GUERRA EN AFGANISTAN
Después del ataque y posterior destrucción de las torres gemelas (septiembre 11 de 2001) se pensó necesariamente, en USA, que había no solamente que ubicar prontamente al enemigo, sino destruirlo para siempre. Lo anterior, hizo necesario desplazar a miles de kilómetros el ejército más poderoso del mundo, en total disposición de cumplir rápidamente su objetivo. Muy holliwodesco lo anterior, como todo lo producido en USA. Lo cierto es que aun hoy, casi nueve años después, la pregunta que los entendidos se hacen y tratan de responder es la de por qué USA no consigue terminar (si es que existe alguna opción de ganarla) la guerra en Afganistán. Muchos otros aluden que es una guerra totalmente perdida, que es otro Vietnam. Nada justifica, otros opinan, que el ejército más poderoso del mundo no pueda derrotar a los terroristas del Taliban.
Tema: Guerra en Afganistá
Fecha: Junio 24 de 2010
Hora: 13:44 GMT
Lugar: Kabul – Afganistán
Longitud: 69º E 10’
Latitud: 34º N 30’
Diferencia GMT: 00:00
Sistema de Casas: Placidus
Ascendente: 21º26’ de Sagitario
En el Ascendente ubicamos el ejército defensor, y en el Descendente el ejército invasor. Con sólo ver a los dos planetas regentes de ambos ángulos es fácil determinar cuál de los ejércitos es el más poderoso. Mercurio, regente de USA, el ejército invasor, goza de la fuerza de estar en su propio signo (esencial), y además angular (accidental). Júpiter, por su parte, tan sólo goza de la fuerza de estar en sus términos (esencial). La diferencia de poderío entre uno y otro es abismal, lo que justifica, sin duda, que aceptemos que es cierto que el ejército de USA es en extremo muy poderoso; su rival, por el contrario, se aferra a su fe (algo muy jupiteriano) y a sus ganas de alejar al invasor de su territorio. Que Mercurio esté al final de Géminis (28º08’), puede indicarnos dos cosas:
01. Que hace mucho tiempo EE.UU. viene ejerciendo o haciendo uso de su enorme poder.
02. Que ese inmenso poder está a punto de llegar a su final. Esto último, igual, puede ser entendido de tres maneras diferentes:
A) Que la guerra propuesta por USA está pronto a terminar.
B) Que la guerra está a punto de perderse, o bien a reconocer su imposibilidad para ganarla.
C) En el mejor de los casos se daría sólo un cambio sustancial en la dirección o sentido de la guerra, en su alcance y sus condiciones.
En las dos primeras opciones las tropas de USA abandonarían el territorio invadido y regresarían a sus bases, al norte de América.
Si es correcto que USA es muy fuerte, con tanto poder militar, el suficiente para derrotar a cualquier enemigo, ¿qué le impide finalizarla a su favor? Por ahora, lo cierto, es que a Mercurio le faltan 01º52’ para abandonar Géminis e ingresar en Cáncer, signo en el que tendrá fuerza sólo a partir del grado 10 y hasta el 20. Se puede entonces asumir una primera conclusión:
USA tan solo dispone de un tiempo ligeramente inferior a los dos años para terminar y/o ganar la guerra. Estamos indicando el tiempo máximo, pues de ser tiempo mínimo estaríamos bordeando los dos meses.
Hay dos factores, bastante evidentes, que más que impedirle a Mercurio que logre su cometido, le malogran su fuerza considerablemente: su cercanía al Sol y la obstructiva cuadratura con Saturno. El Sol por combustión inutiliza a Mercurio, y Saturno hace perder, como mínimo, el tiempo: los objetivos jamás se logran dentro del tiempo previsto. Un caso similar a lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial, la que empezó con efecto negativo de Saturno sobre el Sol, lo que hizo que la guerra se alargara más del tiempo esperado. El poder de Adolfo Hitler, sin duda, era tan inmenso, y tanto como para derrotar a cualquier enemigo con facilidad, pero la extensión en tiempo de la guerra lo llevó a cometer errores que al final le costaron, incluso, su propia vida. Cuando la guerra se alarga tanto, el poder ostentado en un comienzo pierde su efecto y las opciones de éxito se reducen. Revisar las casas regidas por el Sol y Saturno, desde el lado de USA, nos pone en contacto con los temas que son contrarios a sus intereses: la dos y la ocho. William Lilly, al respecto de la casa dos apuesta por los siguientes significados: los bienes que se poseen, simpatizantes del sujeto, en los duelos personifica al que se bate, representa las municiones del pueblo, sus aliados y los apoyos que pueda recibir. De lo anterior, resaltaría lo siguiente: la casa dos nos dice que el poder militar de USA está representado en sus armas, de destrucción masiva algunas, pero que las mismas se inutilizan, es decir, que no pueden ser usadas correctamente. No sería raro que las armas sean incorrectas para el tipo y las condiciones de la guerra que se libra. Es la típica historia de tener que matar a un mosquito usando un gran cañón, desde luego, la posibilidad de acertar y matarlo sería una entre un millón.
Para tratar de entender un poco mejor aquellas razones por las que USA no gana la guerra, se debe revisar a su oponente: algo debe tener para darse el lujo de aguantar tantos años y aun seguir peleando. Júpiter, aunque con muy poca fuerza a su favor, se instala en el signo ideal para el tema de la guerra, Aries. Marte, ciertamente aprecia y ayuda a Júpiter, este último se adapta mejor a las exigencias del dios de la guerra. Aries es el signo que regenta la casa cuatro, del territorio donde se escenifica la guerra. Más que lógico también, pues Júpiter (los talibanes) están llamados a defender su territorio, Afganistán. Conocen mucho mejor que su enemigo el territorio en disputa, lo que desde luego es una gran ventaja a su favor. La otra casa regida por Marte sería la once, el otro lugar desde donde le llega ayuda a los talibanes.
En mi concepto personal, lo más fuerte y a favor de Júpiter, es saberlo en recepción mutua con el Sol, el debilitador del planeta Mercurio. Entonces, ahora es mucho más claro aquello de que las armas de guerra de USA no es que sean insuficiente, no, nada de esos, simplemente, son las incorrectas para las condiciones exigidas por la guerra, no siendo raro que su desplazamiento, por citar un punto, más que incomodo sea imposible en algunos casos. Lo normal es que este tipo de confrontaciones en territorios tan hostiles, terminen siendo peleadas cuerpo a cuerpo, donde lo que cuenta es la capacidad de cada soldado y sobre todo su puntería a la hora de disparar. De nada sirve tener los mejores tanques de guerra, los famosos M-1, si no pueden ascender montañas; sólo hombres armados y a pie lo pueden hacer, siempre con el riesgo que conlleva para las tropas, las que pueden ser emboscadas y eliminadas.
Lo cierto por ahora, lo que veo en la Carta y que me ayuda a entender un poco más el porqué de la capacidad de resistencia de los talibanes, es saber que Marte a los diferentes actores les proporciona la siguiente fuerza: dos puntos a Mercurio, y seis a Júpiter. Lo anterior, sólo puede decir que Júpiter sin ser el más fuerte, está mejor dispuesto para luchar. No perdamos de vista que la casa cuatro, además de representar el territorio en disputa, regenta el final, del que Júpiter está más cerca por ubicarse en Aries.
El futuro para ambos rivales se puede establecer al reconocer los signos en los que han de ingresar. Mercurio ingresará en Cáncer, y Júpiter una vez empiece a retrogradar (lo que debilita su accionar) ingresará en Piscis, uno de sus signos de regencia. Por lo anterior, podríamos apostar por el ganador. Apoyándome en que en Cáncer Mercurio tendrá dos problemas importantes que resolver: el primero, que Marte (la guerra y su poder) para nada encaja en ese signo; lo segundo, lo peor, que estará exaltando a Júpiter, que sería lo mismo que exaltando y hasta reconociendo el poder de los talibanes. Damos por descontado, que en Cáncer el poder quemador de la combustión solar tomará vistos más dramáticos para Mercurio. Para Mercurio, lo ideal sería mantener por disposición su poder sobre Marte; mejor si pudiera dirigirlo contra Júpiter, algo que no es factible, pues entre Marte y Júpiter no hay aspecto de oposición y además, como ya comente, Marte acoge en su signo a Júpiter. John Frawley nos diría, acertadamente, que mientras Mercurio está mucho más interesando en si mismo, en sus propios asuntos; Júpiter está más interesado en todo lo que Marte determine o regente, en la guerra por citar.
Estoy viendo algo que en verdad no podría ser más contrario a los intereses de USA: Júpiter con su antiscio toma contacto con Saturno, que es algo así como si Júpiter extendiera su poder sobre todo lo que signifique Saturno, y ya vimos que Saturno es uno de los dos obstáculos contrarios a Mercurio.
Un capítulo aparte merece la Luna, la que suele usarse como corregente del consultante. Por donde se la quiera mirar la Luna tiene más afinidad con Júpiter, antes que con Mercurio. Mercurio, una vez ingresado en Cáncer, quedará bajo el poder de la Luna, la que además de estar bajo la disposición de Júpiter, los talibanes, avanza hacia la conjunción con su Ascendente; viniendo desde la casa doce, lo que puede acercarnos a la idea de alguien o de algo que sale de su lugar de ocultamiento o confinamiento y se hace más público, mas visible para los otros. Sin descontar, que la Luna toma a Mercurio por aspecto de oposición.
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La conclusión, que podemos aceptar es la de que USA no ha podido, no puede ni podrá ganar nunca esta guerra. Su inmenso poder militar se quedará sólo en eso, un gran poder que no puede ser usado (combustión) para doblegar a su enemigo, uno que por su conocimiento amplio y suficiente del terreno y su capacidad inquebrantable de luchar hasta el final no puede ser derrotado. Ni que decir que el tiempo (Saturno) está en contra de USA.
Olvidé mencionar que en la casa dos ubicamos el dinero previsto para gastarnos, el que desde luego, en el caso de USA, ya sobrepaso todos los cálculos esperados. En Afganistán se están gastando mucho más dinero del previsto inicialmente, y bien cierto es que cuando nuestro dinero se agota, no nos queda más de otra que echar mano del dinero ajeno, del que representamos por la casa ocho.
Giovanni Londoño Romero
Santiago de Cali – Colombia, junio 29 de 2010.
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