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ASTROLOGÍA Y DESTINO BY LIZ GREENE
PARTE DOS
DAIMON
Los héroes (me refiero tanto al héroe como a la heroína, pues no se trata de una cuestión sexista, sino del desarrollo de la conciencia individual) difieren enormemente. Heracles (o Hércules), por ejemplo, cuya maravillosa hazaña de los Doce Trabajos es una de las sagas heroicas más conocidas, no es particularmente inteligente. Posee músculos más que cerebro, posee una inmensa reserva de fuerza física y coraje, y tiende a matar a golpes a todo lo que se le oponga. Su carácter estúpido, robusto, vital, dinámico e insaciable está bellamente retratado en la novela de Robert Graves sobre la búsqueda del Vellocino de Oro, titulada Hércules, mi compañero de tripulación. Es una figura universalmente humana, pero algunos nos parecemos más a él que otros; o, quizás, sería más preciso decir que partes de nosotros se comportan más como él en ciertas ocasiones y situaciones. Odiseo, en cambio, es llamado «el astuto».
La astucia, más que la fuerza bruta, lo impulsa a salir adelante; y su viaje también es diferente, pues él es el vagabundo que busca su hogar en lugar del guerrero que busca nuevos desafíos. Su camino se mueve en círculo, en lugar de ascender en un ascenso o de manera lineal a través de una serie de tareas. Jasón es valiente pero pérfido, y fracasa al final por su traición a la mujer que lo ha amado y ayudado. Orfeo, con su compasión y dulzura, puede arrancar lágrimas de las mismas piedras con la belleza de su música, e incluso puede ablandar el corazón del severo señor del inframundo; pero al final no puede recuperar a su esposa perdida de los salones del Hades porque duda de la palabra del Señor del Gran Lugar Inferior y mira hacia atrás. Sigfrido es un héroe teutónico complejo, intrépido pero corruptible, ingenuo y divino pero condenado. Parsifal es el Santo Loco, que redime a través de la compasión nacida de su propia crueldad torpe. Prometeo es un ladrón humanitario; Edipo, como hemos visto, un noble y trágico peón del destino, cuya ira incontrolable y su desafío convierten la profecía en realidad.
Las heroínas del mito también varían. Medea es orgullosa, celosa y apasionada, con poderes ocultos; Fedra también es celosa y apasionada, pero menos honesta; ALKESTIS es mansa y abnegada, y Andrómeda es simplemente un hermoso peón indefenso que espera ser rescatado. Hay tantos héroes y heroínas, dragones y hechiceras, reyes y dioses como facetas de la naturaleza humana y variaciones sobre el tema único de la vida humana. Diferentes temas míticos son relevantes en diferentes momentos de la vida, pues los principales puntos de inflexión biológicos del nacimiento, la pubertad, el parto, la menopausia, la vejez y la muerte van acompañados de cambios psíquicos igualmente profundos que se reflejan en el panorama siempre cambiante del mito. Un hombre puede, en un momento de su vida, verse atrapado en el drama de Perseo enfrentándose a la terrible Gorgona mientras intenta dejar a su madre en la adolescencia y salir a la vida; en otro momento, puede verse atrapado en la comedia obscena de Zeus luchando con su esposa celosa y regañona; puede reencontrarse con la Gorgona mientras intenta abandonar el estancamiento rancio de una madre-esposa para buscar su propio espíritu interior; o puede reflexionar sobre PENTEO, enloquecido por el dios DIONISO, o sobre el victorioso Teseo que regresa de Creta y su exitosa batalla contra el Minotauro, solo para descubrir que su padre se ha suicidado en el momento del logro de su hijo. La astrología, con sus doce signos zodiacales y diez cuerpos celestes incrustados con los dramas de muchos mitos diferentes, sugiere, como JUNG, que todos los mitos se mueven dentro de nosotros, algunos más dominantes que otros, algunos apareciendo bajo la apariencia de nuestro "mundo exterior", todos tejiendo el tapiz del esquema individual de nuestro destino.
CONVIENE HACER ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL MITO Y EL SIMBOLISMO ASTROLÓGICO.
EL MITO NO ES UN SISTEMA DE SÍMBOLOS ESTRUCTURADO Y ORDENADO COMO LA ASTROLOGÍA, LA CÁBALA O EL TAROT. ES UNA REPRESENTACIÓN FLUIDA Y DINÁMICA DE IMÁGENES, CADA UNA CON MÚLTIPLES VARIACIONES A MEDIDA QUE EL MITO EMERGE ESPONTÁNEAMENTE EN DIFERENTES CULTURAS Y EN DIFERENTES ETAPAS DE UNA CULTURA EN PARTICULAR. Así, la extraña figura de DIONISO tiene varios padres, varios tipos de muertes y resurrecciones, varios epítetos añadidos a su nombre y diversas esferas de la vida humana que preside como DAIMON, abarcando desde un dios de la muerte hasta un dios del vino y la embriaguez. Pero su esencia permanece inalterada dondequiera que se encuentre y bajo cualquier forma. Robert Graves, en su obra LOS MITOS GRIEGOS, ha expuesto con impresionante detalle las enormes variaciones de cada figura mítica. También lo ha hecho C. KERENYI, cuyos escritos sobre diversos elementos del panteón griego siempre merecen la pena ser consultados. Lo que espero no estar intentando hacer es meter a la fuerza un sistema simbólico dentro de otro, diciendo que sólo un mito en particular tiene relevancia para un signo en particular. |
Las figuras y los relatos míticos están ciertamente imbuidos de diferentes matices y colores, y tienden a tener afinidad con algunos signos y no con otros. Algunos mitos son tan universales que resultan relevantes para todos: la búsqueda del héroe es uno de ellos. Las grandes sagas míticas describen el desarrollo humano en general y pueden relacionarse con cada signo y cada vida, y con todo el símbolo del círculo zodiacal. Cualquiera que haya intentado establecer conexiones estrechas entre relatos y personajes míticos se ha encontrado en una situación desesperada donde cada mito se mezcla con todos los demás, y al final uno se queda con lo que todas las grandes religiones finalmente promulgan como su verdad única e inviolable: Solo hay Uno. SUGERIRÍA QUE EL MITO SE LEA COMO SE LEE UN POEMA, CON LOS SENTIMIENTOS Y LA IMAGINACIÓN EN LUGAR DEL INTELECTO, Y CON SENSIBILIDAD AL OLOR, EL SABOR Y EL COLOR DEL RELATO, EN LUGAR DE CON LA DETERMINACIÓN CONCRETA DE AVERIGUAR SI CADA SAGITARIO QUE CONOCEMOS TIENE, COMO QUIRÓN, UNA HERIDA EN EL MUSLO.