DOCE LECCIONES FÁCILES PARA PRINCIPIANTES – ASTROLOGIA CLÁSICA - CII

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BY ASTROLOGÍA DE LAS SIETE ESTRELLAS / SEVEN STARS

DIOSES COMO ARQUETIPOS

De manera similar, en un nivel espiritual o religioso, podríamos considerar que los dioses en sí mismos no son agentes espirituales sino iconos creados por humanos para representar categorías de agencia, espiritual o de otro tipo. Debido a las diferencias en el contexto cultural y la experiencia, existen innumerables dioses en el mundo y entre culturas. Sin embargo, inevitablemente hay algunos grupos comunes de características o asociaciones entre muchos dioses en diferentes panteones.

Las características compartidas entre los dioses pueden deberse al hecho de que los dioses se aproximan a experiencias similares, como las de agencias espirituales. La difusión cultural y las tendencias psicológicas universales ciertamente también juegan un papel en el carácter superpuesto de los dioses en todos los panteones.

LOS ARQUETIPOS COMO FUERZAS PSICOLÓGICAS

Carl Jung y otros psicólogos que siguieron su trabajo, han tomado el papel de los psicológicos universales como primordial cuando se trata de arquetipos literarios, mitológicos y espirituales. Siento que la influencia de la psicología  humana en la configuración de gran parte de las estructurales universales y temáticos de las historias humanas es clara y no controvertida. Sin embargo, la psicología arquetípica tiende a ir un paso más allá, al postular que los arquetipos son fuerzas psicológicas.

Jung parece haber intentado distinguir los impulsos y estructuras psicológicos compartidos, heredados e inconscientes que dan lugar a los arquetipos de los arquetipos mismos. Sin embargo, en la psicología arquetípica, los arquetipos en sí mismos son las fantasías que impulsan los deseos, las acciones y la comprensión humanos. En otras palabras, los arquetipos se convierten en fuerzas psicológicas inconscientes por derecho propio. Los dioses instancian arquetipos, como si las fuerzas que dirigen la psique fueran los moldes de los dioses. 

ARQUETIPOS INTERNOS

Una visión en la que los arquetipos son fuerzas psicológicas reduce innumerables dioses a representaciones creativas de la realidad más fundamental del arquetipo psicológico. Asumir una realidad psicológica subyacente a los propios arquetipos específicos es cuestionable. Si bien existe una similitud significativa, y la psicología humana compartida juega un papel importante en esa similitud, otras experiencias compartidas y la difusión cultural también juegan un papel en la similitud. Además, las características arquetípicas pueden surgir de impulsos y deseos psicológicos compartidos mucho más básicos que los presentados por los arquetipos.

También hay una diversidad significativa en los panteones que puede aplastarse desde esta perspectiva. Toda religión y espiritualidad se vuelve en cierto sentido subordinada a la psicología. Los arquetipos se convierten en los nuevos dioses principales, mientras que los dioses se convierten en versiones menores. Los nuevos dioses principales moran en el reino del alma y animan el alma. El comportamiento humano está motivado por el alma y, por lo tanto, las narrativas espirituales se reformulan en términos de los dioses principales (arquetipos) del alma y la forma en que moldean el carácter y el comportamiento.

CONCLUSIONES SOBRE LOS ARQUETIPOS

Los arquetipos son útiles como principio de conexión. A menudo, los significados de los factores astrológicos, las asociaciones de dioses y los temas de los sueños y las historias se parecen entre sí. Espiritualmente, son icónicos el uno del otro a través de su parecido, comunicándose entre sí y más allá. Evocan y se relacionan con experiencias humanas comunes, esfuerzos, motivaciones psicológicas y temas experimentales. Sin embargo, etiquetar arquetipos da como resultado una especie de reduccionismo que puede inducir a error; implicando que hay algo llamado arquetipo que es en sí mismo la realidad subyacente del sentido del factor astrológico, el dios, etc. Veremos que esto es similar a una sustitución de un término técnico por un término natural; una confusión de características necesarias y suficientes como el núcleo de un sentido cuando, en cambio, la semejanza con algunas caraerísticas sobresalientes es la clave real.