Astrología y Aversión IV

Astrología y Aversión IV by Roberto Veronese

TERCER EJEMPLO: PROFESOR UNIVERSITARIO MERCURIAL CON ASCENDENTE LEO.

En esta figura, el Regentes del Ascendente no lo aspecta con proximidad o están en aversión a él. Sin embargo, eso no implica en la monstruosidad del individuo, que se hizo un profesor universitario con una serie de artículos científicos, no nació con ninguna deformidad.

Júpiter en Tauro no aspecta al Ascendente con proximidad, sólo por Signo (O sea: el Signo donde Júpiter está (Tauro) hace aspecto con el Signo del Ascendente (Leo). Ese tipo de relación puede ser mejorada con un orbe próximo, pero es independiente de él para existir.)

Aunque haya sobre él regencia de Triplicidad y Término, el aspecto es distante y eso parece invalidarlo como dispositor de la forma física. El Sol rige domiciliarmente a Leo y está en aversión a él; Saturno rige la Faz del Ascendente y su Triplicidad y está igualmente en aversión. Está presente corporalmente en el mismo signo que el Ascendente, sin embargo, observamos a Mercurio, que allí no posee dignidad alguna en su grado.

Tenemos aquí un caso extremo, en el cual el planeta presente en el Signo Ascendente da la forma física del nativo a pesar de no poseer ninguna Dignidad allí. Tal factor tal vez se deba a la aversión del Sol y de Saturno, así como a la distancia del aspecto de Júpiter en relación al Ascendente. En verdad, a pesar de que Júpiter ve a Leo, él tiene poco que ofrecer con su forma.

El nativo en cuestión puede tener su cuerpo y su temperamento fácilmente descritos por Mercurio Occidental. Frío y Seco, de disposición discreta, melancólico, conectado a los estudios, a los que es ingenioso. Júpiter – el único Regente que aspecta el Ascendente con distancia - sólo indica grandes hechos que traerán glorias a él, así como amigos influyentes y jefes protectores en medio de su vida.

ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE El CONCEPTO DE AVERSIÓN.

Viendo ese tercer ejemplo, se pueden sacar algunas conclusiones. Parece que la forma que una Casa/Parte asumida depende de dos factores, de pesos idénticos:

1. Dignidad que un planeta tenga en la Cúspide de la Casa/Parte;

2. Proximidad del aspecto/conjunción de ese planeta con la Cúspide de la Casa/Parte.

En otras palabras: si una Cúspide recibe dos aspectos próximos, siendo que uno de ellos es de un planeta con dignidad en ella, ese es preferido. Si una Cúspide recibe dos aspectos, siendo que uno de ellos está mucho más próximo al otro, él es preferido, a pesar de la Dignidad que el planeta aspectante tenga en la Cúspide. Esa observación nos remite a todos los modos de Dignidades presentes en los textos clásicos, anteriores a la época medieval. Abajo, presento todos, en orden decreciente de peso de acuerdo con mi experiencia y por la observación de los textos más influyentes:

A. Domicilio

B. Exaltación

C. Término

D. Triplicidad

E. Faz

F. Aspecto

El último item de la lista fue marcado a propósito en negrilla para enfatizar que el aspecto también era considerado como una forma de Dignidad. Yo, sin embargo, reitero que la Dignidad de un aspecto sólo será considerada en casos extremos, en los cuales un planeta sin Dignidad en la Cúspide la aspecta y todos los otros Regentes de ella se encuentren distantes o en aversión.

La expresión “dignidad” tiende a confundir, y por eso requiere una breve explicación acerca de lo que representa en la interpretación. Todo planeta que tenga Dignidad en una Cúspide o en una Parte podrá describir la forma que tomarán los asuntos representados por ellos. Preferentemente, el Regente del Domicilio describe esa forma, pero si él no aspecto a la Casa (o si el aspecto está bastante distante de la cúspide), se puede recurrir a otros Regentes. Finalmente, tenemos un caso extremo, en el cual todos los planetas Regentes del Signo no lo aspectan. En ese caso, si hubiera un planeta presente en el Signo o en aspecto próximo con la cúspide él debe ser escogido para representar la forma que los asuntos de la Casa tomarán. Los otros planetas que tengan Regencia sobre la Casa pero que fueron preteridos no pierden su relación con ella, pero representan formas más extrañas que la Casa adquiere en paralelo a su forma más clara, lo que es indicada por el planeta que aspecte su Cúspide con mayor proximidad y que haya allí alguna dignidad. Eso es importante, para que no nos olvidemos de que un planeta en aversión no pierde su dominio sobre una casa.

En el próximo texto, definiremos la función de los aspectos dentro de la delineación.

EL TAROT DE ROBERT PLACE:

Los perros de la Luna

Esta ilustración es la carta de la Luna. La sirena, que es Diana, asciende desde las profundidades del mar o de la mente inconsciente. Sus compañeros, los lobos marinos son en parte galgos y delfín. Junto con su náutica Diana intentará conectarse a las profundidades del mar con la esfera celeste.

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