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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA
NEPTUNO Y LA LUNA
Las observaciones a que nos obliga el deber cuando se trata de Venus y Neptuno deben hacerse aún más severas si queremos tratar adecuadamente sus relaciones con la Luna. Pues Venus tiene cierta tranquilidad y jovialidad; la Luna es fría, tenue, madre de las ilusiones. Ella es completamente oscura a menos que el Sol mismo le preste su luz. Sola, ella no es más que el planeta de las brujas; extrañas bestias merodean en la oscuridad; los envenenadores recogen sus hierbas mortales debajo de ella mientras se desvanece. Neptuno también es una "octava" de la Luna, por lo que en combinación provocan la máxima desviación del equilibrio, y toda fuerza desequilibrada es mala.
En consecuencia, encontramos una debilidad y un afeminamiento excesivos, que se expresan en una melancolía malhumorada, a menudo asociada con mala salud, y con la adicción a las drogas y la bebida. Los personajes fuertes, los grandes hombres que tienen estos planetas en aspecto, los tienen sin importancia, como en el caso de Wagner, que los tiene en sextil, pero tiene el Sol saliendo en la cúspide exacta del Ascendente, trígono Marte, sextil Júpiter, semisextil Mercurio, una matriz que los eclipsa por completo, o asistida por algún benéfico masculino. Así,
El semisextil de Shakespeare es también un semisextil con el Sol;
Erasmo tiene tanto al Sol como a la Luna en conjunción;
Zola tiene el Sol y la Luna unidos en sextil, así como aspectos de Venus y Júpiter;
El sextil de Chopin está fortalecido por Marte y el Sol;
La Luna de Philip Bourke Marston está en trígono con Neptuno, que también está en oposición a Mercurio, y además, tiene d la conjunción de Marte y Júpiter como factor dominante en el horóscopo.
Guillermo II de Alemania tiene un trígono con la Luna, de ahí su desgracia física y su débil amor por la paz; afortunadamente, Marte en conjunción con Neptuno en la Casa 10 evitó que esa debilidad se volviera criminal.
George Eliot tiene los dos planetas en semisextil; de ahí la ultra-feminidad de su naturaleza y su deseo de hacerse pasar por masculina.
Maximiliano, Archiduque de Austria y Emperador de México, las tiene cuadradas; su vida ha sido una tragedia demasiado grande para llorar.
Robert Louis Stevenson los tiene en conjunto; hay un caso típico: la criatura frágil, anémica, delicada, refinada, melancólica y gentil, totalmente incapacitada por su personalidad para luchar en el mundo, y sólo salvada por Venus en trígono con Urano en la Casa 11 (lo que implica la ayuda de amigos) del desastre constante; también hay una conjunción de Sol y Marte en Casa 8, culminando, implicando fuerza súbita e inesperada en horas de desesperación; pero por supuesto que lo mató al final. La salida de Saturno es aún más melancólica, especialmente porque está a 2° de la oposición de Júpiter.
Dreyfus tiene el mismo aspecto, una conjunción, y lo convirtió en el juguete de la más mala fortuna a pesar del trígono de Júpiter, que no podía hacer más que asegurar su rehabilitación definitiva.
El aspecto de trígono se encuentra nuevamente con Guy de Maupassant, ya esto, sin duda, podemos atribuir su sutileza nerviosa. Pero tiene a Venus saliendo en conjunción con Júpiter y Marte, una fuerza abrumadora de Carácter para contrarrestar el efecto debilitador.
Como ejemplo final tenemos a la notoria Mabel Collins, cuyo Neptuno no solo está en conjunción con la Luna, sino que también está en trígono con Marte, cuadratura a Venus y sextil a una conjunción de Saturno y Urano. Esta mezcolanza de aspectos es demasiado confusa para ser buena. De ahí que su Neptuno en casa 5, la casa de los placeres y del arte, arruinó esa parte de su vida. Sus libros no eran más que mezclas de manía, mal escritos, pretenciosos e ignorantes, y sus placeres eran desagradables en grado sumo. La imaginación, al conferir sutileza y profundidad de pensamiento, y al hacer que el Carácter sea puro, aspirante y gentil, esto raramente será el caso a menos que en otros aspectos el horóscopo sea inusualmente fuerte. Un modo de pensamiento tan recóndito y oscuro como el que se implica seguramente naufragará a causa de las tormentas de la vida a menos que la nave del Alma esté armada con el bronce y el hierro triples de algunos otros planetas mejor calculados para resistir los embates de las olas de las circunstancias.
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