LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA - CCLIII

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DE ASTROLOGÍA

Aleister Crowley y Evangeline Adams

URANO EN CÁNCER

No se puede esperar que un signo tan pasivo, tan plácido, tan receptivo, tan mutable, tan conservador como Cáncer concuerde con los rayos activos, violentos, creativos, decididos y revolucionarios de Urano. Tenderá a disolver su violencia, como el agua se mezcla con el ácido sulfúrico, generando un calor feroz tal vez por un momento, pero dejando una sustancia diluida, las cualidades de ambos, para bien o para mal, apagadas y disipadas.

Sin embargo, en condiciones favorables puede encontrarse una modificación y expansión de la fuerza, así como un perfume violento necesita ser esparcido en un volumen mayor antes de que los nervios olfativos puedan percibirlo con placer. Entonces esperaremos encontrar el poder de Urano neutralizado por Cáncer, y el que esto deje un residuo potente y sin embargo placentero dependerá mucho más que en otros signos del Ascendente, y de las dignidades y aspectos del Señor del mismo, y de aquellos del mismo Urano. Ciertamente no esperamos descubrir muchas personas que hayan revolucionado su época, que hayan dominado a sus contemporáneos de manera radical. No debemos esperar ninguna verdadera fuerza de Voluntad, ningún verdadero dominio del Temperamento, a menos que el Sol esté en un signo fijo. Sin embargo, Cáncer está gobernado por la Luna y, por lo tanto, la posición implica un grado inusual de poder psíquico y hace que el nativo sea capaz de volverse verdaderamente sumiso a la Voluntad profunda y subconsciente.

 En 28° de Cáncer está el Urano de Byron, y aquí, tal vez, Leo tiene algo que decir al respecto. Pero Cáncer está ascendiendo, y su Dama, la Luna, está en estrecha conjunción con Urano. El Temperamento es, por lo tanto, armonioso en sí mismo, pero tranquilo, amante del placer, artístico, sensual, excéntrico y mutable. El poder del Carácter proviene más bien de Marte -en su caída- en la cúspide del Ascendente. Esta configuración parece describir admirablemente lo mejor y lo peor del poeta. Tenía una voluntad fuerte y obstinado, pero incapaz de persistir en la Voluntad. Era a la vez débil y violento, tormentoso y quejumbroso; con todas sus ventajas y sus talentos, su rango y su reputación, murió como un hombre decepcionado, habiendo buscado en vano  la victoria que sólo proviene de la virtud.

Otro individuo de mal genio fue la reina Isabel I, cuyo Urano está en conjunción con Saturno en la casa del matrimonio y de los enemigos públicos, la 7ª , quedando así prácticamente en oposición a su Ascendente. Aquí hay una oposición fatal de Personalidad y Temperamento. Toda la sustancia de su Voluntad estaba ligada a la 7ª Casa, y por muy arrogante y autoritaria que fuera su Personalidad, nunca pudo asegurar su dinastía. A pesar de todas las glorias de su reinado, su verdadera esencia y tragedia -y la tragedia de Inglaterra, el comienzo de su declive y caída- fue su fracaso en salvar su casa. De un Tudor a un Stuart, de un Stuart a un Guelph, de un Guelph a un Coburg, hay una decadencia más prolongada, pero no menos segura, que la degradación de Augusto a Tiberio, a Calígula, a Nerón.

Hay otras dos personas de importancia en su día que ocupan este cargo de Urano, Alfred Harmsworth y Rudyard Kipling, ambos periodistas, uno en el negocio mayorista y otro en el minorista. Kipling tiene a Urano en la cúspide misma de su Ascendente, e incuestionablemente nunca hubo una Personalidad más autosuficiente. Tocó una nota excesivamente definida, y se elevó a veces a alturas extraordinarias. Es el único autor que realmente ha logrado comprender y retratar a la clase dominante de Inglaterra. La conjunción del Sol y Júpiter, y la de Mercurio, Marte y Venus, tienen mucho que decir sobre esto, pero esto es una digresión; el punto que debe enfatizarse aquí es la nota personal única emitida por Urano en el Ascendente, y su resolución en forma artística por el hecho de que ese Ascendente es Cáncer.

Con Harmsworth, el caso es diferente. Júpiter está saliendo en Sagitario, y Urano en Cáncer pasa a tener una importancia secundaria. Simplemente lo ata a un método, el de trabajar sobre la gente por medio de la publicidad. La rapidez y ferocidad de sus planes están determinadas por el signo ascendente.

Sir David Wilkie es un buen ejemplo de esta posición. Géminis está ascendiendo, y su Señor Mercurio está debilitado por la oposición de Marte, de modo que la influencia de Urano en Cáncer sale con fuerza. Urano está en trígono con el Sol, lo que confirma la predisposición artística conferida por Cáncer. Por lo tanto, era un pintor exitoso y sensato, con un fino sentido de la belleza, pero sin nada en él para incendiar el Fiordo de Forth. Con él podemos colocar a Sir Henry Wood, un buen director conservador, capaz y que habría sido tan fiel si el destino lo hubiera colocado en un tranvía como en una sala de conciertos.

Otro ejemplo de un hacha de papel maché es el zar Nicolás II. El signo Capricornio está ascendiendo y Saturno está en estrecha oposición con Mercurio. Venus está en conjunción casi exacta con Urano en la sexta casa. De tal configuración, ¿qué bien se puede esperar? El nativopasó a nacer al trono de todas las Rusias; no podía hacer nada, no podía manejar un puesto de maní, con energía o capacidad. Ni la Personalidad ni el Temperamento tienen fuerza alguna. ¡Oh desgraciada nación! ser castigado con un gobernante tan débil en un momento en que un César o un Alejandro difícilmente podrían haber evitado la catástrofe inminente.

Nuestro último ejemplo es Marguerite Steinheil. En esta natividad, Acuario está ascendiendo, pero hay no menos de cinco planetas en Aries, todos justo debajo del Ascendente, y el Señor Saturno está en trígono desde la Casa 10 con todos ellos en general, y con Neptuno en particular. He aquí pues la ambición insaciable, ilimitada e indomable, que la devoraba. Urano en Cáncer no es importante excepto que, estando en la Casa 5, le dio el Temperamento del placer y estableció las líneas a lo largo de las cuales ella trabajó para engrandecer su Personalidad abovedada. Saturno en la Casa 10 colocó su guadaña en la raíz de su árbol en la misma estación de su florecimiento.