El Astrólogo bien temperado IV

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En los tiempos de Lilly, el temperamento era una técnica bien establecida en la delineación astrológica. Las palabras asociadas con el temperamento habían sido de uso común desde la Edad Media; podemos encontrar ejemplos de ellos desde Chaucer a Shakespeare, lo que sugiere que la gente común sabía lo suficiente sobre las características básicas de cada uno de los temperamentos al apreciar las imágenes de estos autores. Ben Jonson llegó a escribir una obra de teatro titulada Cada hombre en su humor, y describe, en las Revelaciones de Cynthia:

Una criatura de un temperamento más perfecto y divino;

Una, en el cual los humores y los elementos se reunieron pacíficamente,
sin una emulación de Precedencia: él no es ni demasiado fantásticamente
Melancólico, ni demasiado lentamente Flemático muy a la ligera Sanguíneo,
o demasiado precipitadamente Colérico...

Las descripciones de John Gadbury sobre los cuatro temperamentos fueron estándar para su época, y podemos ver en ellas las raíces de las connotaciones modernas de colérico, sanguíneo, melancólico,  y flemático:

"Aquellas personas que son de una complexión sanguínea son  optimistas, generalmente son los emblemas de la honestidad; liberales, alegres, afables y fieles; pacificadores, verdaderos, de corazón abierto y modestos; muy virtuosos y religiosos... suaves, corteses, afables, de disposición y temperamento.

"La personas melancólicas están llenas de reservas mentales, son pesadas y lentas en su concepción y resolución; fraudulentas, sospechosas, inexorables, temerosas, tristes, perversas, ambiciosas, rara vez olvidan las heridas, no son amantes ni aprecian a nadie sino a ellos mismos; muy cerca y sutil en todas sus acciones ... de una disposición cerrada y reservadas mentalmente.

"La persona colérica es imperiosa, tiránica, llena de venganza, pendenciera, apta para la ira, resistente, pesada, involucrándose en muchos problemas y disgustos innecesarios; seguidores de lo sedicioso, sin embargo, en muchas cosas son ingeniosas y aprensivas; pero muy Proteus en sus conclusiones ... de una disposición robusta, hosca y tiránica.

"La personas flemáticas son demasiado sumisas a sus esposas, son personas mutables, no son capaces de guardar secretos; jactanciosas, llenas de vanagloria, personas crepitantes, sin embargo, son muy cobardes; maravillosamente lentas, aburridas y lentas en el desempeño de cualquier negocio... sin embargo, a veces se dan a la alegría".

Como podemos ver en las citas anteriores, los temperamentos se habían convertido no sólo descripciones físicas sino también psicológicas. Vemos evidencia de esto ya en el siglo 13, en las descripciones de los temperamentos de Ramón Lull. Por ejemplo: "También dicen que el hombre colérico acepta rápidamente un acuerdo o lo rechaza, y rápidamente se compromete en  asuntos y rápidamente los deja de lado, y es inconstante y listo para hacer un giro. Esta naturaleza le llega a través del gran movimiento del fuego..."

 

A principios del siglo 18, el de la nueva "Ilustración" o visión del mundo borró la importancia tanto de la astrología y del temperamento , a excepción de una pieza en el temperamento por Immanuel Kant aproximadamente en 1796, el temperamento como concepto fue latente. Pero reaparecer más tarde (al igual que la astrología!) Pero disfrazado, en las actitudes y funciones del psicólogo Carl Jung. La aplicación literal de la teoría del temperamento tradicional en el siglo 20 se puede encontrar en la obra de Rudolf Steiner, quien aplicó el temperamento como una herramienta de diagnóstico y pedagógica en las escuelas Waldorf. Es el uso del temperamento de Steiner que me llevó a realizar un estudio sobre la correlación de temperamento con la carta natal. A partir de ese estudio, tuve la oportunidad de formular algunas ideas acerca de cómo podemos utilizar el temperamento en nuestra práctica moderna. Déjame que le cuente un poco sobre el estudio.

 

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