En general, sin
embargo, considero que una conjunción con Mercurio es útil porque trae inteligencia
en la imagen. Trae conciencia y aceptación y la capacidad de comunicar. Un
aspecto de conflicto entre Mercurio y Saturno puede ser simplemente el
conflicto entre hacerlo casual y ligeramente versus terminar lo que ha
comenzado y hacerlo bien. O tal vez la persona de Saturno está haciendo un trabajo
con ética puritana y ejecutándola en el terreno, y él debería estar aprendiendo
a tomar la actitud de la luz de Mercurio de la persona que dice que no se puede
hacer todo en serio, hacer una o dos cosas realmente bien, y el resto es por
diversión. O puede ser que la persona de Mercurio esté exagerando la
superficialidad de la luz y
necesita aprender autodisciplina y
practicidad de la persona de Saturno.
Saturno con la
Luna se considera muy malo en los libros tradicionales. Lo estamos poniendo dos
formas de crianza: la madre tradicional (Luna) donde se nutre y protege y cuida
al infante indefenso incondicionalmente, y al padre tradicional (Saturno) que
dice: "Uno obtiene lo que ha
ganado, y debe aprender las consecuencias de sus acciones". Si las combina,
el peligro es exagerar uno a expensas del otro. Así que puede exagerar el
instinto maternal donde se echan a perder y siempre tratar al niño como un bebé,
indefenso y el niño nunca aprenderá a enfrentar la responsabilidad y las
consecuencias. O viceversa: Puede que esté exagerando al crítico, al
disciplinador, que los libros siempre suponen. Nunca se ve en un libro
tradicional que describa una conjunción Luna-Saturno como una sobreprotección
al niño. ¡Siempre es un padre severo y punitivo que es cruel! Pero lo he visto
con frecuencia de otra manera.
Uno de mis
ejemplos favoritos de eso fue una mujer que tenía una conjunción Luna-Saturno en
Aries. Ella estaba en mi taller y le dije cómo se puede indicar un niño
sobreprotegido que finalmente tiene que aprender a asumir la responsabilidad y dar
la cara a las Consecuencias; o puede ser un niño que nunca recibió esa atención
protectora, y que tuvo que enfrentar el hecho de ser un adulto desde el
principio y sentirse descuidado, de que ellos mismos tienen que tomar cuidado
de las cosas. Los padres estaban enfermos o no estaban trabajando, o también
había muchos niños, o tal vez los padres solo creían en una estricta
disciplina. Entonces pregunté si era cualquiera de estos en su caso o los
padres lo resolvieron y tenían un equilibrio
moderado entre protección y disciplina. Y ella dijo: "Bueno, supongo que
estaba sobreprotegida porque recuerdo cuando fui a la universidad, estaba muy
molesta porque no tenía a alguien allí para lavarme la ropa". Y ahora ella
tiene un esposo que contrató una sirvienta de tiempo completo para que ella
cuide a la niña, para que pueda hacer su trabajo de arte. Ella supo lo que ella
quería y lo consiguió.
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