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8. LA BURBUJA CREDITICIA Y EL COLAPSO DE LA MONEDA
LA DEUDA ES UNA INDUSTRIA EN CRECIMIENTO. Por supuesto, es posible gestionar la deuda a través de la filantropía, donde las necesidades se satisfacen mediante donaciones gestionadas. MÁS COMÚNMENTE, LA DEUDA OFRECE UNA VÍA PARA MANIPULAR A LAS SOCIEDADES. LA GESTIÓN DEL DINERO PROPORCIONA PODER. TAMBIÉN OFRECE POSIBILIDADES DE FRAUDE Y CORRUPCIÓN. Correlacionar los cambios en la gestión de la deuda con los ciclos de los planetas o las condiciones climáticas del sistema solar revela posibles vínculos tentadores. Una vez más, el estudio del ciclo Neptuno-Plutón de 492 años revela patrones interesantes. Si tomamos este ciclo en conjunto con el movimiento de otro planetoide del sistema solar a través del zodíaco, tal vez incluso sea posible identificar cuándo explotará finalmente la actual burbuja crediticia.
Los dos últimos ciclos Neptuno-Plutón comenzaron cada uno en el signo de Géminis, el signo asociado con el discurso, el comercio y la moneda. La complejidad de la actividad en estas áreas ha crecido fenomenal desde 1398. Desde entonces, el primero de estos ciclos con raíces en Géminis vio un aumento del comercio a través de barcos mercantes. En el segundo de los ciclos, el comercio se expandió con la llegada de los viajes por ferrocarril, avión y vehículos de motor. Mercancías que antes habrían perecido en el camino de un lado al otro del mundo, ahora pueden viajar miles de kilómetros en horas. Los camiones frigoríficos transportan rápidamente la mercancía a los puntos de venta locales. Lo que se produce en un lado del mundo puede estar disponible en el otro lado en poco más de un día. En el caso de la información comercializada en Internet, la misma tarea se puede lograr en segundos.
De hecho, el mundo se ha convertido en una aldea global. Un país de un hemisferio puede deberle mucho a un país del otro. Esa deuda puede liquidarse en segundos mediante transferencia electrónica, o podría extenderse a lo largo de varios años, incurriendo en costos al mismo tiempo. La deuda puede adquirir una complejidad que estaría más allá de la comprensión de los comerciantes de épocas anteriores. El pago puede realizarse en una variedad de monedas o en bonos u otros productos. Cuantificar quién debe qué y a quién se ha convertido en una especie de arte y ha generado otro grupo más de comerciantes: aquellos que apuestan por los altibajos de los valores del mercado.
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