ASTROLOGIA Y DESTINO - LXVIII

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 ASTROLOGÍA Y DESTINO BY LIZ GREENE

PARTE DOS

DAIMON

Creo que existe otra distinción importante entre el mito y el simbolismo astrológico:

El horóscopo fija la vida en el tiempo y el espacio, y describe al individuo encarnado en el mundo "real" temporal y tridimensional. Congela el círculo celeste en perpetuo movimiento y lo cristaliza en un patrón que describe el desarrollo de una vida particular. Es lo que se ha escrito al nacer para una persona, que vive en un momento dado. Es el destino arraigado en el tiempo y el espacio, el DAIMON y el KER asignados al individuo por un breve período de tiempo. POR ESTA RAZÓN, CUALQUIER COSA PUEDE TENER UNA CARTA ASTRAL: UN SER HUMANO, UN PERRO, UNA GALLINA, UN LIBRO, UN ABEJORRO, UN TEATRO DE ÓPERA, UN BANCO. En el momento en el que algo, alguna cosa, aparece en la vida, su comienzo y su patrón de crecimiento quedan mapeados, predestinados, reflejados, contenidos y circunscritos por su horóscopo natal.

           El mito, por otro lado, es atemporal e indeterminado, como lo son los signos y planetas en la astrología antes de que se consoliden en la postura del horóscopo natal. El mito no existe como algo en el tiempo y el espacio. La lucha de Aquiles contra Héctor ante los muros de Troya se remonta a un acontecimiento histórico ocurrido en la Grecia preclásica en un siglo determinado, porque, como descubrió CHLIEMANN, realmente existió una Troya y una Guerra de Troya. Pero el héroe-guerrero, del cual Aquiles es una cara, no puede ser definido de esa manera, ni tampoco la batalla del héroe con su hermano-enemigo. Este tema surge espontáneamente en todas las culturas y en todos los tiempos; es la imagen de una situación humana arquetípica. Por lo tanto, no es sorprendente que también se manifieste externamente, ya que la historia refleja estos patrones arquetípicos al igual que las personas individuales. No es sorprendente que historias como la de Aquiles se recuerden y se repitan siglo tras siglo. Siguen resonando incluso en la vida aparentemente domesticada y tecnológica del hombre y la mujer occidentales modernos. Los mitos son los moldeadores y denominadores de la cultura, con tanta certeza como de las personas. Carecen de forma concreta, de realidad temporal o espacial, aunque los nombres y lugares en versiones particulares de un mito determinado llevan estas marcas temporales y geográficas. Son tendencias, intenciones, factores ordenadores: imágenes de patrones instintivos.

ME INCLINO A FANTASEAR CON LOS DIOSES, LOS HÉROES, LOS PROTAGONISTAS MÍTICOS, REUNIDOS EN LA SOMBRA OCULTA ALREDEDOR DE LA RUEDA ZODIACAL, TRAS LOS PLANETAS. CUANDO UN MITO EN PARTICULAR ENCUENTRA UN HOGAR ADECUADO DENTRO DE LOS PATRONES RESONANTES DE UN HORÓSCOPO INDIVIDUAL, ESE MITO ENTRARÁ EN LA VIDA DE UNA PERSONA Y SE AFERRARÁ A ELLA A LO LARGO DE SU VIDA COMO SU DAIMON.

Se apropiará de esa configuración astrológica para su propia historia. Diferentes dioses quizás se sientan más o menos cómodos en diferentes horóscopos, y a veces personajes radicalmente opuestos intentan vivir dentro de una misma carta. Entran y salen en diferentes etapas de la vida, como actores a la espera de una señal, según las progresiones y los tránsitos. Y podemos encontrarlos en forma de «otras personas», así como en nuestras propias motivaciones y carácter. No se me ocurre mejor paralelo que el teatro griego, donde cada actor llevaba una máscara —llamada persona (de donde Jung tomó el término)— para anunciar el papel arquetípico que interpretaba. Pero el actor bajo la máscara permanecía invisible y desconocido, salvo para sus compañeros. Así, quizás, nos presentamos a los dioses, interpretando nuestros papeles y creyéndonos «diferentes» y «libres», mientras bailamos constantemente la antigua danza coreografiada desde el principio de los tiempos. ASÍ QUE QUIZÁS CONVENGA PREGUNTAR, EN CONSONANCIA CON EL ESPÍRITU DE LA OBRA, QUÉ DIOS, O QUÉ PAREJA O GRUPO DE PROTAGONISTAS SE COMBINA CON VENUS EN ACUARIO EN OPOSICIÓN A PLUTÓN EN LEO, CON EL ASCENDENTE EN SAGITARIO, O CON MARTE EN CONJUNCIÓN CON JÚPITER EN GÉMINIS EN CUADRATURA CON SATURNO EN VIRGO EN LA DÉCIMA CASA. Pues hasta que uno no percibe el drama mítico en juego, las afirmaciones astrológicas son fragmentarias e incompletas, y parecen simplemente describir un comportamiento estático. Y no revelan su historia.

NUNCA ME HA RESULTADO MUY PRODUCTIVO JUGAR A "DIME CUÁL ES MI MITO" CON EL HORÓSCOPO. Hay muchísimos mitos, y cada individuo transforma, combina o cocina esta miríada de temas diferentes en un caldo individual que ni siquiera el astrólogo más sabio puede delinear en pocas frases. También me pregunto si es realmente posible imaginar el curso de la obra mientras aún estamos en el escenario. Quizás al otro lado de la muerte el guion esté completo, pero lo máximo que podemos vislumbrar en un momento dado es la escena que estamos representando, las conexiones con escenas pasadas y la más mínima intuición de lo que podría ser el siguiente acto del drama.