EL SIGUIENTE MATERIAL NO ES PARA REPRODUCIRLO O FIJAR EN OTROS BLOGS O WEBSITES, O EN DOCUMENTOS PDFS, COMO HA SUCEDIDO CON OTROS ARTÍCULOS NUESTROS SIN AUTORIZACIÓN PREVIA DE PARTE DE LA ESCUELA INTERNACIONAL DE ASTROLOGÍA
ESTE BLOG HACE USO DE CIERTAS COOKIES DE BLOGGER Y DE GOOGLE, UD. ES LIBRE DE SEGUIR LEYENDO O DE SUSPENDER LA LECTURA DEL MATERIAL QUE APARECE EN EL BLOG.
LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA
Aleister Crowley y Evangeline Adams
VENUS EN LOS SIGNOS
A primera vista, puede parecer algo difícil diferenciar entre la acción de Venus, la "Fortuna Menor", y la de Júpiter, la "Gran Fortuna". Ambos representan el espíritu expansivo y altruista. Pero Venus es la doncella del Sol y, por consiguiente, está unida a la fuerza vital, así como Júpiter es más estrechamente una emanación de Neptuno, el otro extremo del sistema, el Alma. El altruismo de Venus, por lo tanto, significa amor en un sentido bastante convencional y a menudo egoísta o personal; su expansividad es a menudo mera amabilidad, posiblemente asumida para lograr algún fin asociado con el instinto de auto-conservación; y finalmente, Venus es mucho más material y, por así decirlo, carnal que Júpiter.
Pero la religión misma está psíquicamente correlacionada tanto con el sexo como con el drama, y el lector notará que Júpiter en ciertos signos -Escorpio, por ejemplo- adquiere un carácter intensamente sexual. VENUS EN CUALQUIER SIGNO TIENE TANTA CONNOTACIÓN O REFERENCIA QUE ES MUY NECESARIO TOMAR EN CONSIDERACIÓN NO SOLO EL SIGNO EN EL QUE SE ENCUENTRA SINO TAMBIÉN SUS ASPECTOS A OTROS PLANETAS ANTES DE JUZGAR SUS EFECTOS. Pero la importancia del impacto del los diferentes signos es muy grande. De hecho, cuanto más material es un planeta, más fácilmente es influenciado. NO VEMOS UNA CONMOCIÓN TAN VIOLENTA EN LOS PLANETAS MÁS VASTOS; URANO EN ARIES NO ES TAN DIFERENTE DE URANO EN LIBRA, PERO VENUS EN GÉMINIS ES COMPLETAMENTE DIFERENTE DE VENUS EN ESCORPIO. TODO ESTO ES COMO DEBE SER, Y ESTÁ EN CONSONANCIA CON LA TEORÍA INICIADA
Al tratar con Venus en las líneas seguidas con los otros planetas, nos enfrentamos con una dificultad peculiar a la naturaleza de su propia influencia. Es fácil observar la mayor parte de los efectos de otros planetas en la vida, el carácter y la obra de los grandes hombres, pero sabemos poco de los detalles internos de sus relaciones domésticas e íntimas.
Alejandro Magno pudo haber golpeado a su esposa, y Cromwell pudo haber sido un padre muy inteligente y discreto, pero en la mayoría de los ejemplos que hasta ahora nos han servido tan bien sabemos poco o nada de la vida privada. Y es esencialmente y ante todo en la vida privada donde influye Venus. Ella tiene, por supuesto, otros significados. En el horóscopo del emperador Francisco José, el dominio de Venus implica que todas sus ganancias debían llegar a través de canales pacíficos, que la guerra nunca podría servir a sus fines; y este fue el caso. De manera similar, la Venus del Zar Alejandro II, poderosamente colocada y bien aspectada, reaccionó tanto en su política como en su carácter, pero como se dijo antes, estas son excepciones. EN MUCHOS CASOS ENCONTRAMOS CONQUISTADORES SEVEROS CON MODALES CORTESES Y, POR EL CONTRARIO, ESTADISTAS DÉBILES QUE SON AUTOCRÁTICOS EN SUS HOGARES. También está la cuestión de la Venus externa y objetiva. La mayoría de las veces su efecto se produce en los asuntos insignificantes; es difícil seguirle la pista en los grandes asuntos, porque éstos están tan bajo Urano y Júpiter que Venus sólo tiene una parte secundaria en la determinación de tales acontecimientos.
El resultado de todas estas consideraciones es que uno se ve obligado a confiar en las observaciones de la investigación privada; y aquí la prueba no es producible, tanto porque los nombres de los nativos comunes podrían no significar nada para el lector en general, como también porque tales detalles serían asuntos de naturaleza confidencial, y en muchos casos no imprimibles. Incluso si se especifica, tal relato necesitaría verificación, mientras que en el caso de personas bien conocidas por todos los estudiantes de historia, los hechos hablan por sí mismos y son convincentes. Para resumir la situación, el lector debe por lo tanto contentarse con confiar hasta cierto punto en este capítulo en la autoridad del autor.
Esta advertencia se hace enfáticamente para asegurar al lector que no hay confusión en la mente del autor con respecto a lo que es evidencia clara y convincente, patente para el mundo, y lo que, aunque en realidad no es menos confiable, se basa en pruebas no tan obvias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario