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7 EL BANCO MUNDIAL
La posición de Marte en Virgo durante todo julio de 1944 acentuó la conciencia de la necesidad de prestar atención a los detalles generales. Combinado con un aspecto alentador con Saturno, Marte habría traído el reconocimiento de que un enfoque meticuloso tiene ventajas para garantizar una administración eficiente. Sin embargo, tal vez no se haya observado que una desventaja de esta colocación es que el papeleo y la inquietud general pueden ralentizar los procedimientos, privando efectivamente a las personas de ayuda en momentos de tranquilidad. Al parecer, en contraste con este efecto, otra característica especial del eclipse de julio de 1945 fue el número de planetas que transitaban por el signo de Leo, uno de los signos de Fuego del zodíaco. Los rasgos asociados con este signo incluyen una tendencia inicial a reaccionar rápidamente, pero de forma no regulada. Al igual que en un incendio forestal, no hay ningún termostato operativo y los acontecimientos pueden salirse de control. Sin consideración y evaluación cuidadosa, se pueden cometer errores de juicio.
En un individuo, este comportamiento suele generar un entusiasmo del 100 por ciento al inicio de un proyecto. Sin embargo, el entusiasmo rara vez dura y, en cambio, es reemplazado por pura tenacidad y determinación. La norma es que los proyectos tarden mucho más en completarse de lo esperado originalmente. La alegría y el entusiasmo iniciales son luego desplazados por un sentimiento de mala gana de que uno, tiene el honor de completar la tarea, incluso si sería mejor abandonarla a medida que se disponga de más información. Aquí el orgullo suele venir antes de la caída.
Con Mercurio (pensando y hablando) y Júpiter (grandes promesas e ideas) viajando a través del signo de Leo mientras se discutía la inauguración de un fondo, existía la posibilidad de que aquellos involucrados instintivamente ofrecieran más de lo que razonablemente podían entregar. Una determinación tenaz de hacer lo que se consideraba “correcto” habría perjudicado la consideración, la calma y el pensamiento racional. No hay duda de que había un gran entusiasmo por el proyecto. El ritmo del tambor cósmico habría sido convincente. Se habría considerado imperativa la necesidad de tomar medidas y construir un sistema que permitiera a las naciones derrotadas recuperarse económicamente. De hecho, la insistencia del tambor cósmico en que se debía hacer algo habría sido inspiradora, aunque más que un matiz melodramático.
El poder de la melodía cósmica que sonaba al inicio de la conferencia habría sido seductor, ya que muchos delegados apoyaron la idea de un fondo de ayuda y estaban naturalmente predispuestos a abordar eventos a escala grandiosa. Esta idea allanó el camino para que el fondo se convirtiera en un prestamista de última instancia. El fondo pronto ganaría el estatus de “súper-banco”, y quienes necesitaran su asistencia tendrían que explorar otras vías antes de llegar a su puerta y recibir asistencia.
EL CENTRO GALÁCTICO, el punto en el espacio alrededor del cual gira la Vía Láctea, medido con respecto al zodíaco tropical, se mueve muy, muy lentamente a medida que la galaxia misma gira en el universo. Parece moverse a algo menos de un grado por siglo y actualmente puede encontrarse acercándose al borde del signo de Sagitario. Se ha demostrado que este "Punto Galáctico" es sensible. Cuando los acontecimientos “sacuden al mundo”, este punto muchas veces se ha activado por la presencia de un planeta alineado con este grado. Seguramente debe ser de gran interés observar que en la fundación del FMI, VENUS, EL PLANETA ASOCIADO CON LA JUSTICIA, EL EQUILIBRIO Y LAS FINANZAS, estaba ubicado en el Centro Galáctico. Las implicaciones son obvias: el nuevo fondo tendría un efecto dramático sobre las finanzas del mundo.
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