LOS ESTUDIOS DE JUNG EN ASTROLOGÍA LXIX

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4 CONVOCACIÓN DEL DAIMON

JAMES HILLMAN (1926-2011), cuya escuela de psicología arquetípica se basa en gran medida en Jung pero difiere en su deuda abiertamente declarada con el politeísmo pagano de los neoplatónicos, dedicó una obra a la antigua idea del DAIMON, titulada EL CÓDIGO DEL ALMA. HILLMAN definió al DAIMON COMO UNA “IMAGEN DEL ALMA INDIVIDUALIZADA”: EL ALMA DE CADA UNO DE NOSOTROS RECIBE UN DAIMON ÚNICO ANTES DE NACER, Y HA SELECCIONADO UNA IMAGEN O PATRÓN CON EL QUE VIVIMOS EN LA TIERRA. ESTA ALMA-COMPAÑERA, EL DAIMON, NOS GUÍA HASTA AQUÍ. . . EL DAIMON RECUERDA LO QUE ESTÁ A SU IMAGEN Y PERTENECE A SU PATRÓN Y, POR LO TANTO, SU DAIMON ES EL PORTADOR DE SU DESTINO.

El cuerpo físico del individuo, los padres y el lugar y hora de nacimiento; en otras palabras, no solo el entorno y la genética. la herencia, sino también el horóscopo natal, son todos "elegidos" porque pertenecen a la necesidad del DAIMON, que está a la vez "fuera" de las configuraciones del horóscopo y "dentro" porque el momento seminal del nacimiento refleja la propia elección del alma. . Al discutir la naturaleza de las visitas DAIMÓNICAS de Jung, HILLMAN señaló:

Él [Jung] invocó voces de las profundidades, y éstas son DAIMONES, en el sentido griego de la palabra. . . Eran figuras del mundo medio. No eran necesariamente sólo del inframundo. En cierto modo eran mediadores, pero eran figuras vivientes. El 'santo ángel guardián'

El 'DAIMON personal', en adaptaciones judías, cristianas e islámicas, finalmente se fusionó en la figura del 'ángel guardián'. La palabra "ángel" se deriva del griego ANGELOS, que significa "mensajero", divino o humano, y el término se usaba a veces para dioses que servían como mensajeros, como Hermes e Iris. Jung usó el término "mensajero" en LIBER NOVUS para describir tal ser: Necesitamos magia para poder recibir o invocar al mensajero y la comunicación de lo incomprensible.

Pero los ángeles guardianes ABRAHÁMICOS no son, en las corrientes teológicas tradicionales, entendidos como interiores, ni se ocupan de La teleología del horóscopo. Son, literalmente, mensajeros enviados desde el cielo por Dios para proteger al individuo. Esto se aplica especialmente a los ángeles cristianos, quienes, después de la "desanimación oficial de los cielos" que tuvo lugar en 1277 a petición del Papa Juan I, perdieron sus antiguas asociaciones astrales y se convirtieron en obedientes servidores de Dios en un mundo celestial que ahora era percibido como un gigantesco mecanismo de relojería diseñado, creado y administrado, pero ya no habitado por, la divinidad.

Por lo tanto, los ángeles guardianes suelen ser entendidos como ontológicamente separados del alma humana. Sólo en las fronteras de las corrientes esotéricas judía e islámica se describe la naturaleza interior de este ángel personal como un aspecto de la chispa divina dentro del ser humano. En los siglos XII y XIII surgieron dentro de las comunidades judías de la diáspora, influyendo e influidas por la especulación mística islámica, descripciones explícitas del ángel guardián o MAGGID como una imagen del aspecto más elevado del alma. Estas exégesis se basaron en una base sincrética que adaptó, dentro de un marco religioso judío, una serie de ideas y rituales mágicos neoplatónicos y greco-egipcios de la antigüedad tardía, y los combinó con una tradición mágica judía ya bien desarrollada que se creía se remontaba a Salomón y Moisés. Los textos que surgieron de estas corrientes esotéricas judías reconocían la naturaleza astral de los ángeles y su capacidad de respuesta a la invocación ritual. Como la magia era internacional en el mundo antiguo tardío y tendía a cruzar fronteras religiosas, el ángel guardián en la magia judía guarda un estrecho parecido familiar con el DAIMON personal de los neoplatónicos.