El Sol en Tauro VI. Rays of Wisdom
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Taurus por Boris Vallejo |
¿Por qué es que la naturaleza del deseo de Tauro es tan fuerte? Cuando UD. pone a Tauro en el
zodíaco natural sobre el Ascendente, la duodécima casa del alma y de la
conciencia subconsciente está ocupada por Aries bajo la autoridad del planeta
del deseo, Marte. La asertividad insistente y agresiva que el alma necesita y recibe del
Universo en Aries está todavía allí. Este seguimiento no sólo desaparece cuando
el alma progresa en Tauro, sino bajo el ablandamiento, suavizante y
edulcorantes de la influencia de Venus, la de Marte y Aries se mueve en el
fondo de nuestra conciencia, en nuestro subconsciente, desde donde continúa
impulsando al alma hacia delante en su camino evolutivo. Durante todas las
vidas posteriores su influencia permanece con nosotros. A continuación, se hace
sentir en diferentes casas, es decir, los aspectos de nuestra vida.
La naturaleza del deseo es tan fuerte en
Escorpio, el signo opuesto polar para Tauro, co-gobernado por Marte y Plutón.
Como resultado Tauro está sujeto a una dosis doble de la influencia
subconsciente de Marte. La naturaleza feroz del deseo es una parte natural de
carácter que maquilla cada alma en el plano de la Tierra. Ese es el motor que
nos impulsa de una vida a otra en busca de experiencias que resultan en el
crecimiento del alma y por lo tanto son útiles para nuestra evolución personal
y la de todo el mundo. A través de las consecuencias de nuestras acciones, en
la búsqueda de nuestros deseos, la vida misma, finalmente, a cada uno de
nosotros nos permite cómo distinguir entre las expresiones favorables y
desfavorables de nuestra naturaleza del deseo.
Y es así, cómo el alma va en búsqueda de la
satisfacción de sus muchos apetitos, para experimentar las cosas buenas de la
tierra y aprender a apreciarlas. Mediante la exploración de ellos su
comprensión de la vida en la tierra se expande gradualmente. Esto continúa hasta
que el alma ha adquirido un conjunto de valores verdaderos en relación con las
personas y cosas. Después de haber alcanzado un grado suficiente de conciencia
espiritual, comienza a sentir la necesidad de concretar los deseos de su ser
terreno, y así libre y voluntariamente, se entrega en las manos amorosas de su
Ser Superior. Esta es la lección más importante y la mayor prueba de la madurez
espiritual del alma que le espera a cada alma al final de cada vida. Todas las
cosas de la tierra deben ser devueltas y sólo nos queda la conciencia. Cuanto
mejor sea la comprensión del verdadero propósito de la vida, más fácil es el
dejarla que fluya y menor será la posibilidad de quedar atrapado en el nivel
material y de perderse en la ilusión de una existencia excesivamente
materialista.
Dejar que se vaya
En todas sus relaciones y en especial los hijos
en Tauro y Escorpio son las personas más aferradas y posesivas en el zodiaco.
Dejar de lado a algo, no sólo a sus hijos, es doloroso y extremadamente difícil
para las almas que nacen en ambos signos. Los sabios entre ellos se dan cuenta
de que todos sus rasgos de carácter negativos, incluyendo éste, tienen su
origen en el miedo, para ser más precisos, el miedo a la pérdida, y que a fin
de arrojar este miedo necesitan elevarse por encima de los deseos de su pequeño
ego, sobre todo el deseo de aferrarse. La comprensión de que sus hijos no son
algún tipo de propiedad, que no pertenecen a sus padres terrenales, sino a
Dios, les permite liberarse de sus seres queridos con mucha más facilidad
cuando ha llegado el momento de hacerlo.
No comparto la opinión de que venimos a esta
vida sin nada y que nos vamos de la misma en el mismo estado. Somos espíritu y alma,
vestidos de forma temporal en la carne, es decir, la materia. Tuvimos la
conciencia cuando llegamos y todo el aprendizaje que logramos reunir durante
nuestra vida actual nos ayuda a crecer cada vez más cuando volvamos de dónde llegamos.
A mayor diligencia en nuestra educación
terrenal y se esfuerzan por cumplir con el propósito de que estemos aquí, más
rápido crecemos en conciencia y nuestra conciencia se expande.
William Lilly, Master Astrologer