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8. LA BURBUJA CREDITICIA Y EL COLAPSO DE LA MONEDA
ES UN “HECHO” QUE MÁS DEL 80 POR CIENTO DE LOS DÓLARES CONTIENEN TRAZAS DE COCAÍNA. SEA ESTO CIERTO O NO, SEGURAMENTE NO SE PUEDE DISCUTIR QUE EL DÓLAR ES LA MONEDA ELEGIDA POR LOS BARONES DE LA DROGA.
Así como no existe una carta natal conocida para el oro, no se reconoce ningún momento que marque el nacimiento del dólar. Aun así, el análisis de los movimientos planetarios durante décadas permite identificar patrones de comercio. En los últimos tiempos, la relación entre Neptuno y Plutón desde varias perspectivas ha ayudado a identificar momentos de gran actividad. Este ciclo por sí solo no explica el movimiento de precios más complejo y, de hecho, intradiarios.
SE PUEDE DEMOSTRAR QUE LOS MOVIMIENTOS DE MERCURIO Y VENUS, PLANETAS MUCHO MÁS RÁPIDOS, INFLUYEN EN LOS MOVIMIENTOS DE LOS PRECIOS DE LAS DIVISAS. MERCURIO, REPRESENTADO COMO EL "MENSAJERO ALADO", ORBITA ALREDEDOR DEL SOL CADA 88 DÍAS, CAMBIANDO CONSTANTEMENTE DE ASPECTO CON RESPECTO A LOS OTROS PLANETAS. Las diversas imágenes que crea con los demás planetas a medida que viaja por el cielo permiten tener la imagen de un negociador, en incesante movimiento. A medida que se pasa de un signo a otro –ya sea desde la perspectiva heliocéntrica o geocéntrica– se pueden observar fluctuaciones en los movimientos del mercado. Los negocios que se correlacionan con los movimientos del planeta Mercurio incluyen la actividad en los mercados de materias primas. De hecho, se pueden detectar cambios significativos en los precios en los días en que el Sol y Mercurio aparecen juntos (en conjunción) en el cielo visto desde la Tierra.
Venus se mueve bastante más lentamente. Su viaje alrededor del Sol requiere 225 de nuestros días terrestres. Una vez más, a medida que pasa de un signo a otro (ya sea heliocéntrica o geocéntricamente), se producen movimientos de precios. Mientras que Mercurio comercia con ideas y el concepto de comercio en sí, Venus se correlaciona con el metal básico más común: el cobre. El centavo, la rupia, el céntimo y el LUI, por nombrar sólo algunas de las muchas monedas en circulación, están compuestas de una base de cobre mezclado con otros metales. Estas pequeñas unidades monetarias sustentan, por ejemplo, el dólar, el euro y el franco suizo. Venus, el planeta asociado con el amor y el placer, también está asociada con el dinero en efectivo, por lo que no sorprende que sus movimientos en el cielo se correlacionen con los cambios en el precio de las divisas.
No es nada raro que los períodos de turbulencia en los mercados de divisas coincidan con períodos de eclipses y puntos de inflexión en los ciclos de Mercurio y Venus. En 1994 se utilizó un análisis astro-económico para pronosticar una crisis del mercado de divisas para agosto de 1998. Los factores críticos en este caso fueron un eclipse solar en el signo de Leo (asociado con el oro y posiblemente indicando movimiento en ese mercado), junto con la llegada de Mercurio a un punto crucial en su ciclo ese mismo día. El desencadenante resultó ser una crisis del rublo ruso que se devaluó ese mismo día.
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