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La transformación de IZDUBAR, en términos de la comprensión de la astrología de Jung, parece reflejar la idea de que EL SOL MICROCÓSMICO en el horóscopo natal, en el caso de Jung, EL SOL EN LEO, poniéndose en el Oeste, refleja la 'imagen de Dios' individual: un símbolo del Ser que revela su significado como 'el mayor valor' a lo largo del tiempo, y exhibe diferentes caras según los cambios en la conciencia individual. LA NATURALEZA DE IZDUBAR ES ARDIENTE, Y VISIONARIA, Y NO CONCUERDA CON EL 'VENENO' RACIONAL DEL INTELECTO DE JUNG. Debe ocurrir un proceso complejo a través del cual la esencia del gigante puede ser reconocida, valorada y, eventualmente, reconocida como imagen de lo divino:
El Dios renovado significa una actitud renovada, es decir, una posibilidad renovada de vida intensiva, una recuperación de la vida, porque psicológicamente Dios siempre denota el mayor valor, por lo tanto, la mayor suma de la libido, la mayor intensidad de la vida, el óptimo de la actividad psicológica de la vida.
El descubrimiento de Jung de que IZDUBAR no solo es "real", sino también un recipiente para la fuerza de la vida universal. Sugiere, que percibió el Sol astrológico de la misma manera que lo hizo Alan Leo: COMO LA ENCARNACIÓN INDIVIDUAL DE LA 'CHISPA DIVINA' QUE CONSTITUYE EL CENTRO TRANSPERSONAL DE LA PERSONALIDAD. La conciencia de esta chispa, según Jung y Leo, no es automática, y puede ser suprimida o permanecer inconsciente a través de demasiada racionalidad e identificación con la visión del mundo del 'espíritu de este tiempo', que tiene el poder de destruir, incluso los dioses inmortales. PARA JUNG, ESTE ESPÍRITU ERA EL 'VENENO' DE LO QUE ACTUALMENTE SE CONOCE COMO 'CIENTIFICISMO':
LA CREENCIA DE QUE SOLO LA CIENCIA PUEDE PROPORCIONAR VERDADES SOBRE LA NATURALEZA DE LA REALIDAD.
Jung parece haber entendido el impacto del 'Rayo solar hermético' de Dios', descrito por Mead como brillando en la 'parte racional' del alma humana, como la experiencia directa del Yo consciente del ego. SI SE PUEDE LOGRAR TAL EXPERIENCIA, PODRÍA, EN OPINIÓN DE JUNG, FACILITAR UNA TRANSFORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD, Y LIBERAR AL INDIVIDUO DE GRAN PARTE DEL SUFRIMIENTO DE HEIMARMENE: LAS COMPULSIONES DE LA LIBIDO INCONSCIENTE. EL SÍMBOLO ASTROLÓGICO DE ESTE PROCESO, PARA JUNG, SE ENCUENTRA EN EL SOL EN EL HORÓSCOPO NATAL. La 'conciencia máxima' que trae tal experiencia, por breve que sea, es similar a la experiencia de 'divinización' temporal descrita en la Liturgia de Mitra, en la que el alma del iniciado experimenta brevemente la unión con Helios-Mitra.
Aunque el momento extático pasa, el individuo cambia permanentemente por la experiencia. Mead comparó la idea hermética del Sol con el Fanes órfico, cuyo huevo primigenio simboliza "los dos hemisferios arriba y abajo". , que aparece más tarde en EL LIBER NOVUS como 'el que trae el Sol':
La imagen divina del nuevo AION astrológico. IZDUBAR también es absorbido por otra figura, la CONIUNCTIO OPPOSITORUM de Saturno y el Sol a quien Jung llamó Filemón, y quien, en una visión que Jung experimentó en 1917, le informó: 'Mi nombre era Izdubar'.
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