LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA LXXVIII

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adam

Lo que se ha dicho sobre el amor se aplica mucho, por paradójico que parezca, al matrimonio. El nativo de Leo se inclina a adoptar el punto de vista sacramental del matrimonio. Es extraordinariamente leal a su propia idea de un juramento. Su palabra, su honor, son las cosas más sagradas para él. Si jura "amar, apreciar y proteger" a una mujer hasta que la muerte los separe, se apega a su voto.

Por inútil que la mujer pueda resultar, a menudo la hace parecer el sujeto más apto para su protección. Cuando el divorcio se vuelve absolutamente necesario por una razón u otra, permitirá que su carácter y sus intereses materiales sean sacrificados para que pueda sentir que mantuvo su juramento rígidamente hasta el final.

La autosatisfacción es un rasgo muy característico de Leo. y el placer que siente al contemplar su propia generosidad le dura toda la vida. El nativo de Leo a menudo es malentendido, porque casi no hay acción que no pueda atribuirse a dos motivos totalmente opuestos, y las personas egoístas a menudo acusan a este nativo de egoísmo cuando, para él mismo, parece haber sido el alma misma de la magnanimidad. La capacidad empresarial del nativo Leo tiende a ser débil debido a la falta de interés. Solo cuando su imaginación se ha excitado fuertemente puede esperar tener un éxito notable en este aspecto de la vida. En la dirección de los asuntos públicos, juegan las mismas características. Este nativo nunca se aparta de la actitud regia. Su confianza en sí mismo le permite tomar una decisión muy rápidamente, y ningún argumento lo conmueve realmente, aunque con una cortesía señorial puede permitir que parezca estar convencido.

Es necesario que él sonríe a todos, que parezca complaciente incluso cuando la mayoría se resuelve en la resistencia. Los argumentos no le llegan porque está seguro de su propia justicia y verdad, y no hay más que decir sobre el tema. Arthur James Balfour, que tiene el Sol en Leo, es un excelente ejemplo de esta manera. Cuando el secretario en jefe de Irlanda, noche tras noche confrontado por ochenta hombres enojados en la Cámara de los Comunes - "lobos irlandeses aullando contra la Luna, se sentaba como si estuviera medio dormido, se levantaba cuando era necesario y ofrecía nada exquisito en respuesta a los cargos más detallados". Nunca cambió su política en el más mínimo grado. En cuestiones de estado, en general, este nativo es audaz y sagaz, siempre obviamente dispuesto a luchar por sus principios y, por lo tanto, a menudo evitando la necesidad de luchar. Bismarck, con Leo en ascenso y Napoleón , con el Sol en Leo, son grandes ejemplos de este temperamento. En ciencia, filosofía y religión, el nativo de Leo es, por regla general, es sano y práctico, pero su comprensión es más apasionada que intelectual. Los más grandes hombres de ciencia no se encuentran con esta constelación en ascenso, todo progreso implica una alteración del equilibrio, y Leo siempre está en armonía con la totalida  de las cosas.