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9.GUERRAS DEL AGUA, 2010
Estas fechas del pasado ofrecen poco consuelo para el futuro. Una vez más, si la historia se repite, habrá grandes batallas en la Tierra que reflejan la tensión en el cielo creada por la alineación en ángulo recto de Urano con Plutón. Si Saturno está en fase de último cuarto con Plutón durante este período, y Urano está en fase de primer cuarto con Plutón, entonces Saturno y Urano deben estar en su fase de Luna Llena (u oposición). Saturno, el planeta fácilmente identificable de los anillos, estará a un lado del zodíaco, mientras que Urano, el planeta cuyas excéntricas características astronómicas le confieren tendencias inconformistas, se ubicará en el otro lado. El tira y afloja entre estos dos planetas ocurre aproximadamente cada cuarenta y cinco años y coincide con luchas entre viejos y nuevos movimientos políticos.
La Luna Llena, o fase de oposición, del ciclo Saturno-Urano ocurrió sólo dos veces en el siglo XX. Ambos períodos resultaron decisivos política y económicamente. El primero ocurrió en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial. Este fue un período de extraordinaria agitación social, económica y política. El mapa de Europa cambió prácticamente de la noche a la mañana. La actitud de los soldados que regresaban de las trincheras aseguró una nueva ola de pensamiento político mientras, en el plano económico, se producían cambios dramáticos. Ya sea para bien o para mal, el ritmo del cambio fue rápido.
La otra oposición de estos dos planetas en el siglo XX tuvo lugar entre 1965 y 1967, un período ya caracterizado por agitaciones y, en algunas áreas, altos niveles de violencia. "Agitación", "rebelión" y "derrocamiento" provienen del vocabulario de Urano y Plutón. El lenguaje de Saturno es diferente. La presencia de Saturno en la configuración trae esos desafíos a la sede del gobierno existente. Se cuestionan las normas y reglamentos existentes. Los nuevos métodos de trabajo –a menudo creados mediante la incorporación de nueva tecnología– exigen diferentes tipos de legislación y hacen que ciertas prácticas laborales queden obsoletas. Las posiciones arraigadas quedan sujetas a escrutinio. Los políticos más obstinados tienden a polarizarse bajo esta presión, lo que resulta en un diálogo feroz. En última instancia, esto toma la forma de batallas entre los conservadores intransigentes, que aparentemente se oponen al progreso, y aquellos cuya historia de amor con una nueva era, los ciega ante el valor de los métodos de trabajo más antiguos. La oposición Saturno-Urano a menudo se manifiesta como un desafío político y se siente más agudamente en regiones del mundo donde la configuración se ubica directamente sobre nuestras cabezas o en el horizonte.
Estas fechas del pasado ofrecen poco consuelo para el futuro. Una vez más, si la historia se repite, habrá grandes batallas en la Tierra que reflejan la tensión en el cielo creada por la alineación en ángulo recto de Urano con Plutón. Si Saturno está en fase de último cuarto con Plutón durante este período, y Urano está en fase de primer cuarto con Plutón, entonces Saturno y Urano deben estar en su fase de Luna Llena (u oposición). Saturno, el planeta fácilmente identificable de los anillos, estará a un lado del zodíaco, mientras que Urano, el planeta cuyas excéntricas características astronómicas le confieren tendencias inconformistas, se ubicará en el otro lado. El tira y afloja entre estos dos planetas ocurre aproximadamente cada cuarenta y cinco años y coincide con luchas entre viejos y nuevos movimientos políticos.
La Luna Llena, o fase de oposición, del ciclo Saturno-Urano ocurrió sólo dos veces en el siglo XX. Ambos períodos resultaron decisivos política y económicamente. El primero ocurrió en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial. Este fue un período de extraordinaria agitación social, económica y política. El mapa de Europa cambió prácticamente de la noche a la mañana. La actitud de los soldados que regresaban de las trincheras aseguró una nueva ola de pensamiento político mientras, en el plano económico, se producían cambios dramáticos. Ya sea para bien o para mal, el ritmo del cambio fue rápido.
La otra oposición de estos dos planetas en el siglo XX tuvo lugar entre 1965 y 1967, un período ya caracterizado por agitaciones y, en algunas áreas, altos niveles de violencia. "Agitación", "rebelión" y "derrocamiento" provienen del vocabulario de Urano y Plutón. El lenguaje de Saturno es diferente. La presencia de Saturno en la configuración trae esos desafíos a la sede del gobierno existente. Se cuestionan las normas y reglamentos existentes. Los nuevos métodos de trabajo –a menudo creados mediante la incorporación de nueva tecnología– exigen diferentes tipos de legislación y hacen que ciertas prácticas laborales queden obsoletas. Las posiciones arraigadas quedan sujetas a escrutinio. Los políticos más obstinados tienden a polarizarse bajo esta presión, lo que resulta en un diálogo feroz. En última instancia, esto toma la forma de batallas entre los conservadores intransigentes, que aparentemente se oponen al progreso, y aquellos cuya historia de amor con una nueva era, los ciega ante el valor de los métodos de trabajo más antiguos. La oposición Saturno-Urano a menudo se manifiesta como un desafío político y se siente más agudamente en regiones del mundo donde la configuración se ubica directamente sobre nuestras cabezas o en el horizonte.
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