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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA
Aleister Crowley y Evangeline Adams
El nativo puede alcanzar una gran eminencia en la ciencia a través de su apreciación de las fuerzas sutiles detrás de los fenómenos. En filosofía, puede resultar admirable por la misma causa, pero tanto en filosofía como en ciencia, su trabajo será casi infaliblemente unilateral. Es probable que el hombre haga nuevos descubrimientos, pero no tenga nada parecido a una comprensión intelectual completa del tema en su conjunto. En religión, el nativo de Piscis puede ser un místico de tipo devocional; estará, con toda probabilidad, muy dotado de clarividencia. Siendo la religión enteramente una cuestión de fe e inspiración, se le permite prescindir incluso de la pretensión de racionalismo.
LOS TIPOS MUY BAJOS DE ESTE SIGNO SERÁN CONVENCIONAL Y SENTIMENTALMENTE RELIGIOSOS EN UN GRADO DESMESURADO. INCLUSO CUANDO EL NATIVO ES UN MÍSTICO, ESTÁ DESEQUILIBRADO; NO HAY COLUMNA VERTEBRAL INTELECTUAL, NI IDEA DE MANTENER EL EQUILIBRIO PSÍQUICO POR MEDIO DE ALGÚN ESCEPTICISMO CORRECTIVO.*
El nativo es extremadamente cálido en sus amistades, a veces incluso desagradablemente. Siempre está tratando de vaciar la última gota de cualquier taza de miel. La mayoría de la gente prefiere que las amistades sean algo así como una alianza ofensiva y defensiva. El nativo de Piscis intenta que sea un romance. Sin embargo, no hay mejor hombre con quien cenar cuando estás cansada y deprimida. Conoce muy bien el arte del entretenimiento, y su deseo de plenitud en todo nunca le permite olvidar un solo ingrediente que constituya placer.
PISCIS CEDE INMEDIATAMENTE A CUALQUIER TIPO DE COACCIÓN, SIN RESENTIMIENTO NI TENDENCIA A LA REBELIÓN. INMEDIATAMENTE SE CONVIERTE EN PARTE DEL SISTEMA EXISTENTE QUE SE LE IMPONE. NO TIENE EL MENOR DESEO DE CAUSAR PROBLEMAS A NADIE. Neptuno representa el principio unificador del solvente, frente a las tendencias diferenciadoras y analíticas que muestra Marte. Estos últimos impulsos conducen las energías del hombre hacia lo físico; el poder de Neptuno sobre Piscis aleja al nativo del plano físico, y da anhelo de unión con lo divino. Como los primeros indicios de esta aspiración se manifiestan en un anhelo de experiencia emocional, podemos ver cómo es que los tipos subdesarrollados muestran en la superficie tan poco de lo divino y tanto de lo carnal. Pero como la verdadera fuerza del piscariano está en sus ideales e inspiraciones, en sus tipos más avanzados los nativos del signo viven de la inspiración, y en sus momentos supremos pueden llegar a una realización de la unidad esencial de todas las cosas, para que sus vidas, su habla o sus escritos pueden acercarse casi a lo divino. Muchos entre los santos y místicos de la iglesia primitiva dan evidencia de las dominaciones de este planeta y signo, especialmente San Francisco de Asís, cuyo himno más famoso ilustra su sentimiento de parentesco con el Sol y la Luna, y cuya vida fue larga y un registro de amor incesante, devoción y sacrificio propio.