LOS ESTUDIOS DE JUNG EN ASTROLOGÍA XI

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1.   LA COMPRENSIÓN DE JUNG SOBRE LA ASTROLOGÍA

Esta carta fue fechada el 15 de diciembre de 1954, apenas siete meses después de la carta de Jung a BARBAULT describiendo las "sorprendentes analogías" entre las configuraciones astrológicas y acontecimientos psicológicos. Es poco probable que Jung experimentara un repentino cambio de opinión hacia la astrología durante esos meses, o que hubiera intentado halagar gratuitamente a un astrólogo profesional como BARBAULT. Más bien, Jung parece haber considerado más prudente disfrazar su investigación astrológica como un "experimento MÁNTICO", mientras intentaba al mismo tiempo explicar a FORDHAM en cartas posteriores, lo más diplomáticamente posible, que las diversas críticas a su experimento se debían a "una profunda falta de conocimiento astrológico", y que los resultados estadísticos eran "muy complementarios para la astrología". No hay indicios de que FORDHAM estuviera alguna vez convencido. La preocupación de Jung por mantener su trabajo astrológico en secreto también es evidente en una carta escrita en 1953 por el psicoterapeuta estadounidense IRA PROGOFF (1921-1998), que estudió con Jung en Zúrich de 1952 a 1955, a CARY F. BAYNES, quien tradujo varias obras de Jung al inglés:

Te interesará mucho saber que el Dr. J. me ha aconsejado estudiar Astrología cuando regrese. . . Dice que todo analista debería estar equipado con ellal porque hay casos límite en los que proporciona una pista muy valiosa. No creo que le guste que se sepa que tiene tanto respeto por la Astrología. Aunque dijo que no cree que deba ser tan cauteloso al respecto como solía ser.

El horóscopo de PROGOFF, dibujado por una mano desconocida, forma parte de la gran colección de gráficos de pacientes y colegas en los archivos privados de Jung. La absorción de Jung en el simbolismo alquímico puede ser más aceptable en los círculos analíticos porque la alquimia está separada del mundo moderno por un intervalo histórico decente y puede verse como un curioso contratiempo en la historia de la ciencia. Y en cualquier caso, Jung no era un alquimista practicante en ningún sentido literal. Pero la astrología, al ser parte tanto del mundo moderno como del antiguo y medieval, aparentemente no es algo en lo que un psicólogo con inclinaciones racionales deba involucrarse, particularmente en las formas extremadamente simplistas en las que se presenta en la prensa popular. ANDREW SAMUELS, en su exhaustiva obra JUNG AND THE POST-JUNGIANS (Jung y los POSJUNGIANOS), nunca menciona la preocupación de Jung por HEIMARMENE, el concepto tardo antiguo del destino astral y sólo hace una referencia desdeñosa a la astrología. ROBERT SEGAL, un prolífico escritor y conferenciante sobre Las ideas de Jung nunca discute la predilección de Jung por la ciencia astral, ni siquiera en la extensa introducción de SEGAL a una selección de las discusiones de Jung sobre el gnosticismo –una corriente religiosa firmemente arraigada en una cosmología astral y profundamente preocupada por el destino astrológico como una compulsión interna.

 Intentar interpretar las ideas de un autor, trabajar selectivamente, de acuerdo con los prejuicios del intérprete y las modas predominantes en la academia, no es un fenómeno nuevo en el mundo académico. La imposición del "sesgo del investigador" ha estado vigente desde que los alegoristas griegos discutieron sobre lo que "realmente" quería decir ORFEO, JÁMBLICO Y PORFIRIO no estuvieron de acuerdo sobre la "verdadera" visión platónica del mundo, y los teólogos cristianos insistieron en que habían descubierto las "firmas" ocultas. de sus propias verdades tanto en la TORÁ como en la CABALÁ judía.  El intento de limpiar la reputación de un gran pensador científico de la mancha de "súbditos miserables" ha sido aplicado consistentemente por los eruditos modernos a figuras como Galileo, quien, además de su reconocida contribución a la historia de la ciencia, fue un astrólogo comprometido además de un astrónomo. Sin embargo, aparte del antiguo fenómeno del "sesgo del investigador" y sus caprichos, e independientemente de los extensos y reveladores documentos astrológicos en la vida privada de Jung, Los archivos, las Obras Completas por sí solas, así como las cartas publicadas de Jung a Freud y otros, reflejan incluso para el lector no especializado, clara e indiscutiblemente, la continua y extremadamente seria preocupación de Jung por la filosofía, la naturaleza y las aplicaciones prácticas de la astrología como una forma de exégesis psicológica.