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CAPÍTULO 3
LA LUNA DEVORADORA por Judy Hall
Ni él ni su pareja querían casarse, una decisión que su madre no podía aceptar. Usó sus "estrictos principios morales" como excusa para desaprobarlo, pero tampoco habría podido afrontar el matrimonio de su marido sustituto. "Solo quería recuperar a su hijo". Típico de su Luna en Leo, sus estrictos principios morales salían a relucir cada vez que alguien hacía algo que escapaba a su control. No había hablado con sus dos hermanos durante años porque se divorciaron de sus esposas. Como dijo Tony una vez: "ELLA QUERÍA CONDENAR A TODOS LOS DEMÁS A LA MISERIA QUE SE INFLIGÍA A SÍ MISMA". Este era un aspecto de su vida y de su carta astral que Tony no estaba abordando. PERO PLUTÓN AVANZABA INEXORABLEMENTE HACIA LA CUADRATURA DE SU OPOSICIÓN LUNA-ACUARIO CON PLUTÓN-LEO, Y PLUTÓN NOS EXIGE QUE ATENDAMOS NUESTROS ASUNTOS PENDIENTES. SE EXTENDÍA UNA INVITACIÓN A BUSCAR EL TESORO EN EL CORAZÓN DEL REINO DE PLUTÓN. SE ABRÍA UN CAMINO PARA SANAR A TODA LA FAMILIA.
LA MADRE DESARROLLÓ HIPERTENSIÓN, UNA INTERESANTE EXPRESIÓN PSICOSOMÁTICA DE TODO AQUELLO QUE ANSIABA SALIR. Tony, con Plutón formando una cuadratura en T con la oposición Luna-Plutón natal, la visitaba regularmente para practicarle acupuntura, pero seguía sin poder hablar con ella sobre los problemas. Su gran temor era que sufriera un derrame cerebral. El de ella, que perdiera el control. El segundo hijo, que ya conocía el secreto familiar, y la hija hablaron con ella y la ayudaron a ver que los problemas no resueltos de su infancia estaban aflorando. Pero, por alguna razón, los tres hijos no pudieron reunirse para hablar del "secreto familiar" que aún persistía, al igual que nunca se habían unido para apoyarse mutuamente y desafiar la posición de poder infinito de la madre. La madre aprendió a meditar. Su presión arterial volvió a la normalidad. Sin la influencia personal del arquetipo Plutón-Luna, el segundo hijo pudo hablar con su madre desde una perspectiva más adulta.
Aunque fue el último en conocer el secreto familiar, quizás debido a que su Luna en la casa 12, en conjunción con el Ascendente, reflejaba un poco de luz en el abismo plutoniano, fue el más capaz de hablar con su madre sobre cómo esto afectaba su salud. También se negó a permitir que ella gobernara su vida por completo, aunque su aislamiento emocional saturnino claramente surgió de su contacto enredado con ella. Estaba atrapado en una rebelión acuariana contra la poderosa fuerza arquetípica que era "Madre". Pero esta rebelión lo unía a su madre tan estrechamente como lo habría hecho la Luna en Hades. De hecho, la sinastría Plutón-Luna entre sus cartas astrales era la más poderosa de la familia. La imagen acuariana que él tenía de una madre impredecible e "inestable" se había manifestado en el estado psiquiátrico de su madre; Y la expectativa de Saturno-Luna de una "mala" maternidad era evidente en las largas separaciones que había soportado, pero de las que no tenía ningún recuerdo.
Sin embargo, una vez más, la madre perdió el control de la familia. Esta vez, la enfermedad plutoniana se manifestó de forma más apropiada con síntomas de vómitos y diarrea continuos. Ya no podía retener nada. Tampoco podía asimilar los cambios en la matriz familiar. CUANDO PLUTÓN TRANSITÓ LOS ÚLTIMOS GRADOS DE ESCORPIO Y UN ECLIPSE SOLAR IMPACTÓ EL SOL DE TONY, TONY Y SU HERMANA SE CONVENCIERON DE QUE SU MADRE TENÍA CÁNCER. LA AUTOCONCIENCIA Y LA RACIONALIDAD SE VIERON ECLIPSADAS Y EL ARQUETIPO DE LA MADRE DEVORADORA RESURGIÓ CON TODA SU FUERZA.
Tony y su hermana estaban seguros de que ella se estaba muriendo, pero no pudieron hablar de ello con ella ni afrontar su propio miedo a su muerte y a dónde los dejaría. El segundo hijo le preguntó directamente a su madre si creía que se estaba muriendo. "No lo creo", dijo, aunque más tarde reveló que ella también creía tener cáncer. Su instinto seguía siendo proteger a sus hijos adultos del impensable acto de su muerte.
Estaba segura de que la madre no tenía cáncer: el momento parecía inoportuno, a pesar de que había un eclipse lunar en cuadratura con el Plutón de los niños, formando una T con la oposición Luna-Plutón de Tony en el momento de sus pruebas. El eclipse lunar parecía tener más que ver con el arquetipo de la madre controladora que con la muerte de la madre misma. LA LUNA RIGE EL PÁNCREAS y su cese de funciones parecían indicar que su cuerpo estaba haciendo lo que su psique no podía. SIN EMBARGO, MI COMENTARIO A TONY FUE QUE, FUERA CUAL FUERA EL DIAGNÓSTICO, SENTÍA QUE SU MADRE SUFRÍA DE LA MALIGNIDAD TERMINAL DE LA AMARGURA, EL RESENTIMIENTO Y EL CONTROL PLUTONIANO. No había dulzura en su vida, por lo que su páncreas, que produce insulina y enzimas digestivas, no tenía de qué alimentarse. En mi opinión, solo la aceptación, el perdón y la reconciliación podían curar su enfermedad plutoniana. Sincronizadamente, vi por casualidad un páncreas en la televisión. Mi primer pensamiento, antes de saber qué era, fue que se trataba de un cordón umbilical particularmente desordenado. Sentí que simbolizaba los cordones internos que no había podido cortar con sus hijos.
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