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TAURO
MITO Y ZODIACO
TAURO - BY LIZ GREENE
ASÍ, LA PASIÓN DE MINOS POR EL TORO SAGRADO LLEVA A LA PASIÓN DESBORDANTE DE SU ESPOSA POR EL MISMO TORO, Y EL MONSTRUO RESULTANTE SE CONVIERTE EN LA LLAGA QUE CORROMPE EL REINO DESDE DENTRO. INCLUSO LA VACA, QUE PARECE UNA CRIATURA TAN PACÍFICA, PUEDE CONDUCIR AL CAOS Y LA DESTRUCCIÓN. EN LAS COSMOGONÍAS TEMPRANAS, AFRODITA NO TIENE MADRE, SINO QUE NACE DE LA UNIÓN ENTRE EL MAR Y LOS GENITALES CERCENADOS DE URANO TRAS SER CASTRADO POR SU HIJO CRONOS. ESTO SUGIERE QUE, SEA LO QUE SEA AFRODITA, NO ES MATERNAL EN EL SENTIDO ORDINARIO, AUNQUE ES FÉRTIL. QUIZÁS SERÍA MÁS APROPIADO DECIR QUE NO ES EN NINGÚN SENTIDO UNA ESPOSA, AUNQUE PREFIERE LOS PLACERES FÍSICOS DEL MATRIMONIO. FRIEDRICH SUGIERE QUE ES LA MÁS «SOLAR» DE LAS DIOSAS:
Artemisa y Hera son fuertemente lunares; la primera suele moverse en el aire de medianoche iluminado por la luna, la segunda a menudo representada con una media luna. Su simbolismo tiene ricos antecedentes en la civilización europea antigua, y existe, por supuesto, la asociación psicológica más general entre la luna y la menstruación, la virginidad y el principio femenino en general... Es Afrodita quien, más que cualquier otra diosa, es inequívocamente solar en muchos pasajes, y esta SOLARIDAD está naturalmente conectada con su DORADO (*) o gloria, esplendor. Nótese que ella seduce a Anquises a la luz del día. Existe una profunda oposición o contraste entre su sexualidad iluminada por el sol y la ansiedad y hostilidad furtiva y lunar de Artemisa con respecto al amor carnal.
o (*) LO DORADO se refiere al estado o cualidad de ser dorado, es decir, el color y/o lustre del oro. También puede describir un estado de ser afortunado, exitoso o de alta calidad
Todo esto pinta un vívido retrato de un aspecto de nuestro toro. Uno bien podría preguntarse por qué Teseo, o Mitra, deben entonces someterlo, pues Afrodita parece una diosa benigna con cualidades que nuestra cultura actual necesita con urgencia. Pero es debido a sus artimañas que comenzó la Guerra de Troya, y los estragos que causa siempre son una amenaza para las relaciones, ya sea a nivel individual o colectivo. ES UNA DIOSA SUMAMENTE AMBIGUA. En Esparta, era venerada como una diosa de la batalla sangrienta, y se decía que su contraparte egipcia, HATHOR, la diosa con cabeza de vaca, también se alimentaba de sangre y matanzas.
Quizás debamos recordar a Hitler, quien no solo tenía el Sol en Tauro, sino también ascendente en Libra, y por lo tanto estaba regido por Venus. La fórmula budista parece la más apropiada: NO MATES AL TORO, SINO APRENDE A BAILAR CON ÉL EN UN PATRÓN DE RESPETO MUTUO, PARA QUE EL TORO SE VUELVA MÁS HUMANO Y EL HUMANO MÁS ANIMAL. HE CONOCIDO A MUCHOS TAURINOS QUE HAN INTENTADO LIDIAR CON LOS POSIBLES PROBLEMAS DEL TORO, SUS PODEROSAS PASIONES Y SU CODICIA OBSTINADA, MEDIANTE LA «DIVISIÓN», ES DECIR, REFUGIÁNDOSE EN EL INTELECTO PARA EVITAR LA AMENAZA DE LOS SENTIDOS ABRUMADORES. Esto, por supuesto, no es una solución; es lo que hizo Minos al encerrar al Minotauro en el laberinto. EL CUERPO ENTONCES SUELE REBELARSE CONTRA LA TIRANÍA DE LA MENTE. De igual manera, he conocido a Tauro aprisionados en sus sentidos, donde el toro o la vaca dominan al hombre o a la mujer; y esto tampoco satisface ni al toro ni a la pareja humana, pues entonces volvemos al rey Minos, que repudia el Ser e intenta poseer para su propia gratificación lo que no le pertenece, con trágicos resultados. Hasta ahora hemos tratado los aspectos femeninos del toro. Pero Afrodita forma parte de una pareja en el mito, y aunque no es una esposa en el sentido convencional, está casada con el extraño dios HEFESTO, llamado Vulcano en latín, y quien le fue dado como esposo por Zeus y Hera. Siempre que los dioses se emparejan de esta manera en el mito, siento que se insinúa algo sobre dos mitades de un mismo patrón arquetípico. Aunque el matrimonio de Afrodita y HEFESTO es incómodo, no deja de ser un matrimonio; él es su esposo "correcto". Por lo tanto, debemos considerarlo, pues también puede darnos una idea de la naturaleza y el destino de Tauro.
HEFESTO es el herrero divino, y se refleja en los dioses herreros de muchas culturas, pues es feo y cojo. Tiene mucho en común con los enanos teutónicos, pues es una criatura terrestre y su habilidad reside en su arte y su fuerza física. Según la leyenda, nació tan débil y enfermizo que su madre Hera, disgustada, lo arrojó desde las alturas del Olimpo para librarse de la vergüenza de un hijo tan lastimoso. He encontrado este triste patrón en la infancia de muchos Tauro, cuyas familias anhelaban algo más extravagante, brillante y efervescente que la criatura lenta y terrenal que tan a menudo es el niño Tauro. HEFESTO sobrevivió a esta desgracia porque cayó al mar, donde la diosa del mar Tetis lo cuidó y lo ayudó a fundar su primera herrería. Recompensó su bondad con numerosos objetos hermosos y útiles. Finalmente, Hera vio a Tetis luciendo un hermoso broche que había hecho HEFESTO y, al descubrir que su hijo perdido era el creador, lo convocó de nuevo al Olimpo, donde le ofreció una herrería mejor, lo casó con Afrodita y lo mimó mucho.
Finalmente, arreglaron su disputa, e incluso llegó a reprocharle a Zeus su trato con Hera cuando el rey de los dioses colgó a su esposa del cielo por las muñecas, por haberse rebelado contra él. Zeus, furioso, lo bajó del Olimpo por segunda vez, y estuvo un día entero cayendo. Al caer al suelo, se rompió ambas piernas y quedó cojo; después, solo pudo caminar con soportes dorados para las piernas. Graves dice de él: «HEFESTO es feo y de mal carácter, pero posee una gran fuerza en sus brazos y hombros, y todo su trabajo es de una habilidad inigualable. En una ocasión fabricó un juego de mujeres mecánicas de oro para que lo ayudaran en su herrería; incluso pueden hablar y realizar las tareas más difíciles que les confía. Y posee un juego de mesas de tres patas con ruedas doradas, dispuestas alrededor de su taller, que pueden ir solas a una reunión con los dioses y volver.»
Este es un matrimonio curioso entre la bella, indolente y traviesa Afrodita y su feo y deforme, pero talentoso esposo. Ella desprecia su fealdad y le es eternamente infiel, pero no puede separarse de él. Creo que este par de figuras forma un núcleo inquietante para el signo de Tauro, pues existe en el signo algo que posee la maravillosa habilidad, poder e ingenio de HEFESTO, pero que es lento, torpe y poco glamoroso, y también hay algo que encarna la belleza y que desprecia su propia imperfección física. Ya sea que Tauro represente este extraño matrimonio a través de una pareja real, o que genere un conflicto interno entre el idealismo y la TERRENALIDAD del signo, este matrimonio es, no obstante, un hecho, una especie de destino. El ego quizás necesite llegar a un acuerdo con el toro bestial; pero el toro mismo está dividido entre su tosquedad y su gracia, y los tres conforman el DAIMON que infunde este signo engañosamente simple.
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