o en el extranjero, siempre que tengan una esfera en la que brillar. 1