LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA - CXXXVIII

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adams

SOL EN TAURO

La simpatía natural entre el Sol y Venus hace de Tauro una feliz morada para el Sol. Además, la cualidad terrenal del signo tiende a estabilizar su influencia, y su naturaleza equilibrada presta aún más dignidad a la configuración. Las personas Tauro suelen ser anchas, robustas y de constitución férrea. Su vitalidad es grande, pero con tendencia a la pereza; son lentos para empezar, pero una vez en movimiento cobran impulso, y cuando están bien encaminados, nada los detendrá. En una palabra, son de peso, usando esa palabra en su pleno sentido mecánico. La Voluntad es dominante y hasta obstinada, y la persistencia y tenacidad del nativo nunca están en duda. El General Grant es un excelente ejemplo de esta posición del Sol.

COMO OTRAS CUALIDADES, SIN EMBARGO, ESTA TENACIDAD PUEDE TENER SUS DEFECTOS. El nativo a veces se inclina a continuar en un curso que el buen juicio vería sin esperanza. Aquí encontramos en particular a los devotos de las causas perdidas. La razón de esto es que, estando Tauro bajo Venus, los afectos están fuertemente implicados. Como corolario, se puede decir que estas personas, aunque nunca pueden ser conducidas, pueden ser conducidas fácilmente. Responden prontamente a las apelaciones a sus mejores sentimientos; al mismo tiempo, aguijonearlos es despertarlos a una ira que casi puede aproximarse a la locura.

La naturaleza de Toro se manifiesta aún más por cierta placidez y domesticidad en todos los casos en que no se despiertan las cualidades más activas. Hay una gran riqueza de afecto en este signo, que con frecuencia es secuela de la pasión. En sus aventuras amorosas, estas personas pueden comenzar con la vehemencia de los vendavales equinocciales, tormenta tras tormenta. Cuando esto pasa, el final no llega por ruptura o tragedia, sino por el desarrollo de cálidas amistades. La Disposición es, pues, ideal para el matrimonio.

LA ACTIVIDAD MENTAL DE LOS TAURO, POR REGLA GENERAL, NO ES GRANDE. SU TENDENCIA ORIGINAL ES A SER CONSERVADORES, PERO UNA VEZ CONVENCIDOS DE LA NECESIDAD DE UN CURSO REVOLUCIONARIO, LO SEGUIRÁN HASTA EL AMARGO FINAL. AUNQUE EN ALGÚN PUNTO PAREZCAN RADICALES, ES SÓLO ACCIDENTAL A LA NATURALEZA; EN TODOS LOS ASPECTOS FUNDAMENTALES SON REACCIONARIOS. Considere a Huxley, por ejemplo; el lado científico de su naturaleza lo comprometió con la defensa de la evolución, que en ese momento se malinterpretó en Inglaterra para implicar la creencia en el ateísmo, la anarquía y el amor libre. Sin embargo, sus escritos filosóficos se basan en autores comparativamente tempranos como Hume y Berkeley, mientras que sus escritos políticos son los más firmemente conservadores que puedan imaginarse

 La inercia general de la naturaleza hará que el nativo acepte la mayoría de los convencionalismos acostumbrados a su entorno, no porque crea que tienen razón (suponiendo que lo interroguen sobre el tema), sino porque sería un problema ignorarlos. Decía francamente que pensaba que no importaba mucho lo que sucediera en tan poca cosa, y que lo mejor era "dejar que los perros durmieran". LAS PERSONAS CON EL SOL EN TAURO SUELEN SER MUY PRÁCTICAS. NO ESTÁN SUJETOS A DEJARSE LLEVAR POR EL IDEALISMO Y LOS SUEÑOS. Se puede citar a Shakespeare como el poeta más constante y sensato que jamás haya existido. Es su extraordinario sentido común lo que le ha granjeado el cariño de los anglosajones. Spencer también tiene al Sol en este signo, y su filosofía se basaba en hechos objetivos. De ahí el nombre que él mismo le dio: Filosofía sintética, en oposición a la analítica, que ha dominado casi indiscutiblemente desde el comienzo de la ciencia.

En la anatomía humana, se dice que Tauro rige la base del cerebro, el cuello, y los hombros, y la garganta. Las personas con el Sol en esta posición están, hasta cierto punto, sujetas a desórdenes en uno de estos lugares, pero a menos que el Sol esté gravemente afligido, no existe el mismo peligro de mala salud y de muerte súbita que encontramos en Aries; porque aunque el Sol no es tan brillantemente fuerte, está más armoniosamente colocado y sus rayos caen más suavemente.