El Sol en Cáncer XIV. Rays of Wisdom
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Carácter es destino
Cada alma está en esta vida para desarrollarse
como un ser individual; cada uno debe hacerlo en su propio derecho. Por
conscientemente hay que trabajar y dar a luz desde el interior de nuestras
huellas más elevadas y nobles de carácter del que podemos literalmente tomar a cargo
nuestro destino en nuestras propias manos e influir en él en gran medida.
Durante su vida en Cáncer las almas humanas son muy impresionables y fácilmente
influidas por las ideas y opiniones de los que les rodean y muy capaz de
absorberlas sin cuestionar. El desarrollo de sus facultades discriminatorias es
la plena ayuda para los prudentes que quieran superar esto. En lugar de
permitirse a sí mismos ser absorbidos por la identidad de otros, insisten en el
mantenimiento de uno de los suyos y se ponen a trabajar en el desarrollo de su
carácter y en la formación de su propia visión de nuestro mundo y de toda la
vida.
Dejarse influir fácilmente y ser totalmente
absorbido por otra persona es lo que sucede en el nivel más alto de vida en esa
unión de amor perfecto de Dios y la Diosa, el espíritu y la materia, cuando se
juntan en el acto de la creación silenciosa. Al ser dos aspectos diferentes del
Uno, que confían entre sí de forma implícita y responden a las necesidades del
otro y deseos incondicionalmente. Debido a que hemos sido creados a imagen de
Dios, las mismas cualidades están también en nosotros: "como es arriba es
abajo". La sumisión total del principio femenino - representado por el
Cáncer y la Luna - a lo masculino - Leo y el Sol, durante los momentos del
patriarcado, fue presentado por las enseñanzas de algunas de las iglesias de
nuestro mundo como una necesidad para las relaciones humanas. Esto se debía a
que nuestro mundo no estaba todavía está preparado para captar el significado
de la enseñanza de la sumisión total que tuvo en algún momento llegó a nuestro
mundo y se ha integrado en el repertorio espiritual de varias religiones, donde
ha permanecido hasta nuestros días. Para mí, el estado actual de nuestro mundo
es suficiente evidencia de que este tipo de comportamiento entre los sexos
nunca ha sido deseable en el plano de la Tierra.
Como chispas de lo Divino, las mismas
cualidades y dualidades que están en Dios están también en nosotros y como lo
conocemos ahora, ningún ser humano existe, ya sea puramente hombre o mujer. Sin
embargo, la sumisión total de un género a otro es necesario sólo en los más
altos niveles de vida y también en el plano interno. En el lado externo de la
vida, en mi opinión, es francamente indeseable y poco saludable. La única cosa
que jamás podría aspirar a lograr es la de interferir seriamente con el
progreso espiritual saludable, que no es posible de otra manera en las
relaciones humanas para todos los implicados.
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Caín y Abel
Como arriba es abajo
Arriba, por lo
tanto, tienen dos definiciones –la de los símbolos del tiempo o de los mitos, y
la del espacio o de la correspondencia de los mundos, "desde mundo
arquetípico hasta el mundo material" -están formulados, por un sabio
alemán (Hans Leisegang) en Leipzig 1924 y el otro por un Hermetista Francés
(Marc Haven) en Lyon en 1906. Que expresan exactamente las ideas de los dos
tipos de simbología (mitológica y tipológica), que es la que vamos a establecer
de aquí hacia adelante. La Tabla de la Esmeralda
sólo alude al simbolismo tipológico o –del espacio, analogía o entre lo que es
"arriba" y aquello que está "por debajo". Es por esto que
es necesario añadir a la misma, por extensión, la fórmula correspondiente y perteneciente
al simbolismo o al tiempo mitológico, que encontramos, por ejemplo, en el libro
del Génesis de Moisés.
La distinción de
estas dos formas de simbolismo no está del todo carente de una importancia
práctica. Es debido a su confusión que deben ser atribuidos a los muchos errores de interpretación de fuentes antiguas,
incluyendo la Biblia. Así, por ejemplo, ciertos autores toman el relato bíblico
de Caín y Abel como un símbolo tipológico. Ellos quieren ver en el mismo
símbolo "fuerzas centrífugas y centrípetas", etc. Sin embargo, la
historia de Caín y Abel es un mito, es decir, que expresa, en una forma narrada
para un caso particular, una idea "eterna". En consecuencia, se refiere
al tiempo, a la historia, y no con el espacio y su estructura. Nos muestra
cómo los hermanos pueden convertirse en enemigos mortales por el hecho de que
ellos no adoran al mismo Dios de la misma manera. Acá se revela la fuente de las guerras religiosas y no es la
diferencia en el dogma, ni en el culto o ritual lo que la causa, sino la única
pretensión de igualdad o, si se prefiere, la negación de la jerarquía.
Aquí también se origina la primera revolución del mundo - el arquetipo
(Urphänomen de Goethe) de todas las revoluciones que han tenido lugar y que
tendrán lugar en el futuro de la humanidad. Pero la causa de todas las guerras
y revoluciones en una palabra, de todo tipo de violencia -es siempre la misma: la
negación de la jerarquía. Esta causa se encuentra ya, en germen, a un
nivel tan elevado por el acto comunal de
culto al mismo Dios por dos hermanos: este es la revelación escalonada de la
historia de Caín y Abel. Y como los homicidios, guerras y revoluciones continúen,
la historia de Caín y Abel, permanecerá siempre válida y relevante. Siendo siempre
válida y relevante a lo largo del paso de los siglos, esto es un mito y, Por
otra parte, un mito de primer orden.
William Lilly, Master Astrologer